En Zamora otra traición desvió el camino de la patria; esta vez un balazo certero, proveniente del misterio que rodeó ese oscuro momento de la patria, dio en la cabeza de Ezequiel Zamora.
Nunca se sabrá quién disparó pero lo que sí se sabe fue quienes se beneficiaron del disparo; "Ya vengo" fueron sus últimas palabras y se internó en el monte que rodeaba su campamento; el trueno del disparo mortal hizo correr a sus soldados y cercanos colaboradores hacia el sitio donde lo encontraron muerto con la cabeza destrozada.
Cualquiera pudo haber sido; la lucha por la federación con el lema "Tierra y Hombres Libres" y "Horror a la Oligarquía" venia de un triunfo rotundo en la batalla de Santa Inés, ocurrida apenas un mes antes del fatídico momento en que la patria perdió al Valiente Ciudadano.
Ezequiel Zamora, nació el 1 de Febrero de 1817 en Cua, antigua provincia de Caracas (hoy Estado Miranda) en los tiempos en que nacía la Tercera República, se ejecutaba a Piar por traición, en Guayana y el ejercito patriota dominaba el vasto territorio venezolano, a excepción de las provincias de Coro y Maracaibo (actualmente Falcón y Zulia) que no se sumaron al grito de liberación del 19 de Abril de 1810 y aun eran zonas españolas.
Sólo 13 años tendría Ezequiel Zamora cuando muere Simón Bolívar, en circunstancias que aun no se han aclarado, pero sin duda producto de una traición donde José Antonio Páez tendría un papel determinante, así como Francisco de Paula Santander.
Le toca, pues, a Ezequiel Zamora ver morir a la Tercera y nacer la Cuarta República; le toca crecer en el convulsionado momento de las luchas internas en las que los "héroes" de la independencia, se peleaban a mordiscos y colmillos por los pedazos de la patria que empezaban a engullir con la convicción de tener derecho al festín por "los sacrificios" que habían hecho para arrebatarles el botín a los españoles.
Seguidor de las ideas Liberarles de Antonio Leocadio Guzman, Ezequiel Zamora participó activamente en el debate político en la época en que la "democracia" no era ni "Demo" ni "Cracia", ni representativa, ni mucho menos participativa y/o protagónica.
Por el año 1846, a pesar de cumplir con los requisitos previstos en la ley de entonces, su postulación como elector para poder votar en los comicios que se realizarían ese año, fue rechazada por los dueños del poder de entonces (Partido conservador). Por esto y ante la posibilidad de que el partido Liberal que postularía a Guzmán a la presidencia fuera ilegalizado, el 7 de septiembre de 1846, Ezequiel Zamora encabezó un levantamiento en la localidad de Guambra; bajo la consigna de «tierra y hombres libres», el movimiento reclamó el respeto al campesino, la justa distribución de la riqueza y la expulsión de los «godos» (los afectos al régimen conservador) de los puestos de poder. Al mando de un ejército campesino, el «General del Pueblo Soberano», como fue llamado entonces Zamora, libró varios combates victoriosos en las poblaciones de Los Bagres y Los Leones, pero fue detenido por las fuerzas del Gobierno (comandadas por José Antonio Páez) y condenado a muerte por las autoridades judiciales de Villa de Cura.
Esa primera incursión del, entonces, desconocido Zamora fue de tan impacto que Páez decidió postular a la presidencia al moderado José Tadeo Monagas, el cual por supuesto ganó, a finales de 1847, y apaciguó un poco a los opositores; conmutó las penas de muerte a Zamora y Guzmán por presidio para uno y en exilio para el otro; pero Zamora antes del año escaparía de la prisión y se iría al monte.
José Tadeo Monagas rompe la alianza conservadora en momentos en que se le pretendía enjuiciar por corrupción desde el congreso; así que envió hombres armados a disolver la asamblea matando a algunos diputados y tomando el poder , instaurandose la dictadura por diez años (1848-58), de los hermanos José Tadeo y José Gregorio Monagas
Ese momento le daría a Zamora la oportunidad de ofrecer sus servicios al gobierno que lo aceptó y se le encomendó la formación de un batallón en Villa de Cura; derrotando facciones que apoyaban a Páez; Zamora en dos años ya era Coronel y en el tercer año General de Brigada. Entabló amistad y compartió momentos de lucha y estrategia con el General Juan Crisóstomo Falcón, líder Liberal, en cuya casa conoce a Estefanía Falcón (hermana del general) con quien se casa unos tres años antes del inicio de la Guerra Federal.
Los hermanos Monagas instauraron una nueva oligarquía, el país se envolvió en una economía insostenible, los esclavos recién liberados deambulaban sin trabajo o se sometían a sus antiguos dueños, esa nueva oligarquía ahora de tinte "liberal" fue depuesta en marzo de 1858 asumiendo el poder Julián Castro quien promulga una nueva constitución netamente centralista y se ensañó contra Zamora, Falcón, Guzmán y otros líderes los cuales se exiliaron en Curazao.
