Es menester analizar el proceso político bolivariano con toda la crudeza que el caso requiere, con honestidad y sabiduría ya que nos estamos jugando a Rosa Linda, para ello se requiere una altísima dosis de realismo, que nos coloca al lado de Bolívar, el Padre, junto a Pedro, Juan y María, nuestros descalzos. Demos una mirada real con un Plan Económico para salir de la crisis, no será un año o dos los necesarios para transitar caminos de estabilidad económica, quizá un mínimo de cinco terribles años nos lleve comenzar a ver los anaqueles con productos a precios un tanto aceptables ya que actualmente una familia con ingresos inferiores a Bs. 500 mil, pasa las de Caín.
Hace bastante rato que sabemos que los ingresos por concepto de renta petrolera permanecerán cuasi congelados; el extractivismo minero es contra natura, entonces hay que volver a la economía tradicional, al campo, a la Pequeña y Mediana Industria que es la mayor generadora de empleo productivo, en suma, un Plan de reconversión industrial con objetivos y metas muy precisas son imprescindibles y esto requiere un mínimo de cinco buenos años. Ahora, sin resolver el tema del dólar que conlleve a bajar la inflación, ningún plan será posible, es imperativo que el BCV sincere ese proceso y para ello debe dar a conocer, mensualmente las cifras sobre inflación, empleo-desempleo, etc., etc. Pero, el Estado, en tanto que tal, requiere de severos ajustes, su tamaño debe ser dramáticamente reducido, para ello es necesaria una profunda REFORMA, y trasladar al campo e industria a mucho de su personal, pues, ambos requerirán de mano de obra.
Es obvio que para lograr el objetivo se requiere de dinero fresco, de fuentes de financiamiento y ya que el Estado no fue un ahorrador en tiempos de vacas gordas (según Manuel Sutherland con una 20% de ahorro anual tuviésemos ahora 180 mil millones de dólares capaz de soportar cualquier contingencia) ahora hay que refinanciar la deuda, repatriar capitales que rondan los 300 mil millones de dólares arrancados a los menesterosos ciudadanos venezolanos para llevarlos a Paraísos Fiscales ya identificados, con nombre, apellido y monto. La gran industria debe invertir en dicho plan con garantía suficientes que les eviten riesgos de no retorno.
La banca pública y privada, abarrotada como están de bolívares, tienen que abrir sus bóvedas. Pero, nada de esto se puede lograr si no logramos la tan anhelada PAZ SOCIAL, ya que en guerra nadie invierte un centavo cuando los vándalos están al acecho, y la polarización ha enceguecido a la dirigencia política del momento, el Gobierno-PSUV están a la defensiva, tras las cuerdas, mientras el desabastecimiento de alimentos y medicinas hace estragos a la Nación.
La oposición con la política de desgaste al gobierno, está logrando desgastar al pueblo todo en una guerra sin cuartel y las grandes mayorías en su acicalado estado de desesperación clama por soluciones a la crisis cíclica que como toda guerra está dejando charcos de sangre a diario, negocios arruinados y millones afectados en su estado mental. No esperemos que "personajes" como Trump, Temer, Santos, Macri, Rusos o Chinos vengan a salvarnos, ellos están pendientes de sus intereses en nuestra Patria, de allí que la izquierda política tiene mucho que aportar ya que es el proceso que parimos y con mente amplia y la Constitución en la mano podemos lograr la PAZ SOCIAL y ver resurgir a nuestra bella y noble Venezuela.