Inmejorable Constitución Mejorable

Inmejorable Constitución Mejorable

Henry Escalante

El debate Constituyente ya es una realidad, alzó vuelo a todo lo largo y ancho de nuestra patria. Incluso, sus más enconados adversarios no han tenido otra opción sino hablar sobre el tema, ya sea para justificar su posición de oposición o de rechazo a la convocatoria leyendo la Constitución Bolivariana a medias, quedándose en el 347 sin pasar revista al 348. Total, tan solo quieren ver las copas de los árboles y no el bosque. Esto, entre otras cosas, es demostrativo que el Diálogo tantas veces estimulado por el camarada Presidente Nicolás Maduro y rechazado por los factores de la violencia terrorista de la oposiMUD, es una realidad incuestionable y el mismo, ha rebasado la aspiraciones presidenciales pues hoy por hoy, es el propio pueblo como Soberano que es, quien dialoga en procura de la paz de la República.

Entre las múltiples posturas, tanto a favor como en contra del Diálogo Constituyente, promovido por el camarada Presidente Maduro, una en particular ha llamado nuestra atención. Se trata, de la expresada por la Dra. Luisa Ortega Díaz, Fiscal General de la República. Ha tenido la Fiscal, un ardid muy original para manifestar su oposición al proceso Constituyente, actualmente en curso. Manifiesta la Dra. Ortega Díaz, que “esta Constitución es inmejorable. Esta es la constitución de Chávez…" El DRAE nos señala, que Inmejorable viene a ser un adjetivo, indicativo “Que no se puede mejorar”. Si no se puede mejorar y es la Constitución Bolivariana obra de nuestro Comandante Chávez, la Dra. Ortega Díaz incurre en el desliz de elevar a la categoría de Dios a nuestro Comandante Infinito, no les parece?

El propio Comandante Chávez, se encargó en vida de desmentir a la Dra. Ortega Díaz. En 2007, propuso una Reforma a esa Constitución “inmejorable”; demostrando con ello, que sí, evidentemente sí, es mejorable. Desde el púlpito de la Asamblea Nacional, el entonces Presidente Hugo Chávez Frías se dirigió a la Nación para exponerles sus razones que justificarían la Reforma de la Constitución Bolivariana: “Ahora sí… 7, 8 años después, ahora sí, con el rumbo bien claro; ahora sí, con el conocimiento mucho más profundo de nuestras realidades; ahora sí, con una experiencia que se va sumando a la pasión y a la voluntad; ahora sí, con rumbo hacia el socialismo, hacia una democracia profunda y plena…” En aquella propuesta de Reforma Constitucional, se proponía nuestro Comandante Infinito, no solo mejorar sino ampliar derechos. Al efecto, importante traer a colación la propuesta de reforma del artículo 90 constitucional presentada al pueblo venezolano que, como es conocido por todas y todos, fue rechazado: “Artículo 90: A objeto que los trabajadores y trabajadoras dispongan de tiempo suficiente para el desarrollo integral de su persona, la jornada de trabajo diurna no excederá de seis (06) horas diarias ni excederá de treinta y seis (36) semanales […] Asimismo, deberá programar y organizar (el patrono o patrona) los mecanismos para la mejor utilización del tiempo libre en beneficio de la educación, formación integral, desarrollo humano, físico, espiritual, moral, cultural y técnico de los trabajadores y trabajadoras…” Como puede apreciarse, en su propuesta de Reforma Constitucional, Chávez consideró no solo mejorar sino ampliar derechos ya consagrados para los trabajadores y trabajadora de la patria. Imaginemos por un instante, si de estar vivo nuestro Comandante Infinito, si no estaría considerando Constitucionalizar materias que han dejado rezagada nuestra Constitución pues la LOTTT, se colocó por encima en garantía de derechos como bien puede ser el caso de la prohibición de la tercerización, no contemplada en la Constitución Bolivariana, o la redefinición del mundo del trabajo como Proceso Social. Y como eso, en su intervención ante la Asamblea Nacional en la oportunidad de presentarles su propuesta de Reforma Constitucional el 15 de agosto de 2007, el Presidente Chávez precisaba: “Vamos ahora al Poder Público, esto también es muy importante, ciudadanos diputados. Artículo 136, aquí estamos incluyendo el Poder Popular como uno de los componentes del Estado, el poder constituyente –Tony Negri, Juan Barreto tú que eres estudioso del tema– lo estamos incorporando, por ninguna parte aquí aparece el Poder Popular. No. Se quedó corta nuestra Constitución, pero se quedó corta por razones –repito– del tiempo en el que nació y la velocidad de los cambios ha sido tan grande que es impostergable, algunas personas me han recomendado que esta reforma la pensáramos con más calma…” Tamaño error mantiene nuestra Constitución, al no reconocer al Poder Popular como un poder real, con rango Constitucional, el Sexto Poder. En lo personal, incluso, me inclino a considerar la creación de un Séptimo Poder: el Militar.

