A confesión de partes… Con gratitud, a WACS, mis palabras sinceras

Acostumbro escuchar y ver, para aprender y animarme, el excelente programa de televisión, en VTV y TVES: "Sembrando Patria", dirigido por el apreciado amigo, ex combatiente del 27 N de 1992, ex constituyente y ex gobernador del estado Portuguesa, esposo de Gigi – una inteligente y combativa mujer de las que siempre acompañan a un gran hombre – me refiero al Ministro del Poder Popular para la Agricultura Productiva y Tierras, el comandante de la aviación, Wilmar Alfredo Castro Soteldo (WACS), quien, además, es padre y abuelo ejemplar: me consta.

Conozco a Wilmar, desde comienzos de 1999, cuando por instrucciones de Ronald Blanco La Cruz, después de salir de aquella reunión en el Circulo Militar, en la que conocí a Diosdado Cabello (Ver, articulo en Aporrea en: http://www.aporrea.org/actualidad/a240927.html) fui a colaborar con Luis Reyes Reyes y su equipo, para el proceso de diseño organizacional del nuevo Ministerio que fusionaría, si mal no recuerdo, al MINDUR (Ministerio de Desarrollo Urbano) y al MTC (Ministerio de Transporte y Comunicaciones), en un nuevo Ministerio que se le dio el apellido de Infraestructura (MINFRA). Fusión que era coherente con la oferta del Presidente recién electo, Hugo Chávez Frías, de reducir al máximo el exagerado número de Ministerios que habían para la época. Recuerdo que Chávez dijo: "Con 12 ministerios aspiro gobernar de manera eficiente", cuestión que contrasta con la desaforada manía que ha habido de ampliar, dividir, extender y crear, como "monte", nuevos y, muchas veces, ineficientes Ministerios. Creo que hoy hay más de una treintena de Ministerios y Vicepresidencias. Sin palabras, pues.

Como sabemos, en el caso del Ministerio de Agricultura y Tierras, este se acaba de dividir recientemente, para darle paso al recién creado Ministerio del Poder Popular para la Agricultura Urbana y creo que, antes, el Ministerio para la Pesca y la Acuicultura. No me atrevo a juzgar si, como ha dicho el apreciado amigo Ministro, esta decisión ha sido beneficiosa o no. Habría que evaluarlo con rigor; de pronto, ha sido correcto a corto plazo, habría que ver, en el tiempo, su utilidad práctica a largo y mediano plazo. Pudiera depender de la evolución del contexto, o las circunstancias, así como de quiénes lo dirijan y cómo lo hagan. Lo que sí puedo decir, rápidamente, para no desviarme del tema que quiero tratar en este artículo y que prefiero tratar en otro artículo posteriormente, es que cada vez que queramos hacer una "reestructuración", "reorganización" o "modernización" del aparato del Estado o de la Administración Pública, una de las preguntas claves que hay que formularse es: ¿Cuál es el juego que queremos jugar o cuál estamos obligados, por las circunstancias, a jugar? Es decir: ¿Cuál es el plan que tenemos previsto realizar o cuál es el plan viable en un momento dado? Porque de la naturaleza de los propósitos, fines, objetivos, metas o del vector de resultados esperados, podemos saber, con mayor precisión y rigor, si la organización que proponemos se corresponde con estos planes. No es lo mismo organizarse para jugar beisbol que organizarse para dar un concierto o ir a la guerra. Los objetivos y el personal disponible, condiciona la organización.

Lo que más me sorprendió y a la vez, me satisfizo, de la intervención de WACS, en la entrevista que recientemente le hicieran, en un Programa Especial, en Venezolana de Televisión, realizado el 03 de febrero de 2017, es que, consciente o inconscientemente, intencional o subliminalmente, como queriendo o no, nos hizo caer en cuenta que: hemos cometido muchos errores, somos ineficientes, nos falta formación y, aunque no fue tan irónico como Teodoro Petkof y Jorge Giordani, casi que se le sale decir: "estamos mal, pero vamos bien". Y claro, que estamos mal. Y, por supuesto que, con él a la cabeza del Ministerio, tenemos la esperanza de remontar la empinada cuesta para coronar con éxito, ojalá más temprano que tarde, el rescate de la agricultura en Venezuela para alcanzar una verdadera soberanía alimentaria que nos garantice, a la vez, seguridad alimentaria.

