Nadie podrá, nadie por más poder que tenga o crea tener, económico, político, moral, militar; nadie, nadie, nadie en este mundo podrá cambiar ni una sola coma, ni un solo punto y coma de esta nuestra Constitución Bolivariana, sin que pase por el mecanismo que hoy estamos activando en esta Asamblea Nacional ¡De cara al pueblo y rumbo al pueblo! ¡Rumbo al pueblo!
Hugo Chávez
Este artículo es un llamado al pueblo venezolano, especialmente al pueblo chavista, para rechazar la convocatoria a ANC en los términos que ha definido el Estado. En estos términos, esta ANC representa una terrible traición, la más grande estupidez que podría cometer el pueblo venezolano y un atentado contra el más importante de los principios de la ideología de Chávez: el carácter soberano del pueblo. Invito a los lectores a que reflexionemos profundamente acerca de las implicaciones que tiene esta convocatoria en particular. De manera muy contundente preciso: todo aquel que apoye esta convocatoria a ANC está cometiendo traición contra el pueblo y contra la patria.
Hay muchos detalles negativos acerca de esta convocatoria que se discutirán en adelante, pero el más importante de ellos es el hecho que no existe nada dentro de la Constitución ni de los términos de la convocatoria actual que obligue la consulta refrendaria a las resoluciones de la ANC. En otras palabras, sin la garantía de que nada de lo que haga la ANC podrá tener validez sin la anuencia del pueblo venezolano (¡De cara al pueblo y rumbo al pueblo!) lo que está ocurriendo es una ilegítima y tramposa TRANSFERENCIA del poder popular a un pequeño conjunto de ciudadanos.
Si nosotros aceptamos los términos de la actual convocatoria estaríamos contraviniendo un principio esencial de la CRBV contenido en su Artículo 5: "La soberanía reside INTRANSFERIBLEMENTE en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos". (Mayúsculas mías). Tal como está expresada la actual convocatoria, los miembros de la ANC podrán hacer modificaciones en la estructura del Estado, en los principios constitucionales, en la configuración actual del Estado y en las formas con las cuales el pueblo pueda ejercer su soberanía sin la anuencia del supuesto soberano. Si nosotros no queremos seguir cediendo soberanía, debemos oponernos por todos los medios a esta convocatoria.
Según lo que está planteado, los miembros de la ANC "podrían", si así lo deciden, convocar a un referendo consultivo para saber si el pueblo aprueba todas o determinadas resoluciones de la ANC. Esta prerrogativa de la ANC es inaceptable desde la perspectiva de la soberanía popular, de la legitimidad de la acción de la ANC y desde la constitucionalidad de lo establecido en el Artículo 5. De hecho, nadie puede renunciar a sus derechos constitucionales y, si no hay referendo tras las resoluciones, estaría ocurriendo la aberración de la renuncia de todo el pueblo a su soberanía.
Este cuadro se agrava con dos elementos que caracterizan la actual convocatoria: no hay plazo para el funcionamiento de la ANC y no hay consulta previa al pueblo sobre los términos de la convocatoria. Si no hay plazo para el ejercicio y las resoluciones de la ANC pueden ejecutarse sin la anuencia del pueblo, entonces la ANC se convierte en un supra-poder con atribuciones constituyentes (El poder constituyente domina cualquier poder constituido) y se podría convertir indefinidamente en un cuerpo dictador.
En cuanto a la consulta previa a la realización de una ANC debo admitir que la CRBV es algo ambigua. Sobre la base de la ambigüedad entre iniciativa y convocatoria es que se ha montado esta convocatoria inconsulta al soberano pueblo. Sin embargo, aun asumiendo que sea cierto que no es necesario convocar al pueblo para realizar la convocatoria (con lo cual no estoy de acuerdo) queda por precisar la consulta a los términos con los cuales se haga la convocatoria. Estoy convencido que el pueblo venezolano estaría feliz de participar de nuevo en un proceso constituyente que nos permita encontrar por la vía del diálogo nacional los mecanismos para reorientar nuestra realidad como nación. Sin embargo, los términos de la actual convocatoria son inaceptables por un pueblo que comprende que no debe ni puede transferir su soberanía a nadie. Es más, si se tiene el más mínimo respeto al soberano, un Estado consecuente no perdería la oportunidad de consultar al pueblo un tema de tanta trascendencia, así la norma no obligue a hacer esta consulta.
Si la iniciativa a ANC la puede plantear el Presidente, la AN, las Asambleas Legislativas Regionales o una porción del pueblo, podría ocurrir que dichas convocatorias se hagan en los términos que a cada entidad se le ocurran y hasta podría ocurrir que las entidades hagan convocatorias contradictorias. Así podría ocurrir que el Presidente de la República determine que para ser miembro de la ANC es necesario pertenecer al PSUV mientras que la AN determina que sólo podrán ser miembros los que pertenezcan a la MUD. Esta absurda posibilidad solo puede ser controlada por el soberano si se le permite, por supuesto, ejercer su soberanía. De esta manera quiero precisar que es un tremendo sinsentido que se considere legítimo un proceso constituyente si los términos de las convocatoria no son considerados y avalados por el pueblo en referendo.
