Es claro que a través de la historia repetimos muchos hechos, quizás tomados por la propaganda o diseñados con la expresa intención de hacerlos aparecer como verdad. Muchos hechos que son mentira se han transformado a lo largo de los siglos en "verdades" difíciles de rebatir, verbigracia las "verdades" de las diferentes religiones.
Un hecho reciente, los atentados del 11 de septiembre de 2001, en EEUU, fueron una serie de atentados terroristas, aparentemente, cometidos por 19 miembros de una red yihadista, de ellos 15 eran de Arabia Saudita, 2 de los Emiratos Árabes Unidos, uno egipcio y otro libanes. A su vez, no sabemos cuál fue la razón de atacar a Irak. Los argumentos fueron que allí se escondía la dirigencia de Al Qaeda que dirigió el plan para destruir en New York el complejo de edificios del World Trade Center, en especial las torres gemelas. Según diversas opiniones, el gobierno estadounidense y sus aliados ya tenían preparado una guerra contra el terrorismo. La televisión y los medios hicieron ver que unos árabes, convertidos en kamikazes habían destruido esas torres. Ya han pasado 16 años del hecho y las averiguaciones han podido demostrar que es imposible que unos aviones tumben esas torres, lo más difícil demostrar es la razón por la cual cayeron tres edificios.
El rollo es que esa gran mentira es hoy día una verdad según la cual unos terroristas atacaron a Estados Unidos, pero la verdad es que detrás estaba la mafia del gobierno gringo y necesitaban una exaltación de la gloria, del honor norteamericano, para buscar culpables y generar una guerra con el fin de esconder sus errores.
Como debemos saber, holocausto fue el cometido por el imperio español, Inglaterra, Francia y Portugal cuando masacraron a los indígenas de América. Se calcula que los españoles masacraron más de 80 millones de seres humanos y cifra similar se les calcula a los otros tres países. Esta deuda histórica nunca ha sido reconocida y muchos sabiondos han llegado a determinar "que ese fue un descubrimiento" y, por tanto, debemos estar agradecidos por la sabiduría que esos genocidas trajeron al llamado nuevo mundo. La cruz y la lengua son su entrega a esta parte del mundo. Esta mentira ha pasado a la historia como una gran verdad, muchos ilustres y miles de medios de comunicación procuran presentarlo como algo inédito, sin importarles que además de sus crímenes los conquistadores-colonizadores también destruyeron nuestras culturas y sabiduría ancestral.
El cine y los mass media han sobre determinado como holocausto el supuesto asesinato de seis millones de judíos en los tiempos de Hitler. Si revisamos el número de habitantes de Israel con cerca de 8.5 millones de habitantes desde que usurparon territorios del Estado palestino en 1948, podríamos determinar que es imposible que en la Alemania nazi vivieran esa cantidad de seres llamados judíos; claro, ahora dicen que se debe tomar en cuenta que los nazis mataron comunistas, gays, negros, gitanos y judíos. Sin embargo, la suma de los judíos pobres, que fueron masacraos, pues los ricos pagaron y negociaron su libertad, podría llegar a menos de 800 mil. El cine como propaganda ha insistido en aquella suma, pero estudios demuestran que fue imposible matar un número como el que se ha señalado a través de los años, de paso no se encuentran evidencias de las llamadas cámaras de gas, al extremo que se ofreció una recompensa de 50,000 dólares a quien aportase tal prueba, y el dinero fue depositado en un banco, pero no apareció nadie con prueba creíble alguna. Auschwitz, capturado por los soviéticos, fue ampliamente remodelado después de la guerra y se reconstruyeron distintos edificios para que pareciesen enormes cámaras de gas. Lamentamos que muchos estudiosos, profesionales venezolanos se hagan eco de esa gran mentira; que no de los judíos, pero sí de los sionistas.