Conozco de las capacidades técnicas, el compromiso político de WACS y me alegra que ahora hable, con emoción, del desarrollo espiritual. Su nombramiento como Ministro fue una de las decisiones más acertadas del Presidente Maduro. WACS es un hombre sensible, humano, solidario, en resumen: capaz. Y de ñapa, lo acompañan, entre otros y otras, otro General del Pueblo Soberano: Francisco Visconti, a quien no pude acompañar como era su deseo y el mío, en la hermosa tarea de ayudar a organizar y formar integral al campesinado venezolano. Tantico me desocupe y me libere del auto secuestro o auto exilio que vivo en la Casa de América Latina y del Caribe y en la ESCOLAG; ojalá, si nos da tiempo, los pueda acompañar mis comandantes. Excusas públicas y mi gratitud a ambos.

Continúo...Veamos, entonces, algunas de las afirmaciones –palabras más, palabras menos– que el apreciado y admirado Ministro de Agricultura y Tierras, WACS, nos soltó, como quien quiere y no quiere, en la entrevista señalada:

"Hemos cometido el error de no cuantificar pequeñas producciones, por ejemplo de ocumo, de productos de consumo familiar, etc.; sino que dedicamos la medición a grandes producciones de grandes galpones y extensiones de tierra. Entonces no les hemos contabilizado, en las toneladas de producción. Estoy convencido que ese es un error que tenemos que corregir… Por otra parte, tenemos un uso excesivo de agroquímicos, producto de nuestro modelo de desarrollo (anti-ecológico)…" Me pareció genial y sincero de su parte, hacer público reconocimiento de algunos de los errores cometidos y, seguramente la firme determinación de corregirlos. Por lo visto, hemos producido mucho más que lo que las estadísticas revelan. Lástima que, como lo debe saber el Ministro, un porcentaje alto se nos han ido para Colombia y otros países, por los caminos tricolores, con la complacencia cívico-militar. Menos mal que la urea y los fertilizantes que produce PEQUIVEN, que son importados o producidos a un costo mucho mayor que su precio de venta y que buena parte también se van para otra parte, ahora serán sustituidos por fertilizantes orgánicos para bien de la naturaleza y de la salud humana e incluso, animal. Ojalá, tengamos éxito en esa tarea ecologista y ambiental.

Cuando se le preguntó al Ministro: ¿Cuáles considera usted los principales logros de su gestión al frente del Ministerio? Inmediatamente, como si estuviera preparada la respuesta WACS, respondió: "Dos son los principales logros y son cualitativos: a) La alta motivación de los productores y la concreción de la producción y, b) El reordenamiento y articulación de la estructura del sistema agrícola que estaba todo disperso" Implícitamente el Ministro reconoció que encontró una elevada desmotivación en el campo venezolano, a pesar que durante años contamos con suficientes recursos para desarrollar y mantener motivados a los productores ¿Qué pasó? ¿De quién es la responsabilidad? ¿Cuándo comenzó la desmotivación? ¿A quienes le pedimos cuentas por ello? Y, como se ve, por lo dicho por WACS, la organización del sistema agroalimentario dejaba y, probablemente, deja mucho que desear ¿A quién le pedimos cuentas? ¿Acaso los anteriores Ministros no deben decir aunque sea pio? Ni modo, el "silencio cómplice" y la "solidaridad automática", son efectos y causas, a la vez. ¡Bravo WACS! al menos, por abrir la rendija de la puerta, para que entre luz, donde ha habido oscuridad. Ya basta, hermano.