Tan fundamental es Constitucionalizar el Poder Soberano, como el único antídoto efectivo contra la contrarrevolución como nos lo advirtiera, iniciando el año 2010, en uno de sus Aló Presidente: "Supónganse ustedes que tengan mayoría en la Asamblea Nacional, bueno, lo que viene es la desestabilización por esa vía, van a empezar y empezarían a eliminar leyes, empezarían ¿A qué? A echar atrás medidas del Gobierno. Bastaría que no aprobaran el presupuesto, por ejemplo, bastaría que no aprobaran el presupuesto de la policía, el presupuesto de la agricultura, bastaría que, por ejemplo, echaran atrás decisiones que toma el Gobierno". No se equivocó en su advertencia. Por eso, Hugo Chávez sentenciaba: “¡Con el pueblo todo! ¡Sin el pueblo, nada!” y trazaba la ruta segura, en la búsqueda de la máxima felicidad: “Vamos caminando hacia el Socialismo, para dejar atrás el modelo perverso del capitalismo, que todo lo privatiza y a todo le quita el alma”.

Ya en esa propuesta de Reforma, el Presidente Chávez hablaba de Constitucionalizar las Misiones. Al efecto, señalaba en su intervención: ““El artículo 141. Aquí estamos incluyendo las misiones. Esto es algo estratégico, he tenido el cuidado de incluir las misiones, pero, y ruego tengamos cuidado de incluirlas, es necesario incluirlas en la Constitución como una figura alternativa de la Administración Pública, pero sin encadenarlas, sin burocratizarlas, sin limitarlas por excesos de legalismo o de estructuras jurídicas…” Hoy, el camarada Presidente Maduro ha retomado esa propuesta y la misma, constituye un eje central de la propuesta Constituyente puesta en marcha. Dos años después de aquella propuesta de Reforma, negada por el pueblo venezolano, nuevamente nuestro Comandante Chávez presenta al pueblo una propuesta de Enmienda Constitucional, sometida a consulta popular mediante la pregunta: “¿Aprueba usted la enmienda de los artículos 160, 162, 174, 192 y 230 de la Constitución de la República, tramitada por la Asamblea Nacional, que amplia los derechos políticos del pueblo, con el fin de permitir que cualquier ciudadano o ciudadana en ejercicio de un cargo de elección popular, pueda ser sujeto de postulación como candidato o candidata para el mismo cargo, por el tiempo establecido constitucionalmente, dependiendo su posible elección, exclusivamente, del voto popular?”. El Soberano o Poder Popular dio su visto bueno aprobándola, y el 19 de febrero de 2009 fue promulgada la Enmienda en un acto en el que Chávez juró: “Promulgo, con todo mi corazón y mi compromiso con el pueblo, y juro al pueblo que no le fallaré, la enmienda número uno de la Constitución Bolivariana. ¡Viva el pueblo!”, en Catia, parroquia Sucre de Caracas. En mucho, trabajó nuestro Comandante Chávez no solo para mejorar, sino ampliar derechos sociales, económicos, culturales y democráticos para nuestro pueblo, luego Constitucionalizarlos o hacerlos Ley.

Hugo Chávez, nunca se consideró un Dios. Su trayectoria, da fe de esa conducta impecable. Tan imperfecto se consideraba nuestro Comandante Infinito, que se convirtió en el crítico más acérrimo de su propia obra y era común verlo en la inauguración de un urbanismo de la Gran Misión Vivienda, realizando criticas porque en el mismo faltaban los patios productivos, no contaban con Simoncitos o cualquier otro detalle que no procurara la máxima felicidad posible de los eventuales pobladores de dicho urbanismo. Chávez se consideraba, por encima todo, pueblo: “Chávez somos millones, tú también eres Chávez mujer venezolana, tú también eres Chávez joven venezolano, tú también eres Chávez niño venezolano, tú también eres Chávez soldado venezolano, tú también eres Chávez pescador, agricultor, campesino, comerciante, Chávez en verdad es un colectivo, por eso es que háganme lo que me hagan, pase lo que me pase a mí que soy un simple ser humano no podrán con Chávez nunca, Jamás porque Chávez no soy yo, Chávez es un pueblo invicto, invencible…”

