¿Qué esperar de la derecha? ¿Qué hacer? ¡¡Aprender para avanzar!!

Nuestra Historia es abundosa en resistencias y revueltas, uno imagina a nuestros ancestros indios enfrentando a aquellos extraños hombres barbudos con filosas espadas, y artefactos ruidosos y mortales que irrumpían en la tranquilidad selvática montados en unas poderosas bestias, y, acompañados además de unos mastines cuyas mandíbulas aceradas desgarraban a sus víctimas. Sin embargo, vencido el asombro nuestra familia originaria con su precaria tecnología enfrentó a los invasores hasta morir en combate O en los crueles empalamientos.

Más tarde, los negros cazados cual animales en los pueblos de la costa Atlántica africana y vendidos como esclavos a los plantadores de América, reaccionaban y muchos de ellos se fueron a los Cumbes y Cimarroneras, bregando sus propias libertades, otras veces, en los tiempos emancipadores atendiendo discursos libertarios, de retaliación y venganza contra sus antiguos amos mantuanos esclavistas, se integraron a las fuerzas del rey, después empezaron a formar parte del bando de los republicanos independentistas, en un complejo y doloroso proceso de aprendizaje político.

La prolongada guerra de la independencia y la temprana muerte del Libertador en momentos de alta pugnacidad política, y derrumbe del sueño integrador suramericano abrió las compuertas de cruentas guerras sociales, que en el caso venezolano se extendió hasta finales del siglo XIX.

Y es precisamente en ese Siglo, que descuella Juan Vicente González, político, diputado, periodista de fuste que sin tapujos, y sin melindres revela desde los medios donde escribía la postura político-ideológica de su clase social. La Derecha disponía así de un gladiador intelectual para enfrentar cualquier movimiento que impulsara cambios sociales, revoluciones o justicia social.

En un notable Ensayo sobre este personaje, Eduardo Arcila Farías, nos ofrece una visión que nos ayuda a entender nuestro pasado histórico. Sin caer en comparaciones mecanicistas, pienso en la pertinencia de valorar a estos ideólogos que fueron conformando el Pensamiento Político de la Derecha nativa, hasta este siglo XXI.

"Como militante político-nos dice Arcila Farías-perteneció al grupo más conservador. Temperamento apasionado, fogoso, de una imaginación calenturienta, desconocía la moderación, y por eso se significó como el más extremista de los conservadores, defensor de las instituciones clásicas, de la propiedad privada, de la familia y del Estado, como él mismo insistía. Se cerró a toda reforma predicando la guerra más cruda e intransigente contra los reformadores, que portaban el estandarte liberal". (1)

Entre los años 1959-1998, las agrupaciones políticas que integraron el Pacto de Punto fijo, utilizando el estandarte de la Democracia Representativa enfrentaron a sangre y fuego a los grupos políticos y sectores sociales que se plantearon cambios en la sociedad política, justicia social y soberanía. Este periodo de genocidio de nuestra población venezolana, no tenía otra finalidad que atender la política anticomunista implantada por el imperialismo norteamericano y el gran capital.

En el siglo XIX, Republicano, la apropiación y acumulación de la tierra era la aspiración de los antiguos sectores dominantes y los nuevos surgidos de la guerra independentista. Las acciones de estos terratenientes de viejo y nuevo cuño, cuyas propiedades históricamente han sido de difícil justificación, derivaron en graves desigualdades sociales, y, las inevitables revueltas no se hicieron esperar. En este contexto se inscribe la Guerra Federal, ferozmente atacada por éste antiguo niño expósito, partícipe luego de la mesa Mantuana.

"El método que predicó para combatirlos se comprende hoy mucho mejor de lo que pudo ser en su tiempo. Su tesis era, que a los federales y a sus simpatizantes había que desplazarlos de todos puestos públicos donde estuvieran y obligarlos a cargar con los gastos que la lucha ocasionaba expropiándolos o estacionando las tropas en sus haciendas para que de ellas sacasen lo necesario para la alimentación, y en todo caso impidiendo que los rebeldes y sus amigos usufructuaran de sus bienes (…)en tiempos de guerra el orden constitucional no puede ser sostenido sino con peligro para la Constitución que se trata de conservar y para el mismo país. En el caso de una rebelión como la Guerra Federal, el gobierno se encontraba en una enorme desventaja frente a los revolucionarios, pues en tanto éstos podían obrar con entera libertad, aquél tenía que ajustar sus movimientos a los límites constitucionales"(2)

Ahora bien, en la segunda década del Siglo XX, se produce el "reventón petrolero", desde entonces comenzamos a deslizarnos en aceite, el gobernante de turno le pone los grilletes a Venezuela de la nueva economía, las empresas petroleras norteamericanas y europeas nos imponen la condición de mono productores y nos atan al vagón del consumo de bienes importados. Para ello fue necesario contratar a los cancerberos para el control del "patio "y es precisamente el liderazgo central del Pacto de Punto fijo, los encargados de esa tarea.

El caso es, que en nuestro siglo XXI, los herederos políticos, de aquella bochornosa dirigencia, quieren recuperar todos los segmentos del poder político y económico apoyado por las aves de rapiña transnacionales que agresivas revoletean poniendo en peligro nuestra institucionalidad republicana, y la posibilidad de avanzar en la construcción de un Proyecto Político, de verdadero humanismo como lo es el Socialismo.

No ignoramos, nuestras debilidades y deficiencias, la estructura ideológica capitalista ha hecho su trabajo (es su naturaleza) un modelo no se cambia de la noche a la mañana (este es un tema para la discusión permanente, pero no para este articulo). Los ciudadanos y ciudadanas, que tratamos de informarnos, que leemos algo, que oímos y nos comunicamos con nuestros compatriotas, que vemos nuestro entorno, que no tenemos ningún interés en engañarnos y engañar a nadie, que lo que ocurre más allá de nuestras fronteras no nos es ajeno, que somos críticos, pero no confundidos, que nadie nos puede echar de un empleo, que no andamos tras un cargo: que desde muy jóvenes hemos sido estigmatizados por la Derecha: estamos convencidos que la Derecha en cualquiera de sus modalidades lo que le ha ocasionado a la humanidad ha sido desigualdades, hambre, pobreza, miseria, racismo, exclusión, guerras, corrupción y en general perdida de libertades y soberanía, al menos es lo que hemos observado en nuestro modesto acercamiento a la experiencia histórica mundial.

LA REVOLUCIÓN ES CULTURAL

1.-Arcila Farías, Eduardo/Historia de la Soberbia y Otros Ensayos/p, 137/Universidad Central de Venezuela/Caracas, 1963.

2.-Ibid, págs., 143-144



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Rafael Castro

Especializado en Gestión Cultural. Colaborador y Fundador de Instituciones de la Cultura, en el Sector Público y Privado.

 racasce@gmail.com      @racas42

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