El caldo de cultivo para la revolución estaba germinando desde siempre, las tierras en manos de los terratenientes y latifundistas, una nueva esclavitud se cernía sobre el pueblo venezolano: "El cielo está nublado, anuncia tempestad", se escuchaba cantar quedamente primero y con fuerza después; el 20 de febrero de 1859 sería el levantamiento en Coro y tres días después el General Ezequiel Zamora desembarcaría en Coro asumiendo la Jefatura de Operaciones del Ejército Federal y comenzaría la avanzada con la finalidad de tomar Caracas; en la propuesta los territorios liberados se constituirían en estados federales, siendo Coro el primero de estos y ya en marzo del mismo año al tomar San Felipe fundaría un nuevo Estado Federal al que llamó Yaracuy.
En marcha triunfal llegó a Barinas donde el cabildo le dio el título de "Valiente Ciudadano" honor que acompañó y acompaña al héroe desde ese momento hasta la inmortalidad. La batalla de Santa Inés el 10 de diciembre de 1859 consagraría al estratega militar y daría un triunfo irreversible a la Revolución Federal.
A sólo un mes de tan magnífica epopeya, la más trágica traición acabaría con el sueño de libertad de los sufridos de siempre: "Ya vengo" dijo Zamora en su propio campamento y salió a una vuelta de reconocimiento junto al joven Antonio Guzmán Blanco (hijo del líder liberal Antonio Leocadio Guzmán). Allí llegaron a la carrera sus seguidores ante el trueno del disparo y solo recogieron el cuerpo mientras la tierra sorbía su sangre; la historia oscureció el suceso; ¿Un francotirador enemigo? ¿Un complotado del mismo bando?
Todo lo ganado se derrumbó en un disparo; ya nos había pasado antes con Sucre en Berruecos, ya nos había pasado antes con Bolívar en Santa Marta (o en algún lugar de Colombia tragado por la sombra de la traición y la ignominia); una vez más los sueños de libertad serian sepultados con un mártir. La desaparición del intrépido General dejaría al mando de los ejércitos federales a Juan Crisóstomo Falcón, con quien Zamora compartía el liderazgo de la Federación.
Antes de ser asesinado, Ezequiel Zamora había conseguido agrupar el descontento en torno a una bandera en la que creía; hizo de las revueltas una revolución; "Tierra y Hombres Libres" "Horror a la Oligarquía" fue el grito de batalla del general, repetido por el pueblo que lo seguía. Juan Crisóstomo Falcón sería derrotado por el ejército de José Antonio Páez (bajo la presidencia de Manuel Felipe de Tovar) en la batalla de Coplé (17 de febrero de 1860), la Guerra Federal se convertiría en enfrentamientos aislados y sangrientos; hasta que el maltrecho ejército federal fue poco a poco desarticulado y disuelto.
En 1861 Páez se quitaría la máscara, una vez más, y dejaría de gobernar a través de presidentes títeres asumiendo la dictadura directa y negociaría con Antonio Leocadio Guzmán el fin de la "Guerra Federal".
En 1863, en la hacienda "Coche" propiedad de Páez en Caracas se firmaría, entre éste y Antonio Guzmán Blanco (ahora Secretario General del Presidente de la Federación) el "Tratado de Coche" con el que se sellaría la paz de la República y se lapidaria la lucha social que no se logró. Al poco tiempo seria ratificado este tratado por parte del General Falcón, en su cuartel general en Nirgua-Yaracuy. Éste asumiría el gobierno traicionando los principios federalistas de Zamora, Antonio Guzmán Blanco también llegaría a la presidencia; la cuarta República seguiría su caminar de oligarquía en oligarquía, los campesinos y los pobres marginados mientras la clase asocial que asumiría el gobierno llenaba sus bolsillos.
La patria seguiría de traición en traición, y el pueblo a la espera de una verdadera libertad; después de varios intentos de restaurar el federalismo y de "revolucionarios" con banderas de reivindicaciones; los últimos años de la Cuarta República serían igualmente producto de un pacto sellado en la casa de un "líder"; esta vez en la casa llamada "Punto Fijo" de Rafael Caldera, donde se ratificó el pacto de Nueva York, rebautizado como Pacto de Punto Fijo que tanta muerte destrucción, persecución y miseria repartió en la patria de Bolívar por más de cuarenta años.
A Ezequiel Zamora, El Valiente Ciudadano, quizás Dios lo acompañó, pero ni Dios Ni Federación consiguió la patria con su sacrificio.
Honor al héroe: "Tierra y Hombres Libres" "Horror a la Oligarquía"