Hoy día las estrategias han pasado de ser una táctica del gerente, a formar parte de las competencias de una organización. Antes estaban atada, en tiempos de Drucker, a un modelo de administración por objetivos que buscaba horizontalizar las relaciones internas de las organizaciones; actualmente se tienen modelos matriciales de competencias, esquemas vinculantes múltiples y hasta se menciona las funciones interconectadas con la realidad y con la visión futura en que se concibe podría llegar una organización hasta convertirla en una estructura autopoiética o mejor dicho, auto productora de todo cuanto le interesa e importa para ser operática, eficaz y eficiente, en contextos de la complejidad.
Los nodos de problemas (entendiendo por nodo es un espacio en el que confluyen parte de las conexiones de otros espacios reales o abstractos que comparten sus mismas características), relacionados con la planificación estratégica, hoy día tienen que ver con la capacidad de adaptación de las organizaciones con los procesos de transformación y cambios que se dan producto de la dinámica social y del manejo de recursos tecnológicos para potencializar la capacidad de respuesta de las organizaciones.
En este sentido, el futuro solamente es posible si se asume la planificación estratégica como parte integral de las acciones cotidianas de las organizaciones. No puede seguir apreciándose como una figura asistencial, complementaria o de emergencia; lo estratégico debe estar inmerso en el día a día de las organizaciones, las cuales dejan de ser estructuras mecánicas que vegetan en razón de bienes y servicios, para convertirse en estructuras inteligentes, que promueven el liderazgo y crean grupos de redes, bajo la figura de la motivación y el desarrollo efectivo de las metas en beneficio del interés de la organización y bajo la condición, básica y fundamental, de coadyuvar al cuidado del medio ambiente. Se les llama a estas organizaciones, organizaciones sustentables, pero aún el ingrediente operativo permanente de las herramientas de diagnóstico y retrospectiva de la planificación estratégica, no se ha vinculado con este modelo de organización moderna. La influencia del paradigma sistémico subyace en la concepción y conceptualización de la organización como entidad.
En este aspecto, valga la postura de E. Schein, en su ensayo "The Three Cultures of Management: Implications for Organizational Learning" (en Sloan Management Review, 2006), donde dice que la organización constituye un sistema artificial, diseñado por el hombre para alcanzar objetivos (sistema finalista); en constante intercambio de recursos con su entorno (sistema abierto); que precisa de un sistema de retroalimentación que proporcione la información necesaria para controlar las desviaciones de su conducta en relación con los objetivos perseguidos (sistema cibernético); integrada en un sistema de orden superior y formada por diferentes subsistemas (sistema jerárquico). La organización como una asociación consciente, de carácter cooperativo, que se distingue por las siguientes características: Existencia de unos objetivos, presencia de una autoridad, jerarquía y funciones de los miembros, distinción entre miembros y no miembros, diferenciación entre la organización y sus miembros, tendencia a perpetuarse, creación de procedimientos de actuación nuevos, y existencia de problemas de distribución.
Desde una perspectiva, que resalta su dimensión eminentemente humana, conciben la organización como centros sociales, productores de valores y éticas, depósitos de integridad y cultura y diseñadores de procesos y relaciones. Es evidente que, desde estas visiones, la organización se basa en la interrelación e interdependencia armónica y sinérgica de recursos humanos, materiales, financieros e informacionales, de procesos y acciones estratégicas, tácticas y operativas, sustentada en cuatro procesos cardinales, planificación, organización, dirección y control, para la consecución de objetivos comunes de sostenibilidad e integridad, en concordancia con su entorno.
En concreto, en el ahora histórico de la teoría organizacional y gerencial, estamos ante la planificación estratégica inteligente, la cual no es más que el cambio del modelo de complementariedad conque ha sido asumida por los expertos asesores en las organizaciones, con un modelo de competencia, de función activa en todos los procesos de la organización. Es un asunto de debate, de reflexión y creación, buscando nuevas dimensiones desde donde entender el trabajo gerencial y el manejo pertinente de las ideas, al servicio de la sociedad como auto generadora de sus tácticas de solución y respuesta, en un contexto complejo y en constante caos.