El País al Revés

EL PAÍS AL REVÉS

¡Vayan pasando!

¡Entren en la escuela del mundo al revés!

¡Que se alce la linterna mágica!

¡Imagen y sonido! ¡La ilusión de la vida!

¡En obsequio del común lo estamos ofreciendo!

¡Para ilustración del público presente y buen ejemplo de las generaciones venideras!

¡Vengan a ver el río que echa fuego!

¡El Señor Sol iluminando la noche!

¡La Señora Luna en pleno día!

¡Las Señoritas Estrellas echadas del cielo!

¡El bufón sentado en el trono del rey!

¡El aliento de Lucifer nublando el universo!

¡Los muertos paseándose con un espejo en la mano!

¡Brujos! ¡Saltimbanquis!

¡Dragones y vampiros!

¡La varita mágica que convierte a un niño en una moneda!

¡El mundo perdido en un juego de dados!

¡No confundir con las groseras imitaciones!

¡Dios bendiga a quien vea!

¡Dios perdone a quien no!

Personas sensibles y menores, abstenerse.

(Basado en los pregones de la linterna mágica, del siglo dieciocho)

Pues así está el país, o por lo menos así lo sentimos la mayoría de los venezolanos; todo está al revés. Un gobierno que no gobierna, una oposición que no se opone, un movimiento revolucionario que no sabe dónde queda la derecha y donde queda la izquierda y, un pueblo que todavía quiere creer, a pesar de las inconsistencias y pérdida de credibilidad que tienen quienes se autoproclaman sus líderes. En medio de este caos, está la carga de un tiempo histórico que nos recuerda de donde partimos y para donde debemos ir, pero es innegable que se nos perdió el camino necesario para transitar en la dirección histórica correcta que como pueblo requerimos. Como llegamos a este caos? Por qué llegamos aquí? Que debemos hacer para encontrar el camino y el impulso de la revolución bonita?

Solo podremos dar respuestas a estas interrogantes, si como pueblo nos encontramos en un multidialogo, no el dialogo de cúpulas que es lo que está planteado. No. Es necesario un multidialogo donde el pueblo trabajador y consciente de su papel como actor o agente de cambio, ejerciendo múltiples estrategias de poder, partiendo de las que están contempladas en el marco legal que nos dimos en el proceso de cambio revolucionario, desde la Constitución hasta las diversas leyes relacionadas con el poder popular incluyendo la Ley Orgánica de Contraloría Social, se logre reorientar el rumbo perdido y desde su seno se construya una nueva referencia política que levante la moral y el espíritu de lucha revolucionaria.

Esta acción amerita trabajar por parir un nuevo REFERENTE POLÍTICO REVOLUCIONARIO, pero también plantea canalizar el duelo, lo que implica reconocer, condenar y castigar en el marco de la legalidad los múltiples errores que pudiéramos calificar de neurálgicos y por ende imperdonables en un proceso revolucionario, me refiero al escandaloso y vergonzoso desfalco a la nación estimado en aproximadamente más de 300.000 millones de dólares americanos[1], es decir, que la gran fuga delictiva de capitales jamás ocurrida en nuestro país, se dio lamentablemente, durante el periodo de control cambiario- Cadivi, sin que hasta los momentos exista voluntad política para investigar y castigar a los culpable (ver denuncias formuladas por la Plataforma para la Auditoria Pública y Ciudadana en la página de Aporrea.) En este mismo orden de ideas está el Decreto 2248 que crea el Arco Minero del Orinoco, decreto este a todas luces abiertamente anticonstitucional y profundamente lesionador de la soberanía nacional. De igual modo tenemos que referirnos al tema de la deuda externa venezolana, la cual si sumamos la deuda de PDVSA asciende a una cantidad total cercana a los 200.000 millones de dólares americanos, deuda esta contraída en el período de mayor auge petrolero, colocando a PDVSA de cara al futuro inmediato en prácticamente de rodillas a los denominados "fondos buitres" sin que para evitar esa situación se tenga una posición claramente digna y definida.

