Primero que nada antes de comenzar este articulo quiero dejar en claro que siempre he sido un hombre de pensamiento de izquierda, ¿Qué quiere decir ser de izquierda?, ser de izquierda para sintetizar la idea, es priorizar la política social alrededor del ser humano antes que nada, soy progresista pero adaptado a los nuevos tiempos, la cual es entender que antes una situación crítica como la que vivimos se debe dejar de lado la fanfarria ideológica por un momento y emplear las ideas o medidas sin colocarles apellidos.
El gobierno cuenta con asesores económicos que si bien no se duda de su preparación en la materia, son economistas que dan más espacio a la ideología que a la economía, es decir no son nada PRAGMATICOS, en mi opinión, la ideología y la economía no se llevan o como la religión y la ciencia siempre enfrentadas a través de la historia.
Tenemos a ALFREDO SERRANO MANCILLA, profesor MARXISTA español, simpatizante del partido Podemos liderado por PABLO IGLESIAS, es coordinador del centro de estudios de políticas sociales (CEPS) que realiza consultorías políticas, y responsable de las últimas medidas "sociales "del gobierno, como la AGRICULTURA URBANA y otras medidas que ya conocemos.
Por otro lado tenemos al recién designado ministro de industria y comercio CARLOS FARIAS sucesor de MIGUEL PEREZ ABAD empresario, además familiar del funcionario en ejercicios JESUS FARIAS. Formado en la EX UNION SOVIETICA y miembro del partido comunista, un hombre ideológicamente cultivado.
Es decir son economistas pero más IDEALISTAS que otra cosa se basan más en teorías UTOPICAS que ya conocemos, que en realidades. Pienso que en estos momentos oscuros se debe dejar de lado los radicalismos ideológicos y ser un poco más pragmáticos en lo económico, en Venezuela estoy seguro contamos con brillantes economistas que el gobierno debería escuchar con más atención, las distintas opiniones no hacen daño amplían más la visión del panorama, ojala el PRESIDENTE tomara en cuenta algunas de estas recomendaciones bueno ¡AMANECERA Y VEREMOS ¡