Seguimos juntándonos como pueblos en lucha y resistencia por la vida y la dignidad |
Más de 22 organizaciones de pueblos indígenas, negros y campesinos de la región centroamericana dieron vida, los días 16 y 17 de noviembre, al Encuentro regional de comunidades y pueblos indígenas contra las industrias extractivas, que se llevó a cabo en Tegucigalpa, Honduras.
Objetivo principal del Encuentro fue generar un espacio de diálogo, de intercambio de experiencias, de análisis de contexto, que permitiese generar planteamientos estratégicos, mecanismos de articulación e identificación de temas claves de incidencia a nivel regional.
En la Proclama del Encuentro Regional, los más de 40 delegados y delegadas sentaron su posición ante el modelo extractivo, que consideran "una manifestación del sistema patriarcal y racista" y parte "de un esquema depredador que busca el sostenimiento y la reinvención del capitalismo".
"Este modelo -continúa el documento final del Encuentro- se ha venido recrudeciendo y acentuando en los territorios de las poblaciones más saqueadas, especialmente las indígenas y campesinas, tratando de asegurar con ello la extinción de sus poblaciones y la apropiación de sus bienes comunes".
Durante dos días, las y los delegados presentaron la situación de cada país de la región, qué tipo de afectaciones sufren las comunidades, qué experiencias de lucha se han experimentado contra los proyectos extractivos y cuáles pueden ser los caminos comunes para crear un solo frente de lucha contra este modelo destructivo y depredador.
"Identificamos que nuestra región ha sido designada como territorio de explotación de los capitales locales, regionales y globales. Dichos capitales apoyan y sustentan el actuar de las industrias extractivas. Es importante que desenmascaremos las múltiples caras que tiene el modelo extractivo", señala la Proclama.
Tras denunciar el irrespeto a tratados y convenios internacionales ratificados por los Estados que promueven la defensa de los pueblos indígenas, y la profundización de mecanismos de criminalización contra defensores y defensoras de los bienes comunes, el documento señaló también la hipocresía de los gobiernos que siguen suscribiendo Tratados de libre comercio (Tlc) que promueven proyectos extractivos, al tiempo que dicen combatir el "cambio climático".
Ante esta situación, las organizaciones exigieron "la cancelación de todos los proyectos de nuestros territorios y comunidades", así como "de los fondos y mecanismos financieros de estos proyectos". También exigieron "el cese de la persecución y criminalización de las y los defensores de los bienes comunes", y "el respeto a los marcos jurídicos de protección existentes y al pleno consentimiento de las comunidades".
Finalmente hicieron un llamado a los pueblos de la región a movilizarse y a emprender acciones de rechazo al modelo extractivo, "juntándonos como pueblos en lucha y resistencia por la vida y la dignidad".