Desiderátum Apureño

Temperaturas y Elecciones

Durante el transcurso de las estaciones climáticas se producen cambios en la vida natural, el entorno geográfico junto con los seres vivos vegetales y animales manifiestan distintas transformaciones, según sea la latitud y altitud del lugar. Por ejemplo en las zonas donde hay cuatro estaciones y llega el invierno cubriendo de nieve los espacios territoriales, el frio obliga a la población a estar más tranquila y al abrigo para protegerse de las gélidas temperaturas, pero en las zonas tropicales, donde solo hay Dos Tiempos, las temperaturas son más altas durante mayor cantidad del año, ni siquiera el invierno enfría tanto el ánimo porque el Sol siempre se aparece después de la lluvia, en consecuencia pareciera cierto que también la sangre de los humanos en estas latitudes es más caliente, aunque en términos médicos aseguran que no es así.

Pero si bien los cambios climatológicos de alguna manera regulan las temperaturas atmosféricas, también las elecciones de cualquier tipo tienen sus efectos generadores de fiebres y calenturas, sin que sea necesario que éstas ocurran en tiempos de verano. Resulta pues que cada cierto tiempo las naciones del mundo eligen sus representantes gubernamentales y luego entran en un "descanso electoral" de pocos años hasta las proximidades del final de los períodos, con lo cual se aprovecha la "pausa comicial" para intentar normalizar la vida, aunque nunca dejen de existir las controversias por la resolución de demandas sociales. Sin embargo, en el caso de nuestro país la cosa es distinta, pues como aquí andamos en elecciones un año si y el otro también, incluso hasta de a Dos elecciones generales por año algunas veces, entonces no tenemos tiempo de descanso y consecuencialmente tampoco para regular las temperaturas humanas, algunas de las cuales acumulan tantos grados que llegan a equipararse con el calor de los volcanes.

Tales hechos anteriores que se hacen repetitivos, terminan en generar una conducta generalizada cuyas expresiones se denotan de muchas formas y hasta en el lenguaje se adoptan términos relacionados al respecto, uno de ellos es la locución inglesa Hot, que según entiendo significa caliente. Pues bien ya nos apropiamos de ella y su uso es común; por ejemplo: Hot line o línea caliente, que se refiere a llamadas donde Dos o más personas de diferentes (o igual) sexos intercambian palabras fogosas o de "muy altas temperaturas" al parecer. También están los Hot Dog o perros calientes, que es un alimento y no un animal furioso; y por otra parte, están de moda los Hot Rood, que son unos estrafalarios vehículos con motores expuestos de altas cilindradas y por tanto con mucho calor de combustión; en fin, la cuestión es que si de calentamiento global hablamos, son las elecciones quizá la génesis del problema porque son determinantes en los niveles "calóricos" de la población y es la población precisamente la que actúa para producir los cambios en el planeta… Es mi hipótesis obviamente.

Ahora bien, toda elección tiene su tiempo pre-electoral, por consiguiente son tiempos entonces de calentamiento previo, pero si hay impaciencia por el evento electoral inferimos entonces que también se produce una anormal elevación de las temperaturas en la gente y será por eso que vemos a diario a muchos actores partidistas echando chispas por los ojos y por la boca, es decir, furiosos; particularmente los que mayores ambiciones tienen en tomar el denominado "coroto" en disputa y sus más cercanos adláteres.

Allí entonces vemos como en la actualidad venezolana, donde además los abogados se han multiplicado más que las Chicharras en el mes Marzo, en los diferentes medios de comunicación van apareciendo centenares de constitucionalistas echándole más leña al fogón mediante las más inverosímiles interpretaciones de los artículos del texto magno y de tal o cual ley. A tales intervenciones no las descalificamos, puesto que ello forma parte del derecho a la libertad de expresión y al libre albedrio de cada cual; sólo nos llama la atención que una gran parte de tales argumentaciones van destinadas en acusar a las otras de manipuladoras, hacen el reclamo de sus derechos pero muy pocas nos hablan del cumplimiento de los deberes, es decir, las obligaciones que tenemos los ciudadanos, incluidas también en el texto constitucional y otras normas legales derivadas del mismo.

En fin, sin duda que los venezolanos atravesamos un momento complejo, al decirlo no estoy descubriendo la forma de tibiar el agua, pero a toda tormenta le sobreviene la calma y si bien el invierno tropical ocasionalmente cubre el firmamento con negros nubarrones que angustian la vida, regularmente también el cielo deja ver el arcoíris que agrada y emociona. Pudiera ser que quizá todavía nos hace mucha falta la comprensión sobre el equilibrio de la naturaleza para entonces moderar nuestra propia naturaleza humana, sobre todo la comprensión social acerca del equilibrio que deberíamos valorar entre los derechos y los deberes, entre las verdades relativas y las mentiras infames, tanto como en la exigencia de las responsabilidades ajenas y el asumir las propias. Si no logramos ese equilibrio, pasaran una, otra y muchas elecciones más sin que logremos hacer bajar las temperaturas corporales, con el riesgo de chamuscar las neuronas del cerebro o calcinar los ventrículos del corazón.



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Oscar Adolfo Alvarado

Licenciado. Vicepresidente del Consejo Legislativo del Estado Apure. Presidente de la Sociedad Bolivariana del Municipio Biruaca.

 desideratum_apure@yahoo.com      @oscaradolfopcv

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