No son diez ni veinte las panaderías de la Gran Caracas que han decidido declararse en rebeldía persistente para no fabricar el pan canilla o aquel otro que la población en general compraba todos los días del año sin problema alguno, es que son todas, al menos las que hemos visitado este último fin de semana en el este del este de la ciudad de Caracas, específicamente las que operan en las urbanizaciones Macaracuay, El Llanito, La California Sur y Norte, El Marqués, La Urbina y Terrazas del Ávila, en donde observamos en las dos oportunidades que las visitamos (mañana y tarde), que las colas que hace el público a la espera de que les vendan el preciado producto no solamente eran muy largas, sino que demandaban de la gente demasiada paciencia hasta que el bendito pan saliera del horno y sus dueños y/o encargados resolvieron sacarlo a la venta.
En cada sitio conversamos con buena parte de las personas que estaban haciendo su cola y fue general no solamente la molestia de todas ellas con los dueños de las panaderías, sino que fue casi unánime la convicción de que ese problema es parte de una planificada acción sediciosa del sector panadero en su conjunto, pues ninguno podía entender que si en las inspecciones que ha venido haciéndoles el SUNDDE, algunas de las cuales -inclusive- han sido transmitidas en vivo por la televisión, se ha podido verificar que en todos los casos los inspectores han encontrado almacenada materia prima en cantidades suficientes como para producir regularmente el pan requerido por la población, ello no suceda, de donde es dable inferir que esa percepción de amotinamiento general que se tiene, es real y, por tanto, se trata de una conducta delictiva inducida, como parte de la guerra económica desatada por los sectores golpistas de la oposición para desestabilizar la institucionalidad del país.…
¿Cómo ponerle coto a ese plan sedicioso del gremio de los panaderos?
Ante esta interrogante, las personas que hacían su cola y a las que nos acercamos (en total algo más de veinte), fueron sumamente contundentes al decir que es necesario hacer presión para que el Estado actúe con mayor rigor frente a esa conducta, sin duda alguna, delictiva de los panaderos, pues nos agregaron que ya queda suficientemente claro que no basta con arrestarlos por uno o dos días y aplicarles una multa y san se acabó, pues hasta ahora, como es posible comprobarlo con multitud de casos que esas personas dijeron conocer, esa estrategia no ha dado resultado alguno.
Es necesario que se apliquen, nos agregaron, sanciones mucho más duras, como -por ejemplo- ordenar el cierre de las panaderías por los lapsos máximos que permitan las leyes y si éstos resultan que son demasiado cortos, dentro del Estado de Excepción y de Emergencia que habilita al Presidente Maduro a adoptar las medidas económicas que fueren necesarias para superar la crisis económica que hoy padece el país, cuya prórroga por seis meses adicionales la aprobó la AN el pasado 13 de septiembre, que se dicten las medidas necesarias que amplíen esos tiempos y que, además, incluya otro tipo de sanciones, igualmente bien duras, que coadyuven a superar este grave problema que atenta contra el pueblo de manera bárbara y que ha llegado ya a niveles totalmente inadmisibles…
