El pueblo bolivariano todos los días abandona sus hogares "a la vera de Dios", madruga, se transporta como puede y adonde puede, empapado por la lluvia y tostado por el sol, lucha codo a codo, recibe malos tratos de la policía y Guardia Nacional "bolivarianas" para ver si al final de la mañana puede entrar a los supermercados Bicentenarios en busca de algún producto de primera necesidad. Encontrando estantes llenos de latas de "petit pois", palmito y pastas de tomate que nadie quiere ni puede comprar, pero resultan ser un gran negocio para los gerentes que los adquieren para adornar los anaqueles, eso sí todos muy cercanos a la fecha de vencimiento. También consigue polvos para preparar bebidas lácteas, malteadas y achocolatadas, latas de caraotas y latas de sardinas y atunes que por sus precios exorbitantes nadie puede comprar. Al fin consigue papel sanitario y se pregunta: ¿para qué lo necesito: si no como, no cago?
Usted, señor Jaua, y su equipo carnal (Carlos Loyo e Iván Gil) fueron designados ministros de agricultura de este agonizante proceso revolucionario para asegurar la tan cacareada "soberanía alimentaria". Se mamaron 8 años en esa posición ministerial -desde el 2006 hasta el 2014-, con pleno control de los siguientes organismos burocráticos: Banco Agrícola de Venezuela, Instituto Nacional de Tierras, Servicio Autónomo de Sanidad Agropecuaria, Instituto Nacional de la Pesca y Acuicultura, Procuraduría Agraria Nacional, Fundación Tierra Fértil, Fundación de Capacitación e Innovación para apoyar la Revolución Agraria (CIARA), CVA Empresa de Mecanizado Agrícola y Transporte "Pedro Camejo" S.A., Corporación Venezolana de Alimentos (CVAL) y todos los recursos del mundo para sacar adelante la Gran Misión Agro-Venezuela.
Como ve, estos son los resultados. Este viejo pero activo productor agropecuario, junto a otr@s camaradas y gente de a pie que sufrimos día a día esta calamidad consideramos que usted, y otr@s que conforman este "nuevo gabinete popular y revolucionario" tienen la obligación de ofrecer una explicación al país.
Ahora nos viene con mayor de los cinismos a anunciarnos que con el 2017 llegó "…la voluntad revolucionaria de un nuevo comienzo en el camino hacia la prosperidad de nuestro pueblo…" (www.aporrea.org/actualidad/a239638.html), además de eso, tal experimentado médico cirujano, nos refiere que hay que sanar las heridas sufridas como "consecuencia de la guerra total desatada por el gobierno saliente de los Estados Unidos de América, con sus operadores empresariales y su expresión política en la llamada MUD, contra Venezuela".
Sus expresiones dan lastima ajena, sobre todo cuando las adorna con esta perlita: "…Sin duda que los derechos a la alimentación, a la salud, a la seguridad, a los servicios públicos y al poder adquisitivo de numerosos sectores de la población venezolana han sido vulnerados por la guerra económica."
O sea, usted y sus carnales, amig@s, amigot@s y demás familiares, al frente de la institución que debía "asegurarnos la papa" fracasó porque el imperio (Obama) nos declaró la guerra.
Para terminarla de cagar (no sé, si usted, Maduro o ambos dos) nos anuncia con bombos y platillos que además de la compleja, inmensa, delicada y dedicada tarea que le ha sido encargada, como ministro de educación, también "…se le ha encomendado la responsabilidad de ocuparse del relanzamiento de las Misiones y Grandes Misiones", amenazándonos de paso que las realizará "con profundo amor por nuestro pueblo…sufriente". No sea cara dura y cínico. Es su nefasta y nada revolucionaria gestión, en todos y cada uno de los cargos que ha ejercido, la que nos tiene sufriendo. Sea honesto, no asuma el ministerio de educación, la cagada será más amplia y de grande proporciones, una "plasta" pues.
Por favor, déjenos sufrir en paz. Ya ese ministerio está bastante arruinado para que usted lo venga a rematar. Siéntese a reflexionar después de leer esto que le he preparado:
(A).- Fresia Ipinza: "El sabotaje alimentario tiene nombre y apellido: falta de Gobierno" - www.aporrea.org/ideologia/n301912.html - Presidenta de (AIPO) Anticorrupción, Interpelación, Popular Organizada.
"Esto no es capitalismo salvaje, esto es un capitalismo esquizofrénico, o sea, ya pasamos a la etapa patológica, más grave que todo lo visto en la historia de la economía del mundo…"
"…para mí, el sistema de corrupción lo entretejieron, se subsumieron en convertir un sistema casi perfecto, para llevarnos al estado financiero, al estado de inhumanidad, emocionalidad y amoral…en el año 2006, desde AIPO ya habíamos anunciado a la corrupción como punto de quiebre de un Estado, evidentemente lo han venido logrando…"
"Todo el mundo habla de llevarnos a una liberación y en el fondo es una gran mentira porque lo que han hecho es llevarnos a un entrampamiento casi irreversible, digo casi irreversible, porque pienso que de alguna u otra manera, algo va a pasar, por no decir que ya está pasando".
(B).- "Precios disparados, desabastecimiento...y no hay gobierno que lo detenga" - www.aporrea.org/contraloria/n302469.html
¿Cómo hace una familia con uno, dos, tres y hasta cuatro ingresos mínimos para sobrevivir?
¿Hasta dónde pueden llegar los límites de deterioro y retroceso en la calidad de vida?
¿Cuál es el ingreso o poder adquisitivo que se requiere para poder soportar estos precios tan exorbitantes?
"Es terrible la incertidumbre que viven los venezolanos ante la imposibilidad de encontrar los productos de primera necesidad, no tener con qué sustituirlos, no poder comprarlos o conseguir un sustituto más económico"
"Es ya la depresión crónica que sufre la familia trabajadora al no poder subsanar las necesidades básicas de alimentación y no tener ninguna opción de obtener ingresos adicionales para poder subsistir. Sobre todo si se trata de un trabajador, cuyo salario se aleja cada vez más de unos precios que se hacen inalcanzables".
"…sólo estamos hablando de comida y productos de aseo, pero... ¿y las otras necesidades básicas como transporte, vestido, calzado, tarifas de luz, agua, teléfono y gas, útiles escolares, y el largo etcétera de gastos para mantener una familia?
Dígalo ahí, Elías: ¿Quién aguanta esta locura?
Usted se despide con un verso politiquero: "…vamos al encuentro, este 2017, de una renovada moral cristiana, socialista y bolivariana en el seno del pueblo sabio y libre de Venezuela. Que Dios nos acompañe" pero sin usted, añado yo.
¡Sabino nos señaló el camino, me señaló el camino, nos señala el camino!