FINANCIAMIENTO PARACO EN LLAMAS
Con la voladura de al menos la mitad de las instalaciones que controlan los paramilitares colombianos, para distribuir en Colombia la gasolina barata que nos compran a nosotros, y que constituye la segunda mayor fuente de financiamiento (después del tráfico de narcóticos), de esos grupos de extrema derecha que tienen planes bastante concretos en contra de nuestra Revolución, al seguir lineamientos gringos, se ha puesto en aprietos a la empresa aseguradora que “cubría” los riesgos de tal negocito en las vecindades de Maicao, Guajira colombiana. Por lo pronto ya salió el capo mayor a ofrecer cien millones de pesos colombianos (más de 120 millones de bolívares) de las arcas nacionales, como recompensa para aquellos que sapeen a los que les metieron tremendo coñazo.
NO MAS HECHOS, QUEREMOS PROMESAS
Este parece ser el lema de la oposición encarnada por el no-populista Manuel Rosales. Los gurúes de la economía excluyente, escuálidos de siempre, han puesto el grito al cielo con los primeros ofrecimientos de su candidato y, se han dado a la tarea de “bajarle el copete” a esas ofertas, como si tuviesen la más remota posibilidad de ganar las elecciones… y “tener que cumplir lo prometido”, como si eso lo hubiesen hecho cuando gobernaron. Desde hace tiempo, los escuálidos opositores al gobierno de Chávez vienen desmintiendo las cifras aportadas por el Instituto Nacional de Estadísticas -INE- en cuanto a desempleo, ingreso per cápita, indice de bienestar y todo lo que se les atraviese. Igualmente han tratado de aplicarle al Presidente, como un sello o tatuaje, el remoquete de “populista”. Ahora, cuando el candidato Rosales, su candidato, ofrece una especie de seguro de desempleo, que consistiría en regalarles 600 mil bolívares a cada desempleado, ellos llegan a la cifra de un millón cien mil desempleados. Es decir, dejan de incluir aquí a los trabajadores informales y a los becarios de algunas misiones, sobre todo aquellos que se están formando directamente para trabajar (a quienes siempren incluyen como desempleados)… y así, lo sienten posible de cumplir. Y como Rosales también ofreció, de buenas a primeras, una asignación, a manera de participación directa de la renta petrolera, equivalente a lo que se conoce como “canasta básica” de víveres, para aquellas familias que se encuentren en situación de pobreza extrema, bajaron el costo de la tal canasta. Ya la ajustaron, para que les pueda cuadrar en sus mentes, ayudar en algo a los pobres. Dijeron: Nooo, la canasta no cuesta 600 mil. Apenas 400 mil. Como dicen en Cuba: Ñóooo! Póngase de acuerdo para mentir. Y definan de una vez por todas qué es populismo. Y si es bueno o malo. Que hablen pavos y pavas, los chefs y sus degustadores.
CHARLIE BROWN
Cuando a Carlitos le llegó la especie de que Cova, con sus cobas, le estaba preparando el cajón, para montarse él en la Presidencia de la Confabulación de Timadores de Venezuela -CTV-, se escapó de la prisión de Ramo Verde. Ahora está convocando una Convención Internacional de esa Confabulación, pero en el exilio. Las invitaciones llegan desde Cúcuta, Norte de Santander.
BIENVENIDA MARÍACONSUELO
Acaba de visitarnos la nueva cancillera de Colombia, María Consuelo Araújo, la persona más jóven de la política colombiana que ha llegado a tal cargo. Descendiente de una familia muy querida por los predios del Departamento del Cesar (en la Guajira colombiana), y vallenatólogos por excelencia. Ella, al igual que su recordada madre, María Consuelo Araújo-Noguera, fue Ministra de Cultura. Su mamá corrió con una suerte trágica al ser masacrada conjuntamente con un grupo de combatientes de las Farc, que durante varios meses la habían retenido. Cuentan que el día del encontronazo entre el ejército de Uribe y la columna guerrillera que la conducía, su mamá vestía con ropa de camuflaje, al igual que quienes la mantenían cautiva. Les echaron el plomo parejo y la mataron. Colombia y -sobre todo- el vallenato, perdieron a una de sus más insignes representantes. La hija, quien con su lozana estampa y su simpatía, pareció deslumbrar al Presidente, lo tiene amenazado desde antes de venir, de enseñarlo a bailar los aires de la manifestación musical y poética colombiana, más esparcida por todo el mundo: El vallenato.
