Si en Venezuela no hubiese ocurrido lo que ocurrió un 11 abril del 2002, nadie tendría razones para sospechar que el 1S 2016 la MUD busca promover escenarios de desestabilización política y de violencia de calle para derrocar a un gobierno electo en las urnas al que no han podido derrotar legal y políticamente.
Si en Venezuela no hubiesen ocurrido en 2014 las guarimbas, que dejaron más de 40 muertos y cientos de heridos, después que uno de los jefes más connotados de la oposición activara La Salida, nadie tendría razones para sospechar de la legitimidad de quienes dirigen a la MUD a convocar "movilizaciones pacíficas" de los que adversan al gobierno chavista de Nicolás Maduro.
Si Henry Ramos Allup, actual Presidente de la Asamblea Nacional, no hubiese declarado públicamente asumir la Directiva de la AN (enero 2016), que en 6 meses sacarían al Presidente Nicolás Maduro de la Presidencia, hoy pocos podrían cuestionar el carácter democrático y constitucional de este dirigente de la MUD que es uno de los que lideriza la Toma de Caracas el 1S.
Si no supiéramos que, más allá del derecho legítimo que tienen los que se oponen al gobierno a solicitar el referendúm al presidente Maduro y a movilizarse para ello, existen factores internos agrupados en la MUD que le hacen el juego a los poderes trasnacionales que apuestan a desplazar el chavismo del poder para reapropiarse de la riqueza petrolera que pertenece a todos los venezolanos, no tendríamos razones para sospechar que el 1S podrían intentar reeditar la violencia que justifique la intervención externa.
Si no supiéramos que Venezuela está sometida a un asedio externo y que el objetivo es desplazar el chavismo del poder a como de lugar, no tendríamos razones para sospechar que la Toma de Caracas del 1S esconde propósitos inconfesables de una oposición fascistas y dispuesta a seguir sacrificando vidas de inocentes para conseguir sus mezquinos propósitos.
Si no supiéramos que los enemigos del chavismo son capaces hasta de lo inimaginable por desterrar a Chávez, sus logros y su memoria del pueblo, no estaríamos convencidos de que el 1S volverán a despreciar la paz, la convivencia y la democracia que todos los venezolanos anhelamos.
