La Afrenta contra Fabricio y contra la Memoria de las Luchas Revolucionarias

El traslado de los restos de Fabricio Ojeda al Panteón Nacional se puede tomar a simple vista como una gran medida del gobierno al reconocer en Fabricio el esfuerzo de miles de venezolanos que se inmolaron luchando con las armas en la mano para conquistar el socialismo en las décadas de 1960, 70 y 80.

Pero si consideramos quiénes están haciendo ese traslado y por qué lo hacen realmente, concluimos que es una nueva afrenta que el gobierno de Maduro-Cabello-Aissami realiza contra el pueblo venezolano y contra el recuerdo sagrado de sus luchas revolucionarias.

La razón de fondo del traslado de Fabricio Ojeda al Panteón no es reivindicar unas luchas revolucionarias con las cuales no tienen ninguna continuidad quienes hoy gobiernan a Venezuela. Lo que buscan es "refrescar" la alicaída moral del gobierno y lavarse la cara con el ejemplo revolucionario de Fabricio y demás mártires de la lucha armada.

Si el gobierno de Maduro realmente estuviera interesado en reivindicar la lucha armada revolucionaria que encabezó Fabricio Ojeda en la década de 1960, se hubiera hecho justicia con los miles de asesinados y desaparecidos por el puntofijismo en ese período. Pero a la Comisión de la Verdad para investigar los crímenes políticos desde 1958 hasta 1998, juramentada por el mismo Maduro y Diosdado Cabello a comienzos del 2013, no se le permitieron atribuciones reales para ir hasta el fondo de esos asesinatos y desapariciones, y fuimos un simple monigote, un cuadro colgado en la pared, un ornamento para engañar incautos, cumpliendo su período de actuación sin que se haya condenado a ninguno de los asesinos, civiles y militares, que actuaron durante esas décadas y cegaron la vida del propio Fabricio Ojeda, de Víctor Soto Rojas, de Alberto Lovera, Américo Silva, Jesús Márquez Finol "El Motilón", Tito González Heredia, Noel Rodríguez, Jorge Rodríguez (uno de sus asesinos, Octavio Lepage, acaba de morir de viejo, cómodamente en su casa), los camaradas asesinados en Cantaura y Yumare, los miles de muertos del Caracazo, y otros miles de camaradas, hombres y mujeres del pueblo que lucharon por un futuro socialista para Venezuela.

Los que hoy rinden homenaje a Fabricio están incursos en el desfalco multimillonario a las arcas de la nación, cifra que supera los 300.000 millones de dólares, acción que jamás hubiera acompañado o aceptado Fabricio y que en cambio la hubiera denunciado, confrontado, y hasta hubiera tomado las armas contra estos delincuentes que se han apoderado del proceso revolucionario bolivariano.

En lo que a mí respecta, como participante de la lucha armada, en la cual compartí luchas y encarnizados combates con héroes de la revolución venezolana como Roberto Rincón Cabrera, Faustino Lugo, José Luis Domínguez, Enrique Márquez Velásquez, Francisco Mayz Arias, Carlos Hernández Arzola, Sor Fanny Alfonzo, María Luisa Estévez, Mauricio Tejada, Antonio Echegarreta, Nelson Pacín, Ciro Mendoza Cáceres, todos muertos en combate contra el enemigo de clase, declaro públicamente que no acepto que se utilice la memoria de los revolucionarios caídos en la lucha revolucionaria por parte de este gobierno de traidores encabezado por Maduro-Cabello-El Aissamni.

No tienen moral revolucionaria quienes han violentado la moral pública y encabezan un gobierno de delincuentes que se han enriquecido a nombre del socialismo, que ha saqueado el erario público y han entregado las principales riquezas naturales del país a la explotación voraz de lo peor de las multinacionales imperialistas, como lo son las trasnacionales del oro.

Hoy cuando el cuerpo de Fabricio Ojeda ingrese al Panteón Nacional, lugar donde debían estar desde hace rato no sólo él, sino otras decenas de importantes líderes del proceso de lucha armada revolucionaria, la memoria de nuestros héroes se revolcará lamentablemente en las calles y campos de Venezuela, pues su sagrado ejemplo de combate transformador estará siendo utilizado por quienes han traicionado los ideales por los que murieron Fabricio y tantos otros dignos patriotas.

Perdónanos Bolívar, por permitir que ocurra de esta manera. Pero más temprano que tarde, el pueblo venezolano enderezará este vil entuerto, y retomará el camino de la transformación revolucionaria de Venezuela, como lo soñó Fabricio, como lo soñó Hugo Chávez, y como lo seguimos soñando millones de venezolanos.

Maracaibo, Tierra del Sol Amada. 23 de Enero de 2017.



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Roberto López Sánchez

Roberto López Sánchez (Caracas, 1958). Profesor Titular de la Universidad del Zulia (LUZ) con ingreso en 1994. Licenciado en Educación (LUZ, 1994). Magister en Historia (LUZ, 2005) y Doctor en Ciencias Políticas (LUZ, 2013). Actualmente dicta 6 materias en la Licenciatura de Antropología en LUZ: Historia de América; Historia de Venezuela; Intercambios Económicos; Poder y Movimientos Sociales; Culturas Afroamericanas; y Modo de Vida e Identidad Nacional. Ha dictado seminarios a nivel doctoral y nivel maestría en universidades venezolanas; y seminarios de Historia de Venezuela en universidades de Chile y España. Actualmente coordina la Unidad Académica de Antropología. Ha dirigido proyectos de investigación a través del CONDES-LUZ, y CLACSO. Línea de investigación: estudio de los movimientos sociales. Ha publicado más de 50 trabajos científicos. @cruzcarrillo09

 @cruzcarrillo09

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