Recuerdo cuando en aquel polémico artículo que publicamos en este portal el 4-5-2013, titulado "La hojilla que ya no corta"¹, empleamos el término bazofia (el cual posteriormente se popularizó en el habla escrita y oral del contexto político) para criticar el susodicho programa, una pléyade de puristas nos cayeron desde Twitter, alegando sobre nosotros cualquier cantidad de improperios y retahílas, como parte de una conducta propia de desadaptados, en quienes si aplicas una palabra elegante en el contexto morfológico pero fuerte en su semántica, es rechazada, sin mirar que la lexicografía pública que destilan sus líderes y comunicadores, especialmente los malandros del lenguaje de Venezolana de Televisión, con desviadas conductas, fueran un desecho de virtudes lingüísticas.
No voy a salir en defensa de Alicia Machado, porque considero que el mundo de la farándula y el excentricismo de lo banal, sólo ha generado una gran degeneración en el ser humano. De hecho, Alicia Machado, luego de su paso por el Miss Universo, en cuyo ejercicio fue público en máximo de ruido mediático sus controversias con el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y luego de aquel mal llamado "reality show", en donde las cámaras de televisión, mostrarían el movimiento de las sábanas de una supuesta relación sexual con uno de los participantes, así como sus ocurrencias con aquello de la guerra entre "las dos chinas" o sus diversas declaraciones ante los medios, es evidente que Machado quien ha obtenido todo el éxito de la fama en ese mundo, no es precisamente, el mejor ejemplo ciudadano.
No obstante, los mensajes emitidos por la ministra Iris Varela desde su cuenta en Twitter, en la cual acusa a Alicia Machado de "prostituta" y "lameculos", lo que revela es una gran xenofobia, racismo y odio social, que aunque se disculpara posteriormente, tiene un claro metamensaje sobre su pensamiento sobre quienes profesan este tipo de conductas sociales. Incluso bastaría recordar cuando Iris Varela secundaba a Juan Barreto cuando éste llamaba "maricones" a los diputados de "Primero Justicia" en otrora lucha política.
Es deplorable para el madurismo que se jacta de hablar de una educación bolivariana, caer en el albañal de la comunicación, y peor, que tal bazofia de palabras, tenga como origen lo más alto del gobierno. Ello sólo representa un síntoma de una sociedad enferma, en donde la ofensa, el maltrato personal, y por supuesto, la degradación humana se han convertido en el oxigonio de una política perversa, pero perfectamente premeditada, sobre quienes "como sea"; hay que aniquilar, desaparecer, destruir o soterrar en el contexto de una degenerada "revolución".
El hecho que la comunicación se encuentre contaminada por una seudocultura. Que el idioma español en su concepción del habla oral sea predominantemente coloquial, no implica que la lengua escrita llegue al nivel más paupérrimo del ejercicio comunicativo. Lo insólito de esto, es que casi a diario, el gobierno desde sus "instituciones" o con sus voceros, viven hablando de excesos e irrespetos para con los jerarcas maduristas; pero cuando ellos emplean toda su sabiduría del lenguaje, entonces, salen los panegíricos a justificar la barbarie.
Sinceramente, costará mucho ir desde la sima en que nos encontramos en el plano de la educación, la ética y la moral, hasta la cima de la reflexión, el respeto, la tolerancia y el desarrollo de la nación. Mientras quienes ponderen nuestras acciones sólo tengan el cómo explanar la prostitución de sus ideas y demostrar el lameculos de sus pensamientos, es poco lo que podremos lograr como una sociedad decente, porque la decencia no existe en esta manera de "construir" un país. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
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¹ http://www.aporrea.org/actualidad/a165190.html