I.
El CLAP que venimos dibujando en el horizonte estratégico, a través de estos artículos, es una táctica para elevar los niveles de autosuficiencia local en materia de alimentos y alimentación. Lo cual está estrechamente ligado a los poderes creadores del pueblo para el manejo del suelo y los cultivos.
Si en los CLAP queremos una alimentación sana, segura, soberana, suficiente y sabrosa, tenemos que dominar el arte de la agricultura integral, esa misma que ha sido prácticamente extinguida en Venezuela, con el fusilamiento del Conuco como espacio de resistencia y soberanía. En definitiva hay que declararse enemigo de la agricultura intensiva de monocultivo.
Tenemos que cruzar dos grandes etapas consecutivas para formarnos y autoformarnos como Agrimensores Populares y Agricultores útiles a la familia que nos dio el ser, la Patria que nos da cobijo y a las generaciones del futuro.
Se trata de actuar con precisión en el saber y el trabajo. Producir alimentos que nos den salud y enfrentar el hambre y la obesidad, son los retos del socialismo de este siglo.
En la entrega anterior abordamos elementos de la agrimensura básica, ahora veamos algo de agricultura para la resistencia.
II.
Una vez que se tienen: el área de terreno, la cantidad de productos agricolas que necesita la localidad, la calidad nutricional de cada producto, la selección del cultivo y los requerimientos de suelo que tiene cada planta, entonces podemos hacer el suelo que ha de ofrecernos el fruto necesario.
Nos tocará preparar un suelo con elementos fijos que se mezclan en diferente proporción, según el cultivo. Eso tiene su ciencia y su técnica.
Tambien es menester que preparemos el abono que siempre debe complementar al suelo fértil. Eso tiene su ciencia y su técnica.
Seleccionar la semilla y producir plantulas es cosa de ciencia y técnica.
Preparar los fungicidas y herbicidas biodegradables es cuestión de ciencia y técnica.
Como es fácil concluir, un CLAP productor de Alimentos tiene que ser una escuela para dominar la ciencia y la técnica que eso requiere.
III.
Está planteado, en el marco del enfoque revolucionario de "toda la Patria una escuela" que las instituciones de educación relacionadas con programas agrícolas, en todas sus dimensiones, niveles y modalidades, asuman los CLAP como un Laboratorio de Gestión donde se conjuguen el estudio y el trabajo.
De tal manera, que escuelas granjas, escuelas técnicas agropecuarias, universidades y programas especificos de las instituciones del poder público (nacional, estadal y municipal) orienten, sistematicen y se nutran del tremendo diálogo de saberes que se ha desatado en Venezuela para resistir la guerra económica que pretende rendirnos golpeando nuestros estómagos.
Charlas, cursos, talleres, encuentros, diplomas y títulos deben llevar el sello "Hecho en CLAP".
¡Estamos venciendo!.