AQUÍ MISMO, en nuestro desabastecido suelo patrio, la MUD acusa al Gobierno y al TSJ de dar golpes de estado a la Constitución y, a su vez, el Gobierno ha ripostado a la MUD la misma cosa, que son ellos quienes están atentando contra la institucionalidad democrática y la Carta Magna. EN EL PLANO INTERNACIONAL, países que obran en contubernio culposo con el gobierno gringo y la MUD, acusan a Maduro y a su TSJ de reducir a polvo cósmico a la Constitución, mientras que nuestro país y países verdaderamente hermanos testimonian su solidaridad en este duro trance.
Es obligatorio como venezolanos denunciar la obvia arremetida internacional contra Venezuela con la intención de allanar el camino a Donald Trump y a la MUD quienes se repartirían el país, es decir los recursos de la "amenaza inusual y extraordinaria". También es obligante reconocer la deficiente administración y la lapidación de recursos prácticamente desde 1998 hasta el día de hoy por las cúpulas presuntamente revolucionarias. Esta realidad ha socavado la confianza del país en estos dos grandes sectores políticos: El PSUV y los factores de la MUD.
Mientras en la arena política proliferan los golpes o las declaraciones de golpe, quien menos participa de este quehacer somos la gran mayoría de los venezolanos quienes cada día estamos más alejados, no solo de los cúpulas y sus golpes, sino también de los reglamentarios e imprescindibles tres golpes de la dieta diaria. Es una guerra entre ellos, sin nuestro consentimiento, sin que podamos participar por nuestros propios intereses de Pueblo ya que tanto el Gobierno y sus controlados poderes, como la MUD y su descontrolado poder en la Asamblea, se han unido para dificultar al máximo nuestros derechos políticos para que la polarización que proyectan nos envuelva a nosotros y lo único que podamos hacer sea involucrarnos en la pelea de ellos: por su poder y sus privilegios. Que nos apartemos de la lucha por construir una alternativa política distinta a la ineficiencia de hoy y la de ayer que se ocupe de organizar nuestra lucha por el derecho a la alimentación, salud y educación; por calidad de vida para todos y no solo para las cúpulas e intereses que se mueven alrededor del PSUV y la MUD financiadas con el patrimonio que debería ser de todos los venezolanos.
No perdamos de vista nuestra verdadera lucha como Pueblo o nos pondrán a pelear ciegamente por los intereses de la MUD o el PSUV. Así será más fácil para ellos ponernos a marchar pidiendo la cabeza de Ramos Allup y Julio Borges o la del mismo Maduro. Nuestro país ha sido traído hacia el abismo de esta guerra entre los ineficientes de hoy que se atornillan al poder y los ineficientes de ayer disfrazados de demócratas mientras gestionan una intervención extranjera.
Por la defensa de Venezuela:
¡No al gobierno ineficiente y corrompido!
¡No a la oposición guarimbera que se mancha las manos con la sangre de venezolanos!
¡No a la intervención desde la OEA!