Actualmente en Venezuela hay solamente dos caminos para resolver todos los problemas, Constituyente o terrorismo. Lo primero es convivencia, lo segundo es matanza entre venezolanos. El pueblo escogerá.

Nada justifica el terrorismo. Ver video en YouTube: Matar pidiendo elecciones es terrorismo - https://www.youtube.com/watch?v=TUrPjBq-pvs

En cambio, mediante la Asamblea Constituyente todos los venezolanos podemos elegir y ser elegidos libremente como integrantes de un poder supremo que podrá actualizar la Constitución con las propuestas del pueblo, construir acuerdos constructivos y llamar a elecciones generales este mismo año.

Por eso, más allá de tendencias partidistas, la inmensa mayoría de los venezolanos de buena voluntad apoyaremos la Constituyente como única vía constitucional, pacífica, democrática y electoral para recuperar la paz nacional y poner fin a confrontaciones violentas que afectan terriblemente a la población.

Por el contrario, las guarimbas son terrorismo porque su resultado siempre es matar, herir personas y destruir cosas con la excusa de pedir elecciones generales (que hoy mismo podrían lograrse con la Constituyente). En este sentido el concepto de terrorismo consta nítidamente en la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y financiamiento al Terrorismo en su artículo 4.

A todas luces las exigencias "aparentemente democráticas" de la oposición no tienen legitimidad cuando la MUD utiliza encapuchados que accionan armas de fuego, bombas molotov, guayas, barricadas y bloquean el libre tránsito de las personas.

Lamentablemente en Venezuela estamos presenciando actos que tienen la denominación concreta de terrorismo pues la asociación de tres o más personas que incluya actos para perjudicar a un país, para obligar a un gobierno a tomar determinados actos inconstitucionales, para intimidar gravemente a la población y para destruir estructuras sociales y constitucionales.

Como ejemplo de mi tesis está el ataque contra las Torres Gemelas de Nueva York, por parte de Osama Bin Laden: su noble causa era que Estados Unidos no atacara más el Medio Oriente porque producto de acciones militares de imperialistas ocurrían muertos y heridos. La causa de Osama era comprensible pero el medio empleado era el terrorismo: asesinar, utilizar aviones para tumbar edificios y matar 3.000 personas.

Entonces, podemos hablar de elecciones pacíficamente pero cuando se utilizan medios incendiarios que pueden matar o lesionar gravemente y que ya han ocasionado un saldo de muertos que todo el mundo conoce, ese medio le quita legitimidad a la petición aparentemente democrática de elecciones.

Sin Constituyente, cualquier otra vía para buscar el adelanto de elecciones presidenciales es violar la Constitución. Si para colmo se usan medios "terroristas", se está intentando un "golpe de Estado". Por lo tanto, millones de connacionales queremos que haya elecciones, pero dentro de la Constitución y ya no más utilizando el terrorismo como una herramienta legítima porque a esa violencia nos quiere llevar la propaganda de guerra de la dirigencia opositora radical, a que digamos: las elecciones estás retrasadas y eso justifica incendiar el país sin importar que ello mate a gente inocente.

En este contexto, hay que aclarar que la facultad de convocar elecciones y fijar método de escogencia descansa en el CNE, de modo que sin Constituyente, las únicas elecciones constitucionales y juridicamente exigibles en el año 2017 son para gobernadores y para alcaldes, pero elecciones presidenciales jamás.

Por estos motivos, la amenaza, o mejor dicho, los actos terroristas para forzar al gobierno a que haga elecciones presidenciales adelantadas son inadmisibles.

Y para la gente ingenua que cree que complacer peticiones golpistas, terroristas, permitirá que estos asesinos cesen en su agresión les digo: la historia universal refleja que por ese camino los terroristas se fortalecen, ganan prestigio criminal, se expanden y cometen nuevos y peores actos terroristas.

Es hora ya de que la MUD haga un llamado a finalizar el Terrorismo guarimbero. Vamos todos a la Constituyente, sin odios ni rencores.