EL HOSPITAL DE TARIBA SE PARALIZÓ
En la vecina localidad de Táriba, a menos de 8 kilómetros de San Cristóbal, capital del Estado Táchira, funcionaba bastante bien un hospital Tipo 3, manejado por una Fundación que, para efectos de su administración, permitió crear uno de los últimos gobiernos adecos de la región. Contaba con una asignación anual del ejecutivo estadal y, además, cobraba precios irrisorios por los excelentes servicios que prestaba, incluyendo los servicios de maternidad y de laboratorio. Con esas dos “entradas”, el hospital marchaba. Amén de que no tenía sindicato que lo bailara. La gente pagaba con gusto -me consta- porque era atendida mejor que en cualquier otro hospital del Estado Táchira. Llegó a tener una “fama” que trascendió los límites de ese Estado. Y era el hospital que “le sacaba la pata del barro” al gobierno, cuando se paralizaba el Hospital Central de San Cristóbal, que es el principal y el más grande de esos recónditos confines, construido -por cierto- durante la presidencia del General Marcos Pérez Jiménez. Con el advenimiento de nuestro gobierno, siguiendo las instrucciones de la Constitución, y los deseos del propio Presidente de la República, la cosa cambió. Pero para mal. Acusando a sus anteriores conductores de adecos y demás yerbas aromáticas, su “status” le fue cambiado por las nuevas autoridades regionales y lo colocaron en una especie de “limbo” jurídico y administrativo. Dicen que se creó una especie de “Decreto” (hasta ahora oculto) que le cambiaba la forma de funcionamiento. Le montaron un sindicato dizque revolucionario. Prohibieron cobrar, porque la salud -ahora- es gratuita. Unos dijeron que pasaba a formar parte de las entidades del Ministerio de Salud. Y otros que no, que pasaría a depender de la gobernación del Táchira. No se sabe aún si directamente o a través de una Fulana Corporación de Salud regional. Lo cierto es que después de once años de labores ininterrumpidas, ese hospital ha sido paralizado por sus trabajadores -que suman 260- quienes dicen haber sido engañados una y otra vez con sus remuneraciones y reivindicaciones. La partida para el funcionamiento del hospital se agotó y faltan más de 4 meses para terminar el año. En las próximas horas han amenazado con salir a la calle a protestar y todo esto bajo la mirada vacuna del ciudadano gobernador, quien al parecer ni se ha percatado de que estamos en vísperas de unas elecciones en las cuales la Revolución espera recabar 400 mil votos para Chávez en ese Estado fronterizo.
EL HOSPITAL CENTRAL NO SE QUEDA ATRÁS
El Hospital Central de San Cristóbal es uno del Tipo 4 y está colapsado. A él acuden casi 7 mil personas mensualmente, que vienen no sólo de todos los municipios del Estado Táchira, sino de los Estados Barinas, Mérida, Zulia y hasta del vecino Departamento colombiano del Norte de Santander. Atiende 22 especialidades y de allí su atractivo, pero sus servicios de emergencia están sobrepasados. Y esto ocurre porque luego de seis años de gobierno regional “revolucionario” no hemos sido capaces de montar un servicio integral de salud en todo el Estado, el que -de existir- no dejaría llegar a esos servicios de emergencia, a un promedio de 180 pacientes diariamente, cuando los casos de verdadera emergencia y gravedad no sobrepasan los 30 o 40. El deficit de personal médico y paramédico es notorio. Necesita por lo menos 16 médicos más y como 120 enfermeras más. Menos mal que contamos con los cubanos en “Barrio Adentro”, dicen unos. Otros dicen que los cubanos no quieren atender consultas a menos que sean de comprobada emergencia. Imagino que el sindicato adeco ejercerá su militancia para hacer notar más aún el fracaso de la gestión en salud. Y algunos médicos criollos hablan pestes, por razones políticas, de la asistencia cubana en este campo. Pero lo cierto es que los pobres son los que pagan los platos rotos. La revolución en el Táchira es un proceso bastante extraño. Perdió mucho tiempo y dinero en unas cruzadas de salud, financiadas por la Lotería del Táchira, en las que visitaban pequeños poblados del Estado y atendían -como si fuese una gran vaina- a unas treinta personas…Mucha televisión y cuñas, y pobres resultados. Mucho dispendio y poca salud. Mucho ruido y pocas nueces. Perdonen mis lectores de todo el país, pero como soy del Táchira, me preocupa sobremanera lo que está ocurriendo allá, donde parecen estar saboteando sistemáticamente al proceso revolucionario nacional.
COPIARNOS DE LOS EUROPEOS
En materia de vivienda, deberíamos -más temprano que tarde- copiarnos de los países europeos en cuanto a sus mecanismos fiscales. En aquellos países no es negocio ser propietario de numerosas viviendas, como aquí. Porque los impuestos que tienen que pagar, sobre todo por la segunda o tercera vivienda, es tan alto, que no resulta negocio tenerlas para alquilarlas y “vivir” de lo que “produzcan”. En Venezuela es muy común encontrarse con propietarios de multiples viviendas, edificios completos, que los alquilan para “vivir” de esas rentas. Y, por supuesto, hay escasez de viviendas. En Europa -en general- no se estimula ese fenómeno. Y la forma es pecharlo fuertemente para provocar que los que tengan de más, le vendan a los que no tienen. La tendencia en general de las economías europeas es producir riqueza basada en el trabajo, y no en la renta. Como sucede aquí desde tiempos inmemoriales. ¡Vamos, Revolución..!
LA LIQUIDEZ AUMENTA PELIGROSAMENTE
Sobre todo la liquidez alcohólica. Uno de los índices que presiona hacia arriba la inflación en nuestro país es el deporte nacional de la rajadera de caña, que trata de acabar con ese tipo de insumos, a pesar de las escaladas en sus precios. Con los subsecuentes aumentos de morbilidad en accidentes automovilísticos y en riñas. Claro que como la gente está comiendo más y algunos víveres han escaseado, y la especulación ni se ruboriza, pues el alza se siente más en esos rubros precisamente: Alimentos y bebidas, y bebidas alcohólicas y tabaco. La comidita y los vicios… tan nuestros. Con el agravante de que como el cigarrillo mata como a veinte mil personas al año, pues la plata que circula, rinde más…
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