Una verdad, que ha sido olvidada, es que "los primeros campos de concentración en el mundo occidental surgieron en los EE.UU. durante la Guerra de Independencia norteamericana. Los británicos internaron a miles de norteamericanos, muchos de los cuales murieron a causa de enfermedades y golpizas. Luego, erigieron campos de concentración en África del Sur para internar a mujeres y niños holandeses durante la conquista de ese territorio. Decenas de miles de estas personas murieron en los infernales campos sudafricanos, cuyas condiciones de internado fueron, de lejos, mucho peores que las de cualquier campo de concentración alemán durante la Segunda Guerra Mundial".
De paso, deberíamos llamar la atención que el crimen que viene cometiendo el Estado de Israel, como estado sionista, sobre el pueblo de Palestina es un verdadero holocausto que los países democráticos deberían sentir pena ante las atrocidades que se cometen a diario. Las Naciones Unidas deben clamar por que se detenga estos crímenes que enlutan a miles de seres humanos en Palestina, cerrar los ojos ante tan criminal atrocidad es un acto de degradación humana. Pero como vemos, una mentira como ese llamado holocausto se ha tornado en una gran verdad que no puede ser ni siquiera discutida.
Otra gran mentira, convertida en verdad, es el caso del libro "El Diario de Ana Frank", buen libro que se puede leer. Lo importante es señalar que no fue escrito por una adolescente, se debe sincerar la situación y recomendar que allí debieron actuar varias personas, al extremo que, en sus 293 páginas, su texto no concuerda con la realidad; su contenido general, presupone un conocimiento de realidades históricas, juicio y arte de expresión poco común en adultos. Se ha determinado que el Diario en su conjunto no es auténtico. La situación es tan grave que existe un juicio entre el escritor judío Meyer Levin y Otto Frank, el padre de Ana Frank, el mismo se realizó entre 1956 a 1958, y se puede revisar en la oficina del Condado de New York bajo el N° 2241-1956. Lo curioso es que muchos intelectuales, muchos conocedores de la vida, asumen este libro como una gran verdad.
Es bueno tener en cuenta los consejos del jefe de la propaganda británica a Winston Churchill "No sé cuánto tiempo más podremos mantener que los alemanes están matando judíos en cámaras de gas. Es una mentira grotesca, como la de que los alemanes en la I Guerra Mundial fabricaban mantequilla con los cadáveres de sus enemigos" ... "Se trata de una mentira que puede poner en peligro nuestra propaganda". La idea fue recogida inicialmente según los rumores propagados por polacos y judíos en agosto de 1942. "El ‘Foreign Office’ enseguida se dio cuenta de que se trataba de una mentira, pues los polacos y los judíos siempre estaban mintiendo para predisponer a Inglaterra contra Alemania". No obstante, el P.W.E. decidió utilizar y ampliar estas historias como base en la guerra propagandística contra los alemanes. Es dentro de este contexto de "guerra psicológica" y de "propaganda de atrocidades" en el que hay que enmarcar la historia de Ann Frank.
Existen otras grandes mentiras que hoy día, gracias a la televisión, medios de comunicación y la venia de grandes figurines, resaltan hechos históricos plagados de mentiras y han pasado a ser grandes verdades. Tomemos como ejemplo las guerras de Corea y Viet Nam, donde Estados Unidos fue derrotado pero la historia cinematográfica nos muestra "los grandes triunfos" que el imperialismo ha conseguido. Esto para no profundizar en la gran trampa que se montó con la OEA y, hasta ahora, después de 69 años otro país ha dicho basta, tal como Cuba, para derrotar la mentira y continuar la lucha por conquistar la verdad.
Todos a luchar por la profundización y construcción de la Sociedad Socialista haciendo realidad la próxima Asamblea Nacional Constituyente como razón lógica por una nueva Sociedad.
Vamos todos a incorporar a los venezolanos que aún creen en la nobleza, en el amor, en la poesía como caminos necesarios para construir la PAZ.