Luego, con gráficas en mano, dijo algo que ya sabía, desde hace años, y desde entones guardo esa inquietud que, por nuestra limitada capacidad de influencia y de poder, sólo podemos contemplar desde lejos, impotentes y pre-ocupados. Reconoció WACS, una verdad que es inconcebible en un Estado que se autocalifica de Socialista y se la tira de arrecho con los "Oligarcas". Pero los ha dejado, durante estos 18 años, que hagan y deshagan a su antojo y nos han saboteado, desde adentro, por nuestra incapacidad y hasta complacencia. Miren este dato irrefutable de WACS: "… el Estado apenas tiene el 18% de la producción, mientras que los privados tienen el 82%, la meta es lograr que el 18% se transforme en un 40 a 60 %, mientras que los privados tengan entre el 60 al 40 %...." El Ministro, me dio la impresión, prefirió ser prudente y no ser explícito en cuanto a las causas que han determinado esta desproporción sorprendente, de un "Estado Socialista" o en transición al Socialismo y que se precia de luchar por la soberanía, independencia y autodeterminación, como está establecido en los Objetivos Históricos del manido "Plan de la Patria". No se atrevió o no quiso decirlo, salvo sutilmente, pero como yo no soy Ministro, ni espero serlo, y me siento en la obligación de decirlo, es necesario reafirmar que ha sido la incapacidad gerencial, de dirección y de gobierno, así como los importantes niveles de corrupción y burocratización, las principales y prioritarias causas de este efecto perverso que nos ha traído desabastecimiento y lasitud agroalimentaria. Hemos estado pagando las consecuencias de la incapacidad y las corruptelas. Estoy seguro que en esta oportunidad es válido aquello que dice la canción cubana muy conocida: "Llegó el comandante y mando a parar…" Claro, el Ministro expresó implícitamente las causas, más adelante, al hacer algunas recomendaciones, para enfrentarlas. Supongo que si WACS, logró revisar los Flujogramas Explicativos Situacionales de los problemas prioritarios en el estado Portuguesa, debía saberlo, desde hace tiempo, porque en el 2013 cuando fuimos convocados por él, para dictar el Diplomado en "Ciencias y Técnicas para el Arte del Buen Gobierno", organizado por la Escuela Latinoamericana y Caribeña de Gobierno (ESCOLAG) y la Escuela de Gobierno del Estado Portuguesa, los responsables de la Secretaría de Desarrollo Económico y de la distribución de alimentos en el estado Portuguesa, siendo WACS el Gobernador, en el procesamiento inicial del supuesto problema de la "BAJA PRODUCCIÓN Y PRODUCTIVIDAD AGRÍCOLA", al profundizar en el análisis del mismo, "descubrieron" que lo que teníamos y tenemos, ahora validados por los datos suministrados por el señor Ministro, es una "ALTA VULNERABILIDAD DEL ESTADO EN LA PRODUCCIÓN, COMERCIALIZACIÓN Y DISTRIBUCIÓN AGROALIMENTARIA". Esa es una verdad que debería convocar a un juicio público y popular, a todos los que han tenido la responsabilidad de dirigir el sistema agroalimentario en el país. Porque no es posible que, después de tanto dinero invertido y tantos esfuerzos realizados, nos encontremos con esta dura y dolorosa realidad. Yo le sugiero, señor Presidente Maduro y señor Ministro, como un ciudadano de a pié que le duele esta falla cometida, que convoque a todos y todas, los líderes, que son y que fueron responsables, tales como: ex gerentes, ex Ministros del área, ex viceministros, ex Presidentes de instituciones vinculadas, l@s que fueron y que ahora son del sistema agroalimentario en Venezuela, para que se realice a puertas cerradas, si es necesario, una reunión de análisis de la situación agroalimentaria, dirigida por usted, personalmente, con el apoyo del Ministro WACS y haga una encerrona de uno o dos días para que, al menos, digan la verdad y asuman, aunque sea en privado sus errores y desaciertos y se le imponga, sin titubeos, castigos ejemplares a los que hayan fallado. Y si así lo considera, que asuman su responsabilidad ante la ley, porque esto también puede ser calificado de traición a la patria y deslealtad con Chávez.

Luego de un paréntesis, con cierta picardía, los entrevistadores le lanzaron esta conchita de mango al Ministro para ver si resbalaba: ¿Cuál es más eficiente, en materia agroalimentaria, la empresa pública o la privada? A lo que el excelentísimo Ministro, WACS, respondió con inteligencia y sabiduría: "todo depende del piloto (haciendo un símil con su condición de ex comandante de la aviación), pues hay ejemplos de empresas privadas ineficientes, así como hay empresas estadales eficientes, también encontramos empresas privadas eficientes, como empresas públicas muy ineficientes… Lo que sí es cierto es que frente al Capitalismo, el Socialismo tiene bondades que no tiene aquel" Es decir, sutilmente, el Ministro reconoce que el sistema o sector agroalimentario, no sólo lo encontró desmotivado y desarticulado sino, que es, en algunos casos, ineficiente y supongo que no ha contado con buenos pilotos (Ministros, Viceministros, Gerentes, Presidentes, Directivos…) porque sino no estuviéramos como estamos. Sin embargo, aseguró: "el Socialismo supera al Capitalismo". Como Pepito preguntón, como nos recomendó Simón Rodríguez y Albert Einstein, me atrevo a preguntar: ¿Y cómo sabemos que el Socialismo es mejor que el Capitalismo, si en el caso de Venezuela, apenas estamos en proceso de transición hacia el Socialismo? ¿Será por la experiencia en la URSS, ahora en Rusia, China, Cuba, Nicaragua o Corea del Norte? Sólo conocemos al "malo conocido", porque hoy, en Venezuela, sin lugar a dudas, vivimos en Capitalismo aunque nos desvivamos diciendo que estamos en proceso de transición al Socialismo. Por cierto, a veces, más un capitalismo más neoliberal y salvaje que antes ¿Cómo sabemos entonces que el Socialismo es mejor que el Capitalismo? ¿No serán sólo deseos y aspiraciones? ¿No se aplicará aquí aquello de que es mejor un "malo conocido"-Capitalismo- que "bueno por conocer" –Socialismo-? Sólo pregunto ingenuamente. Lo que si no tengo dudas es que al menos tenemos, en Venezuela, la gran oportunidad de demostrar que es mejor el Socialismo.

