Otra vez la población de nuestro país supera varios días en un ambiente de expectación e intranquilidad, por estar pendientes de los anuncios que expresan los Dos sectores mayoritarios de la actividad política nacional. De un lado los dirigentes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), asumiendo una actitud aterrorizante y sepulturera (que no cambia), divulgaba por diversos medios de información la marcha de protesta contra el Gobierno, que según los más furibundos de ellos sería: ¡la Batalla Final…! Para tal fin contaban con toda una inmensa plataforma mediática, nacional e internacional, donde las redes sociales ocuparon un importante espacio, no tanto para convencer o invitar a sus seguidores, sino más bien para estimular los grupos violentos e inducir el temor, el desasosiego y la zozobra entre la ciudadanía.
Por la otra parte quienes militamos agrupados en el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (GPPSB), estando conscientes que enfrentamos en el presente una coyuntura de dificultades económicas promovidas por el poder imperial, situación ésta que necesitamos superar para el bienestar de la ciudadanía; valoramos entonces los esfuerzos del Gobierno –en todos sus niveles- activando diversos mecanismos resolutivos, aunque algunos de ellos se han tenido que reformular porque los factores desestabilizadores los anulan y hasta hacen fracasar. Sin embargo, como ya conocemos el talante violento de la ultraderecha, estamos obligados a estar pendientes que no vuelvan a sucedernos episodios violentos como el de Abril del año 2002, Diciembre del mismo año y las guarimbas subsiguientes, que ocasionaron bastantes crímenes. A tal fin hemos activado con mayor pertinencia la movilización de nuestra militancia para levantar las banderas de la concordia, la tolerancia y la coexistencia pacífica entre todos; también para demostrar que somos muchos más y que no abandonamos ni renunciaremos a nuestro empeño de vivir en Democracia y en Paz, en consecuencia hicimos los esfuerzos y logramos disuadir a los fanáticos de las organizaciones más reaccionarias, quienes realmente son una minoría entre la oposición pero desgraciadamente imponen su agenda anarquista y violenta sobre la mayoría de la MUD.
Ahora bien, así como hubo la expectativa del día primero de Septiembre con la marcha de oposición en la ciudad capital de la República, la cual afortunadamente se desarrolló en paz, pues los pocos grupos periféricos que actuaron violentamente fueron controlados con prontitud. Se pudo superar la tensión porque en los últimos días de Agosto fueron develado planes violentos y capturados algunos individuos, vinculados a organizaciones partidistas de oposición, con armas de guerra y materiales explosivos, lo que demostró la actitud anarquista de esos grupos en su conjunto, aunque otros dirigentes insistían en asegurar que sus planes eran totalmente pacíficos… pero como esos mismos actores en el pasado alegaban similares argumentos que resultaron falsos, además había tantas características parecidas con episodios nefastos, entonces el refranero popular nos advertía que: "Al que lo mordió Macagua, al ver un bejuco le para el pelo". En consecuencia al gobierno para mantener el orden no le quedó otra alternativa que actuar con las medidas legales necesarias, incluso extremas, para responder y actuar de acuerdo a las circunstancias que pudieran surgir según los precedentes y personajes suficientemente ya conocidos… Cosa que resultó muy efectiva para la tranquilidad ciudadana.
Desde el Gran Polo Patriótico, no podíamos ignorar que los casos de Zelaya en Honduras y Lugo en Paraguay, todavía se respiran en el ambiente latino; además que los intentos contra Rafael Correa en Ecuador y Evo Morales en Bolivia, son una amenaza latente que junto con el caso de Venezuela, son alimentados y alentados desde Estados Unidos y Europa con la finalidad expresa de materializar el golpe de Estado, al igual que lo acaban de lograr este último día de Agosto 2016 contra Dilma Rouseff en Brasil. Al expresar estas inquietudes seguramente desde la oposición pueden señalarnos de exagerados y pretender ellos que los venezolanos seamos incautos, pero como "del dicho al hecho existe bastante trecho", tendríamos que citarles una frase del poeta alemán Bertolt Brecht, quien aseguraba: "El que no conoce la verdad es simplemente un ignorante. Pero el que la conoce y la llama mentira, ¡ese es un criminal!"
Particularmente quienes actúan y forman parte dentro la agenda de violencia para derrocar al Gobierno y asumir el poder político, podrán argumentar falsamente el pacifismo y reclamar contra las actuaciones de las autoridades, sin embargo, la inmensa mayoría del pueblo venezolano, en todos los sectores de opinión, sean de derecha, centro, izquierda o independientes, no desean en lo absoluto otros episodios de terrorismo y crímenes; la generalidad lo que anhela es resolver las carencias y las dificultades, cosa que sólo es posible lograr mediante la activación general del pueblo con los instrumentos que ofrecen las leyes y la democracia, siempre y cuando haya paz y tranquilidad que permita la libre confrontación de las ideas y la discusión sensata entre contrarios respetuosos de las normas existentes.
Es indudable que aquellos grupos animados por la violencia no aspiran a otra cosa más que conducir a los demás hacia la guerra y para ello seguirán intentando otros métodos, pero también estamos convencidos que con organización y el pueblo movilizado prevalecerá la paz que desean las mayorías, además con ello revalorizamos la expresión de Simón Bolívar cuando en medio de la guerra de independencia anhelaba finalizarla diciendo: "De la paz se debe esperar todo, de la guerra nada más que desastre." Incluso por si alguien desprecia las frases bolivarianas también podemos rescatar la de un presidente norteamericano, John Fitzgerald Kennedy (por cierto asesinado) quien afirmaba: "El hombre tiene que establecer un final para la guerra. Si no, la guerra establecerá un final para la humanidad."
En fin, quienes están interesados en que nuestros pueblos de Latinoamérica retrocedan en sus conquistas y retornen al neocolonialismo, para entonces ellos volver a usufructuar los inmensos recursos naturales que aquí existen (a la vez que también explotarían y degradarían al ser humano), van a seguir atizando una guerra civil en Venezuela porque con su sofisticado arsenal militar pueden destruir masivamente y apoderarse de lo que con mecanismos diplomáticos amañados (verbigracia OEA) no han podido obtener. Dependerá de nosotros todos la permanencia de la democracia y la paz, por lo cual no está de más mantenerse alerta y movilizados permanentemente, aunque… ¡al ver un bejuco se le pare el pelo!