En este momento no sé si referirme a tu persona como camarada o ex. El tiempo lo dirá.
Nuris, resulta patético e infeliz tu escrito. A mi parecer, a destiempo, pues algunos aspectos del mismo vienen dándose desde que nuestro Comandante Chávez estaba en el gobierno y tú a cargo del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Debo reconocer, sin cabida a duda, que la corrupción ha sido uno de los males a atacar dentro del gobierno, en tiempos del Comandante y ahora con el camarada Maduro. Me imagino que comprenderás que la corrupción es inherente al Estado Burgués, que por cierto hoy goza de muy buena salud, rozagante y vigoroso.
Mientras exista este pernicioso Estado Burgués, que se protege a sí mismo, con una pequeña ayuda de sus amigos, será difícil erradicar la corrupción. Aceptarás que es mezquino de tu parte, como de muchos otros, no reconocer el esfuerzo que se ha hecho en atacar la corrupción.
¿Que no han sido suficientes los esfuerzos? Estamos de acuerdo, pero se han hecho. Es impresionante ver que de cada cinco corruptos presos que han estado en cargos gubernamentales, salen diez más, parecen gremlins. Repito, un rasgo intrínseco del Estado Burgués. Ese que nuestro Comandante llamaba a pulverizar. Tú fuiste ministra y lo viviste muy de cerca. Te invito a ver la sección "Anti-Corrupción" de Aporrea, donde podrás tener una cronología de un grueso de los casos de corrupción que han sido combatidos durante el gobierno del Presidente Maduro.
Cabría preguntarse, ¿qué hiciste tú para combatir el Estado Burgués y la corrupción? Nunca tuvimos noticia alguna de ello. Es fácil venir ahora, cuando la situación es peliaguda para la revolución, juzgar y darse golpes de pecho con frases que no son más que lugares comunes en contra de la revolución.
¿Qué has hecho tú desde que estás fuera del gobierno? ¿Has contribuido a la construcción del Estado Comunal? ¿Has hecho contraloría social activa en algún momento?
Dices en tu escrito, que desde la imaginación se hacen las cosas. Casi suena a poema. Tú, que te llamas revolucionaria, tienes que saber que la revolución se hace trabajando por ella todos los días, de manera incansable y comprometida, no soñando. Y esto te lo digo con la autoridad moral que me acompaña, y el que me conoce así lo referirá. Trato de moverme siempre en el terreno de la coherencia entre pensamiento y acción.
Me alarma una frase que leí de tu escrito. ¿Qué quisiste decir con eso de "jamás debemos apoyar una bota militar para liderar un proyecto político"? ¿Cómo queda entonces el Comandante Hugo Chávez? ¿Qué tienes que decir de la unión cívico-militar? ¿Acaso alguna vez fuiste realmente chavista?
Tu apreciación me resulta irresponsable y falsa, pues con ella podrías coadyuvar a más acciones de violencia, dado que son palabras proferidas por una ex ministra y las palabras cobran fuerza cuando se dicen. Y lo más patético es el hecho de hacer causa común con quienes pretenden acabar con los sueños de los que tú hablas en tu miserable escrito.
También te pregunto ¿cómo puedes defender a los "jóvenes" que hoy salen a las calles a generar violencia fascista para sembrar el terror y crear un estado de anarquía? Ello con el fin último de servirle en bandeja de plata la Revolución al Imperio. Esos "jóvenes" que son capaces de quemar vivo a un animalito inocente. ¿Por qué no apoyaste entonces las guarimbas de 2004? ¿Por qué no te uniste al movimiento de las manitas blancas en contra de Hugo Chávez? ¿Por qué aceptaste ser la ministra de un militar?
¿Será que tú eres una de las que también niegan la guerra económica y los actores que la promueven? ¿En esa juventud tuya de la que hablas, alguna vez protestaste en las calles por el derrocamiento y asesinato de Salvador Allende? ¿Según tú no hay nada en común con lo que le están haciendo ahora a Nicolás Maduro? ¿Por qué vienes a escribir ese infame artículo precisamente en este momento? ¿Será que obedeces a tu conciencia o quizás a intereses inconfesables? ¿O será que, como ya lo vienen haciendo otros, temes que la Revolución Bolivariana va a caer y quieres irte desmarcando de ella, como San Pedro cuando negó a Cristo? ¿Crees que por ello, el Imperio te va a perdonar? Lamento recordarte que, a pesar de haber traicionado el legado de su maestro y haber renegado de él, aun así el imperio de aquella época no perdonó a San Pedro, quien terminó crucificado de cabeza.
Y aquí me detengo, pues me resulta repulsivo seguir ahondando en tu patético artículo. Lo único que te digo es que el miedo y la traición son libres, pero no olvides que la historia pone a cada quien en su lugar.
Como siempre digo: que sea lo que tiene ser. A mí, a diferencia de ti, la historia me encontrará rodilla en tierra, firme en defensa de la revolución, con todas sus fallas y errores. Es nuestra revolución. En el camino enderezamos las cargas. ¡Cuánto me alegro de que no sigas en la misma! Este proceso se purga a sí mismo.
Sigue soñando…
¡Hasta la victoria siempre! ¡Que vivan las botas del militar Hugo Chávez! ¡Qué viva la Revolución Bolivariana!