En Venezuela intentan comprarnos totalmente la conciencia independiente, vidiotizándonos como familia mediante la pantalla chica y la penetración radial, que durante los 40 años de adecopeyanquicracia entregada al capitalismo salvaje, obtuvieron concesiones de los medios de comunicación social audiovisuales. Los Cisneros, gente de origen cubano pitiyanqui, meten su lupa y sus billetes a instagram y otras redes, ojo entonces con el veneno-visión. Igualmente alerta por lo que nos imponen desde Televen-gaños y la disimulócrata conducta de globoterrorvisión. Sus intereses nunca han sido los del pueblo socialista.
Son medios que ocultan acciones de la oposición violenta y francamente terrorista de manifestantes entrenados militarmente, para alterar el orden público y enviar al exterior lo que políticamente les conviene informar, intentan convencernos falsamente que "luchan por la libertad de expresión". Ocultan en lo posible la irresponsabilidad de quienes derriban árboles, matan perros, incineran gatos, destruyen parques, plazas, calzadas y construcciones, incluidos materno infantiles, puestos de salud y de educación inicial para infantes, escuelas primarias, liceos, bibliotecas y universidades, incendiando autobuses, profanando tumbas, y atacando transportes públicos o privados hasta con pasajeros a bordo.
Dicen luchar por libertad y son capaces de atravesar urnas para obstruir el libre tránsito. Cínicos, vándalos que arremeten contra instalaciones policiales y militares porque saben del respeto a los derechos humanos consagrado en la revolución bolivariana, legado heredado en las disposiciones del Comandante Hugo Chávez. La información sesgada, manipulada y descaradamente escondida de la verdad objetiva, solo ha servido para parir la putrefacta idea de usar bombas puputov junto a las molotov. Tal conducta llena de excrementos y no de argumentos, revela mentes reptilianas incontrolables, que no van a desmoralizar al noble pueblo que 2 siglos atrás expulsó de Venezuela el yugo de la dominación imperialista.