Suena exagerado el titular de este artículo puesto que somos un país de 30 millones de habitantes y es difícil que esto suceda, pero es inevitable no pensar de esa manera cuando a cada momento te enteras de que un conocido o amigo se fue del país.
Estamos claros que la inmigración siempre ha existido en nuestra nación. El tema está en las razones por la que emigran nuestros habitantes, nuestra nación fue por muchos años tras la segunda guerra mundial centro de muchos inmigrantes europeos y no solo de Europa, también de países vecinos debido a las cruentas dictaduras del cono sur.
La diáspora que vemos hoy en Venezuela es quizás sin precedentes. No tengo en estos momentos a la mano las cifras de cuantos compatriotas se han ido. Pero ya se está haciendo cotidiano el escuchar a las personas decir, me voy del país, tengo ganas de irme, o no se puede vivir aquí, lo triste es que muchos venezolanos se van sin querer hacerlo, esa es la manera más triste de emigrar, porque te vas obligado, quizás antes las personas se iban, pero lo hacían con ganas de hacerlo y con una sonrisa en el rostro, hoy lo hacen con lágrimas en los ojos.
No es nada fácil emigrar. Muchos lo hacen y vuelven porque no es nada sencillo estar en una casa ajena, ojala muy pronto esta situación cambie para que esos compatriotas que se fueron vuelvan de nuevo con una sonrisa en el rostro, y confieso que cada vez que me entero de un amigo que se va me entristece, es triste que Venezuela vea a sus hijos partir por un sistema gubernamental precario que parece no es consciente de ello, BUENO PERO ASI ESTAMOS.