"Esta lucha viene de muy lejos, de los tiempos de Guaicaipuro y su alianza de pueblos y Caciques contra el imperio español. En ellos está el más viejo antecedente histórico de la unidad cívico-militar y de la construcción del Ejército patriótico independentista." Hugo Chávez.
(Notas sobre nuestra exposición en el Teatro Lamas de Los Teques con motivo del primer año del semanario Somos Guaicaipuro, órgano de la Alcaldía del Municipio para la historia y la cultura local. Sábado 11 de marzo de 2017)……………………………………..
Un equipo de jóvenes se abre a su propio florecimiento en "Somos Guaicaipuro" y hoy transcurre un año de su reaparición en Los Teques, sembrando en tierra fértil a pesar del amargo desarraigo de amplios sectores de una población recién llegada. Dirigido por Reinaldo González, toma espíritu de cuerpo en el esfuerzo de Mayrin Moreno, de Yurimia Boscán, de Marlon Sambrano, Manuel Almeida, cronista de Guaicaipuro, David Urretia, Yira Coronel, directora de prensa de la Alcaldía, entre tantos otros muy valiosos. Cándido Rodríguez, Alexander Torres, Leonardo Vivas, Gabriela Bolívar, Luisa Sequera, Luis Rodríguez. Resalta aquí, la libertad y el respeto del Alcalde Francisco Garcés a este esfuerzo sostenido de este equipo de trabajo, en quienes hay una savia de la tierra tequeña que los nutre, los cultiva y anima en la amistad y el esfuerzo común, más allá de cualquier recompensa material y de todas las diferencias de enfoque: diferencias necesarias para el alumbramiento creativo, pero en sentido convergente. Este semanario se articula con La Cátedra Guaicaipuro, donde ha tenido un papel muy importante y significativo la camarada María Mercedes Cobos y el equipo de protocolo de la Alcaldía. Somos Guaicaipuro tiene divulgadores como Carlos Díaz, Franklin Landa y Mercedes Veroes, Ander Olivares y Arnoldo Piñero, entre tantos otros. Con el apoyo incondicional de la Cátedra Libre Intercultural César Rengifo. Donde la amplitud y compromiso político, con la apertura del abanico ecuménico no hace mella en la toma de posición política en el aquí y ahora para la re-construcción con el propio pueblo de la historia local, regional y comunal. Unido a otro esfuerzo coordinado por el poeta Antonio Trujillo: la formación de Cronistas Comunales. Somos Guaicaipuro abre el abanico para conocer personajes anónimos locales, de la cultura, de la educación, del deporte, del comercio, de la política, de la espiritualidad, más allá del sello partidista. Esto con el agregado de que la inclusión y tolerancia del otro, tampoco es toldo tendido para la insolación del culto a la neutralidad, de lo ambiguo o de lo incoloro, de la complicidad, la evasión de la realidad y la renuncia al proyecto común-socialista de largo alcance histórico en sus principios fundamentales. El equipo tiene espíritu de cuerpo, del tamaño del reto –hasta ahora- de Somos Guaicaipuro, desde las catacumbas del pueblo, como si bajara de los cuadros de César Rengifo, de su teatro vivo y de sus murales. Más, tratándose de un territorio de huellas ancestrales, con una población desarraigada que se ha convertido –en parte- en un dormitorio de Caracas, perdiendo en buena medida su propia configuración geográfica, histórica, social, cultural y espiritual. Sin embargo es punto de encuentro de lo andino, lo llanero, lo guayanés, lo amazónico, lo caribeño, dentro y fuera de nuestras fronteras, pero al mismo tiempo de lo madeirense y lo canario, pasando por otras vertientes migratorias venidas de Europa o del Asia.