Todas las religiones monoteístas creen en un solo Dios. Que es único y verdadero, perfecto e inmejorable. Pero incluso Dios, como manifiesta G. Novack, también tiene una pequeña imperfección: “Que fuera de la imaginación de la gente devotamente religiosa, no existe”. Todo lo humano es perfectible pues nada es permanente, todo es mejorable, en palabras de Engels: “…la naturaleza toda, desde lo más pequeño hasta lo más grande, desde el grano de arena hasta el sol, desde los protistos hasta el hombre, se halla, existe en perenne proceso de nacimiento y extinción, en flujo incesante, en un estado continuo de movimiento y cambio” (F. Engels, Dialéctica de la naturaleza, Grijalbo, México, 1961, p. 12).

El silogismo empleado por la Dra. Ortega Díaz: “esta Constitución es inmejorable. Esta es la constitución de Chávez…" La conduce a razonar que, siendo la Constitución obra de Chávez, por lo tanto es perfecta y en consecuencia inmejorable, conlleva un trasfondo político que ha venido siendo trillado por el oposicionismo desde 2013. Si Maduro modifica la obra de Chávez que es perfecta, el no es como Chávez, es un traidor a su legado. Ese, es un eje transversal de la política imperialista y que la CIA ha desarrollado con los ex funcionarios y funcionarias que en alguna oportunidad, formaron parte del equipo de Gobierno de nuestro Comandante Infinito. Presentar al camarada Maduro como un traidor del legado de Chávez, la coloca en la acera de enfrente, entre quienes hoy asedian nuestra patria y procuran su hundimiento. Su silencio cómplice en los años 2013, 2014 y 2015, años en que la oposición lanzó su propuesta de Constituyente, cuyas premisas básicas difundidas por los pranes de la MUD en sus tuiter, no eran otras sino la disolución de los poderes públicos, tal cual Carmona Estanga hiciera con su golpe de Estado un 11 de abril de 2002. Dan fe también, de qué lados vienen los tiros de la Dra. Ortega Díaz y su posición política actual.

Toda obra humana es perfectible, mejorable. Nuestra Constitución, no ha estado exenta de procesos que procuran su perfectibilidad. El Dr. Herman Escarrá, señala en forma pedagógica que en nuestra Venezuela Bolivariana se han llevado a cabo 16 procesos Constituyentes desde 1811 hasta el presente, 12 Reformas Constitucionales, 2 procesos de Enmiendas y un proceso de reforma Constitucional en 2007 que no se concretó, el pueblo no lo aprobó. “Todo lo que vive está expuesto a cambio y transformaciones; solo la muerte es invariable; lo importante, está en realizar plenamente la función de la vida. Es así como la obra de los hombres responde con provecho al motivo de su creación. Subsistir no es lo esencial, sino haber vivido bien” (Félix Palavicini, Historia de la Constitución de 1917, México, Edición de Autor, 1938, p. 7).

Ninguna Constitución, en toda nuestra historia republicana desde 1811, ha sido un cuerpo tan vivo como lo ha sido la Constitución Bolivariana de 1999. Negarle toda posibilidad de revisión y ampliación de los derechos allí ya consagrados, sería como negarle a nuestro cuerpo toda posibilidad de acceso al aire fresco que requerimos para sobrevivir. Nada más contrario al espíritu de nuestra Constitución, más viva que nunca antes en todos nuestro períodos republicanos, como acostumbraba decir nuestro Comandante Chávez en cada aniversario de nuestra Carta Magna. Con Bolívar en Angostura: ¡Dichoso el ciudadano que bajo el escudo de las armas de su mando ha convocado la soberanía nacional para que ejerza su voluntad absoluta! El camarada Presidente Nicolás Maduro, será dichoso de recibir el máximo apoyo de su pueblo para mejorar y ampliar derechos, ya consagrados en la Constitución Bolivariana, llegó la hora de los grandes cambios, ¡Vacilar es perder! “Pongamos sin temor la primera piedra del socialismo venezolano”, como nos propone Luis Britto García…




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Henry Escalante


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