La derrota que nuestra canciller Delcy Rodríguez le propinó a los serviles del imperio gringo en la OEA, y las últimas decisiones del Tribunal Supremo de Justicia respecto de la Asamblea Nacional fraudulenta, desató los demonios de la oposición (en Venezuela y el exterior) en contra del presidente Nicolás Maduro y del Gobierno revolucionario.
La derecha con la esperanza trastocada sin la aplicación de la Carta Democrática y con menos capacidad para seguir conspirando desde la AN, se les alejó la posibilidad de entregarle el país al imperio gringo y forrarse del famoso billete verde. Que más que sus aspiraciones, son sus anhelos. Duermen soñando con una almohada repleta de dólares en la cabeza.
Los perturbadores cabecillas de la oposición venezolana no se detienen, arremeten enloquecidos, arrebatando, porque al fin y al cabo el problema de estos vendepatria es poder y dinero, llenarse los bolsillos. Para ellos el pueblo es una simple excusa, algo secundario.
Pero la ambición de poder y ese amor al dinero los enreda en su propia red de confabulación, haciéndoles aflorar la mentira. Después de conspirar en el extranjero como los perfectos traidores que son, regresan para apoderarse de los medios de comunicación diciendo que el monstruo Nicolás Maduro les está sacando las uñas. Lo dicen buscando el apoyo del pueblo, solo que consiguen puro rechazo. Nadie les cree.
Ya los quisiera ver despotricando del Presidente e intentando derrocarlo en un régimen con tiranos de verdad como Trujillo, Videla, Stroessner, Noriega, Pinochet…El proceso de micción sería un río caudaloso en sus pantalones. En Venezuela no, en Venezuela con la dictadura revolucionaria se alzan, ofenden, amenazan, retan, se la dan de bravos… Y no les ocurre nada.
La gente está cansada de esta oposición. La gente solo quiere la solución de los problemas más apremiantes, como la de los altos precios de los alimentos, la escasez de medicinas, vivir en paz sin el temor latente de esas aventuras y atajos que esos bandidos mantienen siempre a la mano.
Igual es falso que en este país el pueblo hable de elecciones. De comicios solamente hablan Capriles, Ramos Allup, Rosales, Lorenzo Mendoza y otros y otras que aún no han entrado ni siquiera en el ranquin de las presidenciales. Vayan a un abasto, a una farmacia y lo corroboran, en Venezuela solo se habla de la escases y la especulación y, para combatir tales fenómenos, estos revoltosos que acabo de mencionar tienen que abandonar el golpe, la guerra económica, la desestabilización de la moneda; solo así en el corto plazo se podrá comprar sin traumas, sin el dolor en el bolsillo de perder el salario del mes en la compra de una semana. Sin embargo, el presidente Maduro sigue con el proyecto de abastecimiento y producción con la gente dispuesta a trabajar de forma honesta y consciente.
Al contrario de estos apátridas que andan como jauría hambrienta de dólares y no recapacitan, no piensan en el bienestar y las necesidades de la población. Para ellos vale más un dólar americano, que un venezolano. ¡Traidores!
Con Maduro victorioso ¡venceremos!