Diversas explicaciones se han dado al tira y encoge que hay entre el Gobierno y la MUD en las mesas de diálogo, entre las que cuentan que tal cosa es natural y dialéctica y que tal ataja perro es una proyección inevitable de la lucha por el poder que protagonizan a diario y que poco o nada puede hacerse para que algo bueno salga de allí para el país. Es difícil rebatir esta tesis.
Me encuentro en una larga cola con mi amigo Inocencio, pensionado que vive cerca de mi casa, y me comenta sobre el particular; percibo cierto optimismo.
Me dice:
"Quizá no se ha intentado todo. Pienso que de esas discusiones podría salir algo bueno para jubilados y pensionados, pero es necesario que se relaje la tensión antes de comenzar a abordar los peliagudos temas que se tratan ahí. Tiene que haber una manera de poner a conversar a esos representantes en la mesa de diálogo como caballeros o, como lo que son, empresarios de la política. Esos señores de la MUD y del Gobierno, deben dejar de lado por unos momentos la supremacía política y el interés por la renta petrolera y discutir también los problemas de la gente. Deberían aprovechar la ocasión de estar fuera de la AN y ponerse de acuerdo, al menos, sobre el bono de alimentación y salud para pensionados y jubilados. Deberíamos enviarles el manual del buen oyente y del buen hablante, quizás eso ayude".
Su razonamiento me pareció un poco como desesperado, pero no le digo nada. Sé que los abuelos y abuelas mueren por falta de alimentación y medicinas y lo último que quisiera sería acabar con su esperanza.
¿Qué se podría hacer?
"El error que cometieron en esos diálogos fue el de haber hecho pesar sobre ellos desde el principio problemas tan difíciles como la sobrevivencia de Maduro y desgaste, muerte y resurrección de la MUD en 2017. Además debieron tomar en cuenta que discutir acerca de cómo repartir el poder para usufructuar la renta petrolera, los recursos de la faja, del arco minero y mantener el paquete neoliberal que ya han están aplicando en equipo, requería muchísimo mas tacto y hasta sutileza de la que pueden desplegar Jorge Rodríguez y Chúo Torrealba juntos como hermanos miembros de distintas iglesias derechistas. La comunicación hasta en familia es un arte de muchas complejidades. Debieron comenzar por algo amistoso como hacer un arbolito de navidad para ir creando buen ambiente para las conversaciones".
¿Un arbolito de navidad? ¿En serio?
"Sí señor, allí lo que hace falta es un poco de espíritu navideño para comenzar a conversar. Es necesario que el niño Jesús entre en esos señores insensibilizados por el marañeo constante por las divisas para que se abran sus corazones a la Pascua y a la Navidad. Cuánta tranquilidad habría transmitido al país una fotografía de un efusivo abrazo entre Chúo Torrealba y Jorge Rodríguez junto al arbolito, que nos sugiriera que nuestras derechas vernáculas por fin van a hacer un alto en esa absurda peleadera mediática y se van a poner de acuerdo para hambrearnos de manera racional y sin arrebatos inconstitucionales, como requiere cualquier economía capitalista bien definida.
Yo propondría que Timoteo, que es un hombre sereno, organizara una velada entre ellos donde se jugara al amigo secreto. O algo así como una cena con hayacas, jamón y ensalada y buen whisky, pero eso sí, que lo hagan lejos de las indiscretas cámaras de los medios que enturbian hasta las mejores voluntades políticas. Digo esto porque muchos venezolanos se arrecharían viendo a los "chivos que mas mean" comiendo bien, como siempre, mientras el Pueblo desde hace algún tiempo que dejó de comer tres veces diarias y ahora hasta revisa en la basura a ver qué encuentra. Por estas razones yo recomendaría, si es que en este país se le parara bola a un pensionado, que este compartir en familia de derecha sea estrictamente secreto como las primeras reuniones entre la MUD y el Gobierno, aunque después se sepa todo por la bocaza incontenible del candidato presidencial de AD, Ramos Allup, como ocurrió la vez anterior.
Después de ese fraternal proceso de distensión y de reconocerse como iguales en los avatares del poder se hubiera podido pasar a temas mas difíciles como la liberación de los presos políticos, como acostumbran los dirigentes de ambas derechas a llamar a sus correligionarios detenidos. En esta dirección Gobierno y oposición podrían acordar una negociación que permitiera la libertad de Leopoldo López y los sobrinos de la pareja presidencial, lo que sin duda contribuiría a la paz social que conviene a las élites de la MUD y el PSUV para controlar mejor a las mayorías oprimidas, sobre todo después de la repartición del poder político que se nos viene encima en 2017. Esta idea tendría el visto bueno Tomás Shannon, Kerry y seguramente de Donald Trump. Además, soltando a López el país se libraría de los histriónicos espectáculos de Lilian que a todo el mundo ya fastidia, y de quien no se sabe por qué razón no la han llamado de Hollywood para trabajar en alguna producción dramática".
¿Liberarlos a todos?
"A todos no, por supuesto. No se trata de dejar en plena libertad a todos los pájaros de cuenta que la oposición define como presos políticos. Por ejemplo, no vamos a dar plena libertad a Ledesma quien se queja hasta en el Vaticano de que no goza de todos sus derechos ciudadanos. Si uno se pone a ver, el Ledesma está mejor que cualquiera de nosotros los pensionados quienes, no solo tenemos casa por cárcel sino que tampoco contamos con recursos económicos como los de él para enfrentar la crisis económica. Y Maduro, que todavía no aprueba el bono de alimentación y salud aun cuando hay recursos para pagarlo".
El singular discurso de mi amigo pensionado me sorprendió por su creatividad casi surrealista y también me inquietó. No sé si mi amigo es un soñador, un profeta, o si el desabastecimiento de alimentos y medicinas había afectado ya su contacto con la realidad. Decidí cambiar de conversación y le pregunté si creía que Maduro por fin nos daría el bendito bono.
"El bono va a ser aprobado, estoy seguro, es una promesa del Presidente Maduro. Si no la cumple tendrá un costo político para el Gobierno en los eventos electorales de 2017 o en las elecciones presidenciales de 2018". Mientras no haya alguna elección el Gobierno preferirá invertir en su sobrevivencia inmediata que en nosotros".
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