El mismo fuego interno de la creatividad no se entiende como la ocasión propicia para pisar y destruir al otro, sino que el fogón de Somos Guaicaipuro prende como dimensión humana en sintonía con la comunidad y su consanguinidad con todo lo viviente. Crear no es sólo un despuntar para aplastar o negar otros aportes, en contravía al apoyo mutuo y al mutuo enriquecimiento. Tampoco se busca la originalidad ensimismada, sobre las cenizas de otros aportes dentro o fuera del equipo. Se estampa la originalidad personal y colectiva, sin desconocer en el camino, la complementación, la reciprocidad y la solidaridad. Reconociendo el aporte significativo de cada quien, del equipo o de otros colectivos, donde se quiere priorizar –creo entenderlo así- la cooperación sobre la competencia y el individualismo aberrante que ha cultivado en su propio espejo la egolatría de la cultura dominante. Se busca la originalidad y el despliegue creativo para el encanto y el disfrute mutuo, sin perder por ello la personalidad distintiva de cada quien, pero sin quedarnos en el simple placer estético contemplativo. Se crea en función de re-construir nuestras formas de pensar, de sentir, de conocer y de con-vivir hacia la refundación de la república y de la cultura local, regional y nacional en el espíritu continental bolivariano y la inter-culturalidad. Es muy válida la afirmación de la diferencia, pero en ese contexto de la igualdad social, en el entramado de lo comunitario y de lo cósmico. Donde no perdamos el vínculo común del género humano con los animales y las plantas, con las piedras y con todos los elementos que sustentan la vida. Somos parte de la comunidad humana sin perder el vínculo con la comunidad animal, vegetal y mineral. En los opuestos complementarios hombre/mujer para superar los escollos históricos de la sociedad patriarcal racista/clasista y euro-céntrica… ¡inventamos o erramos! En tanto que seres senti/pensantes en el entramado de todos los seres vivos. En toda nuestra diversidad cultural y humana.
Un semanario como Somos Guaicaipuro se ha convertido en referencia de mucha gente desarraigada. Que ha visto en el Cacique, Apoto o Principal y su alianza de pueblos y Caciques, un pasado-presente, más allá de la nostalgia y el duelo histórico, una identidad ancestral y colectiva, que da sentido de territorio, de región y de patria, cuyo idioma llamado caraca, se extendía por toda la región centro norte de Venezuela desde El lago de Valencia o del Turmero, pasando por Caracas y los Altos Mirandinos hasta Cúpira y en sentido amplio, por toda la costa oriental hasta Margarita, Coche y Cubagua.
Cuando nos paseamos por los datos etnográficos de Juan de Pimentel sobre el valle de Caracas y sus alrededores y se pretende ubicar el gobierno de la nación caribe, se le enreda el papagayo y no sabe como ubicar el gobierno y la autoridad de los Principales o Caciques. Entonces dice, que es todo behetría, que no han tenido gobierno, ni señores, ni autoridad alguna a quien obedecer y están ayunos de toda policía. Los presenta como caóticos, sin gobierno. Pero en contraste, otros hablan de los caciques, Apotos o Principales como seres terriblemente autoritarios. Confunden la figura del Cacique con la figura del caudillo, que son históricamente, como lo han visto Acosta Saigne, Mosonyi y otros, figuras radicalmente distintas… Cuando se va a ubicar a los dictadores, especialmente a los militares fascistas, se les presenta como cavernícolas, como supuestos gorilas, monos o araguatos para emparentarlos arbitrariamente con los pueblos originarios. Estos recursos los usa también la derecha para descalificar la unidad cívico-militar, cuando no está en función de defensa de los intereses de la clase dominante.. Y hablan de "ley de la selva", en contraste con la ciudad como epicentro de la llamada "civilización" (selva del cemento armado). ¿Entonces quién los entiende? Eran pueblos –los caribes del centro- con comunidades bastante descentralizadas, bastante autónomas, unas de otras, pero nunca aisladas, ni desarticuladas de su nación caribe y que sólo en tiempos de guerra se confederaban y hacían alianzas. Portaban un federalismo bien fundado. El historiador Guillermo Morón que nada entendió sobre esta modalidad de gobierno federal, declaró que en la región de Los Caracas no había nación sino "tribus". Sin embargo, olvida que los cronistas hablaban al principio, de naciones indias. ¿Recordará que el federalismo de los iroqueses inspiró el modelo federal de los Estados Unidos de América? Pero no lo dice la historia oficial. Morón terminó diciendo que aquí en Venezuela no hay indios a la hora de reclamar tierras. Según él sólo hay "mestizos". Que España no fundó colonias en América sino pueblos y provincias (como Puerto Rico que no es colonia de USA, sino Estado Libre Asociado).
