19 de abril, día de Patria, día de Independencia. Ésta, fue la fecha que seleccionó el imperialismo de los EEUU para intentar revertir nuestra historia, tan llena de heroísmo y gallardía. Fue un 19 de Abril, pero de 1810, que los patriotas venezolanos dan inicio a la Revolución independentista que nos llevaría a liberarnos del imperio español. Un jueves santo, en que la juventud caraqueña de aquellos años, se reunió en Cabildo Abierto y procedió –soberanamente- a destituir al entonces representante del Rey de España en nuestras tierras: Don Vicente Emparan, Capitán General de Venezuela. La historiografía da cuenta del acto en que Emparan desde la ventana del Ayuntamiento preguntara al pueblo reunido en sus alrededores: "si querían que él siguiera mandando". Obteniendo como respuesta, un multitudinario NO que aún resuena en la voluntad de nuestros pueblos de ser libres de toda dominación y subyugación imperialista. Emparan, renunció en consecuencia y se devolvió a España, conformándose de inmediato, un gobierno interino denominada Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII que, aunque fue un gobierno provisional y representativo de la clase privilegiada de los nobles blancos criollos o mantuanos, quienes veían con recelo las ideas libertarias y universales de nuestro Francisco de Miranda. No obstante, dicha Junta creó reformas que lograron unificar las provincias venezolanas y reforzar su autonomía. Si bien, dicha Junta tenía restringidos sus poderes, limitados a defender los derechos del rey Fernando VII; un año después, en marzo de 1811, se instalaba el Primer Congreso Nacional, poniéndole fin a la Junta, y consolidándose nuestra Primera República. Nuestro Comandante Chávez, comparaba esa fecha con otra más reciente, como lo fue el 4 de febrero de 1992: "Yo siempre lo dije, el 4 de Febrero es una fecha comparable con el 19 de Abril, fecha de campanazos, de anuncios, de amanecer". Fecha de parto de la nueva historia: "El hecho sentó el precedente inmediato a la firma del Acta de Independencia, el 5 de julio de 1811, que rompía la relación colonial con España y daba inicio a la Guerra de Independencia".
206 años después, los descendientes de ese mantuanaje que aspiraba autonomía e independencia de los designios de la corona española, para asumir con plenitud el control de la producción y el comercio de sus propiedades y negocios; hoy proclaman a los cuatro vientos, y por todo el mundo, la reversión de nuestro proceso de Independencia y trabajan en sentido contrario a las agujas del reloj de la historia para devolvernos a tiempos de coloniaje y sumisión a los dictámenes del imperio de nuestros tiempos: los EEUU. No alcanzan siquiera a enarbolar las banderas soberanas de sus antecesores mantuanos de 1810, la cobardía y entrega a su amo del norte se los impide. Si bien, no existe un Fernando VII por el cual se declararían "defensores de sus derechos" en nuestras tierras, si parecieran trabajar no en la defensa de sus derechos sino como se habla en estos nuevos tiempos: en la defensa de los intereses imperialistas del amo del norte en nuestras Repúblicas Libres y Soberanas. Es así, que bajo el tutelaje del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, las fuerzas políticas de la derecha: Primero Justicia, Voluntad Popular y Acción Democrática, han emprendido una agenda violenta que no persigue otro fin sino dar al traste con el Gobierno Legítimo y Constitucional del camarada Presidente Nicolás Maduro. Durante semanas, los hemos visto quemando instituciones públicas como Mercales, Centros de Acopios de la Misión Alimentación, la sede del Instituto Nacional de Nutrición, locales dispensadores de salud: CDI y Barrio Adentro, urbanismos de la Gran Misión Vivienda Venezuela, la sede de la Magistratura y de la Defensoría del Pueblo, instalaciones del Metro de Caracas en Altamira, instalaciones de Movilnet y Cantv, entre otras más, cuyos daños cuantificados por el Ejecutivo Nacional ya ronda los más de 50 mil millones de bolívares. A lo que debemos agregar, las pérdidas más preciadas en vidas de compatriotas, cuya lista ya alcanzan las siete. Ha sido tal, el nivel de violencia y odio desplegado por las bandas terroristas que ni, nuestros hermanos difuntos se salvaron de la agresividad de los mercenarios contratados para actuar en las calles contra la Paz de la República, como ocurrió en Los Teques donde quemaron urnas sustraídas del cementerio.
