La ignorancia y mala fe junto a la costumbre de banalizar la historia difundiendo matrices de opinión disociativa por medios de comunicación social comprometidos con el capitalismo neoliberal, sistema condenado hasta por Juan Pablo II, son las circunstancias que unieron a cubanos mayameros que celebran por anticipado con desfiles, bailes, aguardiente y algo mas..., la anticipada “muerte” entre comillas del Comandante FIDEL CASTRO, y venezolanos que actúan como la médica de la Clínica El Ávila ubicada en el este caraqueño, quien se negó a atender al ex. presidente del Consejo Nacional Electoral Jorge Rodríguez y a su acompañante, otro caballero, cuando resultaron heridos a consecuencia de ser embestidos en Altamira por uno de esos pésimos ciudadanos que imprimen alta velocidad a sus automóviles, chocan otro vehículo y asesinan como en el caso del deportista Rafael Vidal.
Es la misma equivocada actitud que lleva a ciertas bestialidades escuchadas en la radio venezolana y la televisión, o leer en los diarios, por aquellos “poco seso” que rompen el medidor de ridiculeces, es decir el RIDICULOMETRO, cuando desatan sus asnadas verbales, fungiendo de “analistas” políticos, destilando ignorancia. Este grado disociativo hacia la sociedad es alimentado día tras día por medios de incomunicación social, antes vendida su hipocritocracia informativa durante la cuarta república, porque los dueños chantajeaban a los gobernantes de turno, ocultando las miserias del sistema político, ignorando los problemas de múltiples sectores excluidos de la acción social, mientras se dedicaban a endiosar figuras gubernamentales, promocionar nimiedades o publicitar promesas oficialistas, atosigarnos con el credo de la impecable “democracia representativa”, minimizando la corrupción o castigando de tanto en tanto a alguien por conveniencia politiquera, para ejemplificar un supuesto comportamiento correcto del sistema democrático de sucesivas administraciones blanquiverdes.
En este contexto le oí decir a un supuesto Locutor, porque no se si tiene título como profesional o cuando menos pertenece a los productores independientes, esgrimiendo como argumento en una emisora FM, que si bien no era lógico desearle la muerte a nadie, en el caso de Fidel Castro “se la merecía”, porque –según este rompe record de la ignorancia política-, tiene que ser muy malo el tal Fidel para que gente de su patria huya en balsas por el mar, afrontando los peligrosos tiburones, para llegar al “mundo libre”, es decir a territorio de USA, una nación donde “casualmente” tienen prioridad y trato de “refugiados”, no todo el mundo sino únicamente cubanos que huyan de su país. No sabe acaso, (evidentemente este señor ignora), que a diario arriesgan su vida cientos de mexicanos intentando cruzar la extensa frontera azteca con EE UU, hombres, mujeres y niños que se van no de un gobierno al estilo FIDEL y la Revolución cubana, sino de la sufrida tierra mexicana, donde gobiernos supuestamente “democráticos” tienen casi ochenta años engañando al pueblo, empobrecido y lleno de mentiras, elecciones robadas a sectores contestatarios y la nefasta influencia de los peores ejemplos y vicios del capitalismo salvaje.
También debe ignorar esta “estrella” ante el micrófono, que ciudadanos de otras democracias como las centroamericanas tratan de escapar de sus naciones donde hay gobiernos obedientes al imperio de Washington, porque no tienen empleo y prefieren ir a parar al norte aunque finalicen en su mayoría humillados en los llamados Estados Unidos paradigma del “mundo libre”. Que decir de los dominicanos muertos en el océano porque se arriesgan a irse intentando llegar a Puerto Rico ilegalmente pero en busca de trabajo en territorio boricua, porque no lo consiguen en su lar nativo quisqueyano, país que EE UU ha invadido cuando surgen por elecciones gobiernos no obedientes a la línea del Pentágono y la Casa Blanca. Mientras esto sucede y se oculta de la información destacada, nuestra “hipocritocracia informativa” trocada en prensa amenazada según la SIP, ese sindicato de patrones de la ignominia noticiosa, que no representa a los periodistas, esa prensa mayoritaria en Venezuela, nos dice que acá no tenemos libertad, los poderes están conculcados y hay masacre contra la libertad de expresión...
Por eso indignan ciudadanos como la médica que puso en ridículo a la Clínica para la cual trabaja y donde cobran un ojo de la cara por atender pacientes, cuando alegando que el tomógrafo no servía, se negó a darle primeros auxilios y hospitalizar al Sr. Corao quien resultó herido de mayor gravedad que Jorge Rodríguez, quizá porque ella (increíble en una persona de profesión médica), vive respirando el odio antioficialista que se transmite desde ciertas estaciones de televisión, se oye en radios controladas por chantajistas, o se puede leer sin censura alguna en periódicos como El Nacional, El Universal, Tal Cual y otros, comprometidos con la idea fija de sacar del gobierno al proceso revolucionario de la democracia bolivariana y en especial a su líder. Esos compatriotas venezolanos verdaderamente dan lástima y nos llevan hacia el Libro de records GUINESS, en el ridiculómetro de su ignorancia política, para colmo inducida por un periodismo que infortunadamente ha perdido credibilidad en el seno de la mayoría de la población.