Para un "cardenal blanco" un "Papa Negro"

"Lo que yo os digo en la oscuridad, decidlo vosotros a la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde los tejados" (Mateo 10,27)

No es lo mismo que el Papa Francisco hubiese designado solamente a Baltasar Porras como cardenal si no hubiera procedido a designar – paralelamente - como máxima autoridad y Superior de la Congregación General de la Compañía de Jesús, al sacerdote Arturo Sosa Abascal lo cual nos permite conceder el beneficio de la duda al más alto prelado del Vaticano y también por aquello de infalible.

No todas las decisiones de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana vienen por vía del azar o sin el consentimiento del Espíritu Santo; al contrario, lo que ha permitido la continuidad y la proyección del mandato de Jesús sobre la tierra es el mandato al apóstol Pedro: "Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las fuerzas del infierno no podrán contra ella" (Mateo; 17,16). Es la prudencia y la consulta hecha poder, con las llaves del Reino para la toma de decisiones.

Si bien para muchos Baltasar Porras y Arturo Sosa pudieran parecer "caimanes de un mismo charco", la realidad nos indica que no es así y sus antecedentes, los cuales están a la vista de todos los venezolanos, nos revelan todo lo contrario porque retratan su conducta a luz de los hechos o como dijo Jesús de Nazaret: "por sus frutos los conoceréis" (Mateo; 7, 16).

Antecedentes abundan en el apostolado de ambos curas, a quienes ha ido colocando la Iglesia en responsabilidades mayores por encima de una cúpula, donde las posturas han estado muy cercanas a la política de nuestro país.

Por las calles de Mérida se pasea un fantasma "color púrpura "con anécdotas y leyendas acumuladas en el tiempo, escondidas entre zaguanes, columnas y muros ancestrales para exclamar como dijera mi abuela Raquel (alma bendita) allá en los andes; ¡si las paredes hablaran!

Desde los pasillos de Montalbán y en las cuartillas de la Revista "SIC" del grupo Gumilla, se acumulan testimonios de un sacerdote de gran pedigrí, desprendido de sus riquezas de cuna, quien almorzaba con los pobres de los barrios de La Vega, pero de quienes se desprendió poco a poco, para saltar "de repente y tal" como "Papa negro" a los mármoles de la Capilla Sixtina en Roma; es decir, volver a sus orígenes.

Por su parte, en su primera entrevista desde Panamá (a donde viaja con frecuencia en revisión de cuentas bancarias) el nuevo cardenal - ex arzobispo de Mérida - de quien por cierto, pasó sin pena ni gloria la noticia de su nueva designación, se oyeron sus lamentos adecos de la realidad del país y de los estragos que la actual "dictadura madurista- chavista" ha causado en un pueblo que clama por su libertad.

Más allá del Atlántico, al norte del Mediterráneo y desde el propio Vaticano, el "Papa Negro", como Poncio Pilatos y siguiendo el parafraseo de CAP (alma bendita) de "ni lo uno ni otro sino todo lo contrario", expresaba que "la oposición al igual que el Gobierno, no tienen un proyecto distinto para salir de la situación actual del país"…

El tiempo se encargará de poner las cosas en su lugar. Si desde los púlpitos y los altares de las más apartadas iglesias del país, se imponen pastorales cargadas de politiquería, renacerá la iglesia dormida o la iglesia de los pobres desde las catacumbas, a reclamar sus espacios como lo predica el padre jesuita Numa Molina desde la esquina de San Francisco.

Todo indica - como lo dijera recientemente Diosdado Cabello, vicepresidente del Psuv - que al nuevo cardenal se le olvidó que una inmensa mayoría de los venezolanos es chavista pero también católica.

Igualmente podemos afirmar que a pesar de salir en defensa del púrpura Baltasar, algún prelado "motolito", la gran mayoría de obispos y curas de parroquia de nuestro país guardan silencio por aquello de la obediencia a la iglesia.

En este sentido también es bueno decir, que a pesar de la ambición por el poder y otras tentaciones, los curas no son castrados políticamente y también saben dónde está el corazón de Jesús quien amó a los pobres y los proclamó en las bienaventuranzas del Evangelio.

En verdad en verdad os digo que en este mundo de cómplices, cualquier tuerto puede ser rey. Si bien la acción del "Papa Negro" es más universal no por ello dejará de poner el ojo en su ganado y también, en el comportamiento de los púrpura venezolanos; de ellos, uno pasará al reposo del guerrero, aunque también su voto es importante y cuenta a la hora de ver el humo blanco en El Vaticano.

La Teología de la Liberación, la cual de vez en cuando desempolva el Papa Francisco para olvidar su pasado y las buenas relaciones con el dictador de Argentina - "el flaco" Videla (Operación Cóndor) - no debe ser invocada, tampoco debe servir como instrumento para justificar golpes de Estado en Venezuela, como ocurrió en un pasado reciente con Chávez (obispos de la iglesia en el célebre 11 de abril), allí también fue actor principal el recién nombrado cardenal.

El espíritu de muchos sacerdotes, quienes como el padre Camilo Torres y monseñor Arnulfo Romero se pasean en silencio por la iglesia venezolana y latinoamericana, pudieran resucitar de nuevo, si el recién designado cardenal se atreve a irrespetar el estado de derecho y la soberanía del Estado venezolano.

Mientras el Papa Francisco mueve sus nuevas fichas de la Iglesia Católica y Apostólica en Venezuela, los seguidores de Jesús siguen abrazando la fe también en miles de iglesias cristianas que consagra la Constitución.

La CEV clama por diálogo en Venezuela pero dentro de ella también debe haber diálogo. Se podrán desatar los tambores de guerra de Baltasar pero ya no encontrarán eco ni en una MUD en decadencia, ni en una Asamblea Nacional en desacato; así se retrate el cardenal con el mismísimo Ramos Allup y reciba la bendición del "Papa Negro", pues ya no habrá misa de gallos a la media noche.

La CEV recuerda: "Como ciudadano, el sacerdote debe cumplir sus deberes y contribuir al bien común y ser modelo en este cumplimiento; pero en cuanto a la acción política de los partidos en su lucha por el poder, deben mantenerse al margen, porque su misión le exige ser centro y factor de unidad y para poder con libertad, discernir e iluminar la acción política a la luz del Evangelio y de la doctrina social de la Iglesia…"

"Recordamos,… que una actividad política del sacerdote no es nunca de exclusiva responsabilidad personal, porque siempre, de un modo u otro, toca y envuelve a toda la Iglesia". (Misión Política de la Iglesia; Cesáreo Gil, pág. 356)

El nuevo cardenal tiene la palabra con la venia del "Papa Negro" desde El Vaticano, porque el "Papa Blanco" Francisco ya se pronunció y ahora lo pone a prueba frente a la Iglesia del pueblo venezolano… ¡Amén!

¡Amanecerá y veremos!



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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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