Derrotados como están, por la valerosa actuación de nuestra Fuerza Armada Bolivariana, su GNB, fuerzas policiales, la PNB, nuestros cuerpos de seguridad e inteligencia, el SEBIN y CICPC, ahora acuden a la tragicomedia de convocar a una marcha nacional para intentar dirigirla a Miraflores. En su alucinación tóxica, esa derecha, pareciera creerse encontrarse en los albores del 11 de abril de 2002. En definitiva, lo que no han podido lograr con todas las acciones terroristas desplegadas en Chacao, Valencia y Barquisimeto, ahora intentan concentrarlo en la ciudad capital, Caracas, la rebelde y siempre libertaria, la que dio el ejemplo a seguir. Se juegan, con esa marcha, el todo por el todo, lo definitivo: o se va Maduro o se va. Tal cual es la disyuntiva que se juegan con esa marcha, las fuerzas colonialistas. Es el espíritu de Boves reencarnado, doscientos años después. Por ello, ha llegado la hora del pueblo. La leyenda de Juan José Rondón, ese Prócer de nuestra Guerra de Independencia bien merece tenerla presente a la hora de evaluar los tiempos que corren y la agresión imperialista que le acompañan. Ubicadas, ambas fuerzas enfrentadas, las imperialistas de un lado y del otro las fuerzas patrióticas, en el Pantano de Vargas, hoy Colombia. Con superioridad en fuerzas de las hordas colonialistas, resistidas con gallardía por las fuerzas de la Patria. A golpe de las cuatro de la tarde de ese día 25 de julio de 1829, la caballería y artillería realistas avanzan en son victoriosos, lo que empuja al Padre Libertador, Simón Bolívar, a quejarse en tono de pesadumbre: "¡Se nos vino la caballería y esto se perdió!". Volteando su mirada hacia el negro Juan José, quien apiadándose del Padre Libertador, le responde como una chispa radiante de inmediato: "Pero General, ¡Si Rondón no ha peleado todavía!". Bolívar, recargado de las chispas de energía que le transmitía el negro Juan José, de inmediato le responde sin titubeos: "¨¡Entonces salve Usted la patria, Coronel!". Como un rayo, se levantó Juan José Rondón y lanzó su grito de guerra: "¡Que los valientes me sigan!", y con extremada furia, con su escuadra de lanceros arrasó con los focos determinantes del ejército de Barreiro, obligándole a ceder terreno hasta su derrota. El Padre Libertador, nunca olvidaría la hazaña heroica de Rondón, y en vísperas del aniversario de aquella gloriosa batalla, le escribía a Santander: "No hemos necesitado de Nonato ni de Piar, pero sin Rondón que vale más que aquellos, yo no sé lo que hubiéramos sido en Vargas". Y, cada 24 de julio, en lugar de recordar su cumpleaños solía decir: "Mañana es San Rondón".
Hoy, Rondón se ha hecho pueblo y cada vez que la Revolución Bolivariana le ha requerido para su defensa en contra de las hordas imperialistas y fascistas, allí estará Rondón. Como lo estará este 19 de Abril, partiendo desde Petare, desde la Plaza Catia, hasta llegar a la Avenida Bolívar para reencontrarse con el Padre Libertador Simón Bolívar, con nuestro Comandante Hugo Chávez. Reencarnando las gestas independentistas libradas por nuestros antepasados victoriosos, que un día como hace 206 años dijeron: ¡Ya basta de imperios e imperialistas! ¡Somos y seremos libres y soberanos por nuestra eternidad! ¡No pasarán! ¡Todas y todos a la Avda. Bolívar!
Caracas, 17-04-2017