A reglón seguido el Ministro sentenció con seguridad: "…lo que si estamos claros es que tenemos que tender que ser eficientes y que exista mayor respeto por la naturaleza" ¿Acaso reconocemos que no hemos sido eficientes y hemos irrespetado a la naturaleza? No hay tampoco lugar a dudas: así ha sido.

Luego, nos sorprendió gratamente de nuevo el Ministro cuando asegura: "…en estos 25 años que han transcurrido – desde el 4F de 1992- hemos obtenido logros importantes que exigen mayor cualificación y eficiencia" De modo que es innegable: Ha existido y, seguramente, existe una baja capacidad de gobierno y una importante ineficiencia. Ya lo exigía Chávez: ¡Eficiencia o nada! Ese fue, junto con la solicitud de impulsar las Comunas, una de sus últimas inquietudes y exigencias. Confiado, tal vez, en que las Comunas nos ayudarían a elevar la eficiencia. Resumiendo: Necesitamos cualificar a nuestros "cuadros" para ser eficientes, eficaces y efectivos ¿Cierto, WACS?

Finalmente, el Ministro, WACS, señaló que: "para lograr el éxito necesitamos mayor armonía….el riesgo es que nos desafinen y no logremos la armonía que necesitamos hacia la construcción del Socialismo" Es decir, somos tan vulnerables que los factores externos pueden desafinarnos, como lo han estado haciendo. Además, reconoce el señor Ministro, como es obvio, que sin un clima de paz, armonía y diálogo sincero, es imposible avanzar en la dirección del cambio deseado. ¿Y quienes lo han enrarecido: nosotros, la oposición, el imperio o entre todos? El propio Ministro se formula esta pregunta: "¿Cuál Socialismo?" y él mismo se responde: "El que entre todos construiremos" Posiblemente no es lo que piensa el Ministro, a la vez, me hizo pensar que, de verdad, no sabemos exactamente cuál es el Socialismo por el que luchamos, lo único que sabemos es que lo construiremos entre todos y todas. Y, a veces, pareciese que fuera el Socialismo tipo Eudomar Santos, protagonista de la recordada novela, de los años 90, "Por estas Calles", es decir: "Como vaya viniendo vamos viendo". Esto me recuerda, también, aquel famoso poema de Machado: "caminante no hay camino se hace camino al andar". Así que no nos extrañe, que dentro de unos años, de pronto nuestro "Socialismo" termina siendo un Capitalismo de Estado renovado o un Socialismo como el que predomina actualmente en China, Vietnam o Rusia que muchos autores, como Claudio Katz, a quien el Ministerio de la Cultura le publicó el libro: "El porvenir del Socialismo", en la página 87, señala tajantemente: <> Para remarcar y sentenciar a continuación: <>"

Así las cosas: A confesión de partes… que nos agarren confesados. Aprovecho para desearte éxitos en tu gestión apreciado amigo y, si algún día quedo liberado de este auto secuestro o salgo del autoexilio, si te soy útil y te interesa que te ayude, puedes contar conmigo. Sería un honor volver a trabajar al lado de un verdadero y exitoso líder y gobernante como tú, además del General Visconti. Y sería una satisfacción poder contribuir al rescate del sistema agroalimentario y enterrar para siempre nuestra dependencia económica de los ingresos petroleros. Saludos a Gigi y a la prole. Siempre agradecido por la oportunidad que me brindaron en Portuguesa. Perdona lo "malo" hermano.



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Hugo Moyer Agostini

Ing. Químico (1975). Postgraduado en Macroeconomía, Planificación y Creatividad Aplicada Total. Profesor Titular jubilado de LUZ (1997). Presidente Honorario de la Escuela Latinoamericana y Caribeña de Ciencias y Técnicas de Gobierno (ESCOLAG). Ha sido el primer Director del Instituto Zuliano de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (IZEPES) y del Centro Latinoamericano de Altos Estudios de Gobierno (CELAEG) Ha sido asesor de Rectores de varias universidades, Alcaldes y Gobernadores, así como de la Presidencia de PDVSA y PEQUIVEN. Vive para la POLÏTICA y se resiste a vivir de la política.

 escolagzulia@gmail.com

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