El Art. 236, su # 1, Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, dispone que las leyes no sólo debe cumplirlas el ciudadano Presidente, sino hacerlas cumplir cuando terceros las violen o pretendan violarlas, habida cuenta de que ellas son inviolables.
Sin embargo, ha causado mucha extrañeza, lo confieso, la tardanza manifiesta en hacerlas cumplir de parte de los organismos con competencia especializada sobre algunos delitos y faltas notorios, vox pópuli e infraganti inclusive, por así decirlo, como el propio Presidente y otros funcionarios. Ofensas a las dignidades del CNE, a la Contraloría, al TSJ, al propio Presidente, al Defensor del Pueblo, a la Fiscala, etc., hasta han cometido crímenes, funcionarios aludidos a quienes les han resbalado las ofensas recibidas.
En su lugar, la reducción del foro legislativo a vulgares querellas y chismorreos con dimes y diretes propios de los vecindarios de gente con escasa formación académica pretende cubrir esas omisiones en aras de y todo sea para conservar la PAZ, pero, según Alí Primera, "No basta rezar; hace falta muchas…para conseguir la paz" .
Ahora estamos reconsiderando nuestras apreciaciones anteriores. Se trata de que todas esas ofensas e irrespetos descarados cometidos por parte de la derecha han sido asimiladas a actos de vulgares provocaciones con fines interesados en que se prenda el "gas", o la guerra entre chavistas y no chavistas, además de la guerra asimétrica que el chavismo y no chavismo sufren-acertadamente- con el saqueo de la presente Inflación inducida desde el exterior.
Igual estaría ocurriendo con los escandalosos actos de provocación en materia de corrupción, saqueo y malversación de fondos públicos por algunos gobernantes, diputados y Alcaldes y hasta chavistas "rojo, rojitos". Su impunidad, pues, queda decidida chantajistamente. ¿Será que se está acogiendo y generalizando el apotegma abogacil, según el cual: "Es mejor un mal arreglo-diálogo-que un buen juicio".
10/11/2016 4:39:32 p.m.
