Camarada Clodosbado Russian: Mis respetos

En el mes de junio pasado se conmemoró la desaparición física de Clodosbaldo Russián, gran amigo, con quién compartí junto a otros camaradas un galpón cuando habitamos una isla en el lago de Valencia a finales de la década del 60.

Este oriental de San José de Areocuar, población muy cercana a Carúpano, nos hacía la vida agradable con su buen humor y don de gente. Vivíamos en ese entonces una situación dura en este centro de reclusión que había sido diseñado según parámetros de los campos de concentración nazis. Fue una flagrante y brutal violación de los derechos humanos no solamente de los secuestrados políticos, sino de nuestros familiares, esposas, madres, hermanos hijos, amigos que cada cierto tiempo, para poder visitarnos, tenían que abordar una lancha en el puerto de Yuma y cruzar el lago en condiciones precarias, bajo el inclemente sol, agua en invierno, tormentas lacustres y el despotismo de los carceleros. En ese lugar de la "Democracia cuarto republicana" estábamos confinados estudiantes, profesionales, campesinos, obreros.

El año de 1969, Caldera, cierra el campo de concentración, que los presos le habíamos puesto el nombre de Rafael Caldera, y nos trasladaron a la cárcel Modelo de Caracas, bajo un fuerte despliegue militar, autobuses, camionetas, jeep, sistemas de comunicaciones bajo el mando de oficiales superiores y subalternos. Aquella caravana militar era un verdadero espectáculo en la Autopista Regional del Centro.

Pasaron varios años y dado que este mundo es redondo y da vueltas, comenzando la década del 80, Russián y yo coincidíamos en las tiendas del IPSFA, en los Próceres, el trabajaba en su profesión en instituciones del Estado (pienso que en la Contraloría Municipal de Libertador) y yo era docente en la Academia Militar (Museología) Clodosbaldo siempre era el mismo ¡jodedor¡ de buen talante y políticamente consecuente. ¡Cosas de la vida¡ ambos fuimos prisioneros de las militares, juzgados por tribunales militares, y allí en esa tienda militar recordábamos la vieja época.

En esa década de los 80, hubo al menos dos eventos que conmovieron a la sociedad, el "viernes negro", bajo el gobierno de Herrera Campins, y las aceleradas políticas fondomonetaristas del neo-liberalismo en el mandato de Carlos Andrés Pérez, que desembocaron en los disturbios y masacre de febrero de 1989.

La década del 90, fue de penuria social, saqueo bancario y corrupción, irrumpe el Teniente Coronel Hugo Chávez, el 92, pero no pudo alcanzar el objetivo de deponer al presidente Carlos Andrés Pérez, a ello sucedió un clima de agitación política insertándose Chávez una vez en libertad, en el liderazgo político con una oferta democratizadora que caló en la mayoría poblacional, logrando vencer a los representantes del Puntofijismo en las elecciones de 1998.

En el año de 1999, asume Chávez la Presidencia de la República y poco después nuestro amigo Clodosbaldo Russián es nombrado Contralor General de la República. No escapó el contralor a la diatriba política, al igual que el gobierno del comandante, que desde el comienzo de su mandato comenzó a recibir fuertes descargas de fusilería política.

Esto era de esperarse, pues Russián, tenía que ocuparse en poner orden de una administración pública infectada de vicios, en fase de metástasis, era una cultura establecida durante 40 años de Puntofijismo, con presidentes que habían sido "engañados", otro que recibía un país "hipotecado", otro juzgado y destituido, bancos saqueados en connivencia con funcionarios, una administración pública clientelar anarquizada sostenida por la renta petrolera ,y una numerosa población excluida y fuera del ingreso nacional.

Entendimos perfectamente los ataques contra Clodosbaldo, pues no teníamos dudas de su honestidad, además el gobierno iba perfilando la política hacia un planteamiento avanzado: el socialismo, y nuestro amigo tenía toda una vida andando en esa dirección, por algo estuvo en la Isla del Burro, no fue exactamente por indolente, inconsciente o pusilánime.

En estos tiempos también de dificultades, cuando la corrupción hace estragos en sectores diversos públicos y privados, con peligrosas conchupancias, nos llama la atención las opiniones del ciudadano Contralor General de la República sobre el Nepotismo conceptualizándola en dos versiones opuestas: Negativo y positivo.

En la historia venezolana ha habido muchos desmanes con la Hacienda Pública, como un botín fue concebida por unos cuantos caudillos, de Gómez se dice que él consideraba a Venezuela su hacienda, y la cosa pública estuvo muy vinculada a la familia, sobre esto hay mucha tela que cortar, por ello no está de más recordar aquella vieja expresión romana "La mujer del César no solamente debe ser honesta sino parecerlo".

Las personas de cierta edad y que atesoramos viejas ideas socialistas, no comulgamos con algunas visiones de cierta "modernidad administrativa pública". Los dineros públicos son públicos y mientras podamos ser lo más transparentes ante nuestros ciudadanos, gana el funcionario y gana la República.

He leído algunas interesantes opiniones en este mismo portal sobre lo novedoso del planteamiento del Ciudadano Contralor, por ello dada su alta jerarquía y responsabilidad en la orientación ético-filosófica y jurídica del manejo hacendístico de la Nación, cobra alto relieve su reflexión.

Este tema del Nepotismo lo abordé en este portal el (15/01/2016) www.aporrea.org/actualidad/a221236.html.

A propósito de la Isla del Burro, hay que señalar que no siempre fue un lugar desagradable, probablemente perteneció al Marqués Francisco Rodríguez del Toro, propietario de aquella inmensa hacienda de caña de azúcar conocida como Mocundo entre Guacara y los alrededores. Donde por primera vez se emplearon camellos para el acarreo de la caña. Simón Bolívar, desde Bogotá el 19 de julio le escribe:

"Vd., me insta con demasiada razón porque vaya a Venezuela: este es mi deseo, mi querido marqués (…) Muchas gracias, querido amigo, por la bondad con que Vd. me invita a pasar algunos días en la isla del Burro: ¡qué más quisiera yo que estar juntos, retirados de los negocios y entregados a la caza, la pesca y el campo! Vd., se pierde a veces en el delirio de su amistad por mí…" (1)

LA REVOLUCION ES CULTURAL

Rafael Castro

"La hacienda Nacional no es de quién os gobierna. Todos los depositarios de vuestros intereses deben demostraros el uso que han hecho de ellos". (2)

1.- Bolívar Simón/Cartas del Libertador, Tomo VI (julio de 1827-1828) pgs.378-379/Banco de Venezuela/Fundación Vicente Lecuna/Caracas-1970.

2.- Bolívar Simón/Discurso ante la ciudadanía congregada en el Convento de San Francisco. Caracas, 2 de enero de 1814



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Rafael Castro

Especializado en Gestión Cultural. Colaborador y Fundador de Instituciones de la Cultura, en el Sector Público y Privado.

 racasce@gmail.com      @racas42

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