Me impresiona escuchar a los políticos de turno como intentan arroparse con la cobija de la patria, los políticos de turno digo los que están en la cresta de la ola, los que están en el poder ejecutivo, legislativo, judicial, electoral, medios de comunicación, hombres de uniforme verde olivo, etc.
Van pegan cuatro gritos se desafían entre improperios y majaderías, propuestas inconclusas y pueden ser pillos que huyen, presidentes que decretan la invalidez de un billete y luego le da validez como si de hacer sopa instantánea se tratara, se apropian de lavandera, del escudo, de la historia, le van arrancando a pedazos al Himno Nacional aquello de "GLORIA AL BRAVO PUEBLO".
Inventan historias de la abundancia en tiempos de escases, gozan con las empresas de maletín, hacen invisibles miles de millones de dólares y aun ricos muy ricos, riquísimos acusan de burgueses al otro, al ajeno y si algún chico se le ocurre levantarse lo acusan de un plan macabro del imperio, aunque el cuerpo del delito sea una lata de sardina y un kilo de arroz con gorgojo.
Alguna ocasión conversando con mi amiga Sofía quien es de Medellín me comentaba como desde la tierra de fuego hasta el Rio Bravo los políticos de turno casi en su totalidad no asumen su responsabilidad con la historia de no ser por Allende, Bosch, Mujica, Chávez y algunos otros oficio presidencial sería un oficio de canallas, sería un oficio del averno, sería un oficio de merolicos, de encantadores de trucos pobres, algo así. Aunque según esta amiga los cambios fueron tan pocos, que al final solo fueron Presidentes que hicieron algo más que los anteriores, pero que la revolución se quedó dormida en el tren y nunca bajo del vagón.
La palabra se ha venido devaluando en la Venezuela "Bolivariana" y creer en el gobierno es confiar en que un militar puede asumir la condición de civil, organizar empresas, dirigir compañías, establecer relaciones de iguales con los civiles. ¿Creer en el gobierno? Leo la lucidez de Maneiro y comprendo que en el Gobierno de Maduro no existe ninguna Calidad Revolucionaria. Existen mendigantes del poder, hacedores de fila en el besamanos de algún lidercillo que está en el colapso de su cuarto de hora, no hablo del viceministro waraira repano como le llaman a algunos en Valencia a José Ávila.
Que agarren lo que va quedando, que lo agarren duro, que aprieten fuerte lo que se llevaron, ya a otros les tocara sacar las cuentas, ya a otros les tocara decir HASTA AQUÍ, y como siempre veremos a estos "bizarros" hombres de levita o de camisa roja hacerle honor a aquel poema de Guillen :
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—Una rosa why un clavel...
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El sable del coronel...
—¡Cierra la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—La paloma why el laurel...
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El gusano why el ciempiés...
—¡Cierra la muralla!
Tendrán que prepararse para la derrota, yo no votaré por Maduro, no demostró habilidad, ni agilidad para el manejo y conducción de la república, la patria no tiene deuda alguna con sus políticos de la MUD o el PSUV. La dejaron endeudada, golpeada hasta lo ignominioso, así los recordaremos.
La patria somos nosotros el barrendero, el estudiante, el campesino, el escritor, el bombero, la secretaria, el plomero, la agricultora, la maestra, el obrero, el cineasta, el deportista, el soldado noble que piensa en la defensa de la patria, el policía que cumple con la ley, el bombero que arriesga mas que ninguno, el periodista que informa con la verdad, etc si esos que con cada acto construyen y contribuyen con la prosperidad de la nación, los otros, los déspotas de ayer y de hoy son los 40 que están en la cueva de Ali Baba.