Mauricio Lazzaratto en su obra Políticas del Acontecimiento desarrolla una idea interesante, "El Capital Financiero no fabrica mercancías como lo hace el Capital Industrial, ellos fabrican mundos y lo hace a través de la publicidad y la cultura de masas", a lo que le agrego que el establishment político-mediático fabrica escenarios a través de la mentira para justificar intervenciones, esto es, algunos medios de comunicación son tomados (comprados) como punta de lanza para alcanzar objetivos geo-estratégicos, es así como las potencias occidentales han creado el "terrorismo islámico" para justificar invasiones. A mediados del siglo pasado, los Estados Unidos y sus aliados se vieron "obligados" a arrasar a tres estados del mundo islámico como fueron Irán, Egipto e Indonesia, luego siguieron Afganistán y Pakistán donde inclusive provocaron un choque de civilizaciones. Luego el Capital Industrial-Militar arrasó con Libia, Irak y la barbarie contra Siria. En ello, el factor común, colaboración previa para el apalancamiento de los estamentos militares fueron los medios de comunicación, donde CNN Internacional tuvo y tiene una actuación estelarísima. La línea editorial que CNN aplica contra Venezuela no es distinta a la empleada contra el mundo islámico con verdades, medias verdades y mentiras en una campaña sostenida montando ollas en programas mediocres donde la ética brilla por su ausencia, pero que ha servido para crear un tejido comunicacional con hashtags que se vuelcan a la gente sin mayor complicación. La novedad es que los medios de comunicación se han convertido en mercancías donde el sujeto es el dinero y no el ciudadano, tal es la denuncia de la periodista de CNN Amber Lyon quien reveló cómo los gobiernos pagan a medios como CNN para falsificar noticias y puso como ejemplo su trabajo editorial en Baréin donde demostraba las barbaridades del gobierno, pero que luego fue cambiado por otro donde dicho gobierno salía favorecido, a pesar de la inversión de 100.000 $, hechas por el canal. Este canal es el mismo que sacó al aire una historia contada por un exfuncionario venezolano donde Tareck El Aissami vendió pasaportes a "terroristas islámicos" cuando era ministro, es decir, hace varios años y coincide ese señalamiento con otro del Departamento del Tesoro de EE.UU, donde vincula a El Aissami con un empresario narcotraficante. Si analizamos la historia de las invasiones hechas por EE.UU y sus aliados contra el mundo islámico y la vinculamos a la posición del Presidente Trump contra los pueblos árabes, habría entonces que buscar a un personaje para justificar posteriores acciones. Allí encaja perfectamente Tareck El Aissami, por su posición política y por su raíz islámica. Trump increpó a el periodista de CNN Jim Acosta y ante el mundo entero le dijo: "El público ya no les cree, la prensa está fuera de control, el nivel de deshonestidad está fuera de control". Luego a New York Time lo calificó de fallido; a CNN y sus noticias falsas; a The Wall Street Journal de desagradecido. No obstante, el jefe de campaña de Trump, Steve Bannon, creador del portal de ultra-derecha Breitbart News utilizaba un estilo agresivo, ligado a procesos organizados de troleo, desinformación e intimidación, es decir, estamos frente al cinismo generalizado, donde el haber deportado a 22 narcos a EE.UU, el haber capturado más de 120 alijos de droga, no tiene valor. Lo importante es lanzar el objetivo político aún sin mostrar evidencias más que declaraciones de los propios narcos que el exministro atrapó, para justificar políticas represivas o quizá una invasión. Me salta una incógnita, ¿De no haber sido El Aissami Vice-Presidente de la República, ¿se le hubiesen hecho esos señalamientos? Humm, me temo que no. Y por último quiero dejar constancia de que no conozco de trato a Tareck El Aissami, sólo que como al Ché, "me hierve la sangre las injusticias".