Somos Guaicaipuro tiene la particularidad de contribuir a la construcción del imaginario vivo de Guaicaipuro desde la memoria oral de la gente, sin desconocer algunas bases fundamentales de la historia escrita. Bajo esta tendencia inter-cultural giraron también nuestras investigaciones para llevarlo al Panteón Nacional. Pero los pueblos, culturas y clases dominadas necesariamente tendrán que apuntar de nuevo hacia la revalorización de la tradición oral. Al venir para este acto me dice Simón Piñero a quien encuentro en la calle, que ha salido un artículo en "Las verdades de Miguel", en la sección de una columnista donde somos emplazados Reinaldo Bolívar Vice Ministro para África y el suscrito. Al camarada Reinaldo Bolívar le preguntan si él sabe cuantos niños y niñas de su pueblo en Guárico estaban sin comer en el momento en que llevamos a Hipólita y Matea al Panteón Nacional, sin ella tocar ni con el pétalo de una rosa a los sacrosantos monopolios de la industria agroalimentaria, los bachaqueros mayores y la guerra mediática del capitalismo global contra Venezuela. Mucha gente todavía no se ha enterado que a todo pueblo que quiere ser libre e independiente, se le castiga con hambre, bloqueos y secuestro de alimentos como se hizo en el Chile de Allende o en Cuba donde no ha terminado el bloqueo. A mí particularmente me emplaza la misma columnista como asesor de Educación Intercultural de Min Educación para que presente algún documento histórico que valide la existencia de la insurreccionada india Apacuana en 1577 por los Valles del Tuy. Debemos recordarle que el Centro Nacional de Historia emitió un Expediente, con un comentario crítico del investigador Felix Ojeda, especialmente sobre el trabajo de Oviedo y Baños en torno a la historia de la conquista y colonización de la Provincia de Venezuela. La crítica de Oviedo y Baños también la ha emprendido un católico académico como el amigo Horacio Biord Castillo. César Rengifo tiene también una importante obra de teatro llamada Apacuana y Cuaricurián.
Volviendo a Somos Guaicaipuro, recalcamos que los Caciques, Cacicas, Chamanes y sus pueblos no son el sujeto histórico de los viajeros y cronistas de la conquista y ocupación colonial. Son cronistas del Rey dedicados a exaltar la gloria de los conquistadores y ridiculizar, devaluar e invisibilizar las glorias de la resistencia indígena. De allí que también apelemos a la memoria colectiva oral como punto de apoyo para descodificar la historia escrita de los vencedores y sus intelectuales adoctrinados.
Ahora mismo en que se ha anunciado por parte del Presidente Nicolás Maduro la incorporación del Prócer Manuel Piar al Panteón Nacional para este 11 de abril con motivo del bicentenario de la batalla de San Felix en la sabana de Chirica(1817), donde Piar y la indiada triunfaron frente a La Torre y se convirtió en el Libertador de Guayana, lo cual le permitió al Padre de la Patria Simón Bolívar, fundar la Gran Colombia desde el Congreso de Angostura en 1819.- Pero lo que cabe señalar aquí es que algunos historiadores como el caso de Yolanda Salas y Norma González Viloria, para reconstruir la vigencia de Piar, han tenido que recurrir al imaginario oral del guayanés y de los orientales. Este solo hecho, comprueba que frente a los derrotados, así sean derrotados-triunfantes, caso Piar, también se necesita reconstruir el imaginario colectivo de nuestros pueblos, en lo local y regional en base a la memoria oral (Se trata de la obra Piar, el héroe de los múltiples rostros. Min Cultura-FUNDEC. Caracas 2004).
¿Qué podemos esperar los pueblos indígenas y sus descendientes actuales, que frente a la sociedad de castas hemos ocupado el último escalón de la sociedad colonial y republicana?
Quiero finalizar con unas palabras, que bien pudieran estar en boca de Guaicaipuro, de los Caciques o Cacicas de la resistencia indígena. No voy a decir de quien son estas palabras sino al finalizar mi intervención:
Veamos…
"Creo que una hoja de hierba no es menos, que el camino recorrido por las estrellas.
- Y que la hormiga es perfecta, y que también lo son el grano de arena y el huevo del zorzal.
- Y que la rana es una obra maestra, digna de las más altas,
- Y que la zarzamora podría adornar los salones del cielo,
- Y que la menor articulación de mi mano puede humillar a todas las máquinas,
- Y que la vaca paciendo con la cabeza baja supera a todas las estatuas,
- Y que un ratón es un milagro capaz de confundir a millones de incrédulos."
¿De quién creen ustedes que son estas palabras? Salen del alma chamánica y del indio interno del poeta norteamericano Walt Whitman. Aquel que nunca fue aceptado por la sociedad de su tiempo y todavía padece el frío del exilio. Todo su Canto a Mi Mismo puede ser leído como un canto chamánico. Somos Guaicaipuro ¡Salud camaradas!