Ante estos hechos, que lo menos que generan es una profunda indignación y malestar general, quienes desde el proceso revolucionario hemos levantado nuestra voz de crítica y alerta, continuamos siendo, en medio de este desorden y perdida de referentes, calificados de hacerle el juego a la derecha, pero más allá de ese infantil ataque, la pregunta que nos hacemos es: quien le hace el juego a quién y a qué? Como entender la crítica y la rectificación revolucionaria, cuando desde el gobierno y el PSUV, no se ha hecho absolutamente nada para evitar llegar a la situación que tenemos? Es que los responsables de que la MUD ganara la mayoría calificada en la Asamblea Nacional somos los que hemos asumido una posición crítica? O por el contrario, la responsabilidad está en esa dirigencia del PSUV incapaz de comprender lo que viene ocurriendo en el país y la enorme cuota de responsabilidad que tienen en ello. Pienso que a esa dirigencia le está ocurriendo lo mismo que le pasó a la decadente dirigencia adeco-copeyana, es decir, que sin darse cuenta fueron de forma progresiva y sostenida perdiendo todo apoyo popular y, no les quedó de otra, dentro de su comprensión y visión del fenómeno político y sus intereses de clase, que tener que violar permanentemente el marco constitucional para poder mantenerse en el poder.

Quienes hemos asumido la defensa de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, lo hacemos no por un hecho de oportunismo político como en efecto lo vienen realizando algunos sectores de la derecha venezolana, ya que no se trata de que somos nosotros los que coincidimos o le hacemos el juego a esa derecha, de lo que se trata es que, nos guste o no, la derecha viene ocupando espacios de poder porque la dirigencia política seudo-revolucionaria y seudo-chavista así se lo ha permitido, y siendo coherentes con lo que pensamos, decimos y hacemos, el respeto a la constitución forma parte de una lucha política necesaria y obligante para los sectores revolucionarios y chavistas, es lo que nos permite conjurar cualquier hecho de violencia extrema en este caos que estamos viviendo, aunque, lamentablemente la derecha que tanto negó y vilipendio a nuestra carta magna, coincida en su defensa porque para ellos de lo que se trata es de una política de conveniencia pragmática.

En este país al revés, consideramos que es necesario construir un multidialogo por lo que solicitamos al representante del Papa que se siente a dialogar y a escuchar al país que no forma parte ni de la MUD ni del PSUV, necesitamos que entiendan que existe un grueso importante de los venezolanos y venezolanas que no nos sentimos representados en esas dirigencias, ni en la forma clientelar y maniquea que tienen ambos de hacer política, y que es imposible reconstruir y encontrar el camino perdido si no se toma en cuenta al pueblo que a fin de cuentas es el verdadero sujeto de transformación.

En este país al revés, necesitamos y exigimos que se restituya el camino democrático que tiene el pueblo en su derecho político electoral de activar el referéndum revocatorio o confirmatorio del mandato presidencial.

En este país al revés, necesitamos y exigimos que el Consejo Nacional Electoral, asuma con responsabilidad su función como árbitro imparcial, para garantizar los derechos políticos que tienen los venezolanos y venezolanas en su ejercicio de elegir y ser elegido en funciones públicas, nos referimos al caso de la confiscación de las elecciones regionales que debieron haberse planificado para su realización antes de que finalice este año y como sabemos, el CNE las pospuso para el primer semestre del año 2017.

En este país al revés, necesitamos y exigimos que no se siga hablando en nombre del pueblo y se siga descargando sobre los hombros de este, la profunda crisis de carácter económica que actualmente embarga al país, que paguen la crisis quienes la generaron. Que se recuperen los capitales delictivos fugados, que se le confisquen los bienes a los corruptos. Que se realice la auditoria pública y ciudadana contra el desfalco a la nación.

En este país al revés, exigimos que se anule el Decreto 2248 sobre el Arco Minero del Orinoco y el país asuma con soberanía y con una visión integral el control político territorial e institucional de los aproximadamente 112.000 Km2 que comprenden el AMO, que se respete y garantice la continuidad étnica de los pueblos indígenas, delimitando definitivamente sus territorios tal como lo contempla la constitución.

En este país al revés, necesitamos como pueblo conjurar la violencia y encontrar el impulso y el entusiasmo por la vida, en el tránsito a otro mundo posible. Ese será el gran desafío que tiene por delante la construcción de un Nuevo Referente Político

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[1] Aproximadamente 25 veces nuestras actuales reservas internacionales. Aproximadamente ocho (8) años de importaciones.



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Oly Millán Campos

Economista (UCV) y exministra del Ministerio para la Economía Popular (2006). Integrante de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la CRBV y de la Plataforma Contra el Desfalco a la Nación

 omillancam@gmail.com      @angelicamcampos

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