Creo que he sido suficientemente contundente al argumentar las razones por las cuales pienso que la actual convocatoria es inaceptable. Sin embargo hay más detalles que se pueden objetar acerca de los términos de la convocatoria. Claro está, esos detalles quedan en un segundo plano de discusión si se permite que el pueblo sea quien realice la convocatoria como realmente está establecido y que avale con sus votos los términos planteados en las iniciativas. Estos detalles se refieren a lo territorial y sectorial.
Si partimos del principio de que todos los ciudadanos somos iguales en derechos, entonces debería ocurrir que todos tengamos las mismas posibilidades de elegir y de ser elegidos. Con el esquema territorial que se está manejando, el voto de un ciudadano en Casigua es mucho mayor que el de uno en Maracaibo o San Francisco y uno en San Antonio es mucho mayor que uno en San Cristóbal. Esto es así porque se requieren menos votos para elegir a alguien en un Municipio poco poblado que lo contrario. Si bien se puede pensar en el criterio de una amplia representatividad nacional, también es cierto que una selección por estados es suficientemente representativa sin vulnerar el principio de igualdad de derechos ciudadanos. Pero más allá, es evidente que las características de esta convocatoria a ANC se hacen de esta manera porque los datos evidencian que el Gobierno Nacional tiene mayores niveles de rechazo en las grandes ciudades del país. De modo que los términos de la convocatoria se hacen de una manera acomodaticia hacia los intereses de una parcialidad. Esto debería ser inaceptable para un pueblo que se le consulte sobre las bases de una iniciativa a ANC.
Algo semejante ocurre con la sectorización. El pueblo, vale decir, la población venezolana, no debería ser segmentada de manera alguna. Ningún sector de la población debería tener más derechos que otro para tener representación en la ANC ni para elegir los miembros de ésta. Estoy completamente en contra de este criterio y seguramente el pueblo rechazaría esto dentro de las bases de cualquier iniciativa.
Más allá del principio de igualdad de derechos, está la dificultad práctica de conseguir que las sectorizaciones efectuadas se produzcan con criterios de justicia. Por ejemplo, si partimos de que todos tenemos la condición de miembros de alguna comunidad, entonces todos deberíamos tener el derecho de participar en el sector comunitario. No tiene ninguna justificación que este derecho se restrinja a lo que se denomina "comunidades organizadas". De hecho, una comunidad organizada no se entiende como aquella que se preocupa por la felicidad de los vecinos que la conforman, sino aquella que tiene un registro en FUNDACOMUNAL. En este registro no se admiten los Consejos Comunales por igual sino que se otorga discrecionalmente privilegios para registrar y actualizar los registros de estos Consejos dependiendo de las orientaciones político-partidistas de sus miembros.
Así como ocurre con el sector comunitario, ocurren injusticias en los distintos sectores planteados. No quiero ahondar en detalles al respecto. Baste decir que toda forma de sectorización se entenderá como forma de discriminación y siempre será considerada injusta de alguna manera. Lo mejor es simplemente no hacer discriminación de ningún tipo. En resumen, no estoy de acuerdo con los términos de la propuesta de ANC en cuanto a territorialización y sectorización porque eso rompe con el criterio de igualdad de derechos entre los ciudadanos e implica que "algunos ciudadanos seamos más iguales que otros".
No obstante quiero ser enfático en que estos dos temas son secundarios. No importa tanto el contenido de los términos planteados para la iniciativa de convocatoria si ésta debe pasar por el escrutinio contundente del pueblo. La gran vulnerabilidad de la propuesta radica en la traición a la soberanía popular. Ahora, dado que la esencia de la patria como concepto radica en la autodeterminación de los pueblos (y no de los Estados), entonces la traición a la soberanía popular representa una abominable traición a la patria. Decía Chávez que el mayor logro del proceso que él lideró fue el del rescate de la patria: "Hoy tenemos patria" decía con pasión. Eso lo estamos perdiendo y solo el pueblo puede evitar que esto ocurra. Dicen que solo el pueblo salva al pueblo. Ojala que nos sepamos salvar de esta terrible amenaza.
Para finalizar, hago un llamado a quienes le han impuesto al pueblo esta convocatoria a ANC en todos los términos planteados. Si realmente hay la voluntad de establecer un gran diálogo nacional y de conformar una ANC que apunte a la paz y prosperidad del pueblo venezolano les invito a modificar los términos de la iniciativa dejando bien claro que:
- Se realizará un referendo consultivo para saber si el pueblo respalda los términos que ustedes planteen de convocatoria a ANC.
- Establecer dentro de los términos un plazo preciso para que la ANC genere sus resoluciones.
- Establecer dentro de los términos que las resoluciones de la ANC se harán efectivas solo si son aprobadas por el soberano en referendo nacional consultivo vinculante.
Aparte, si con la iniciativa se quiere maximizar la probabilidad de que el pueblo convoque la ANC les invito a modificar el criterio de territorialidad y a eliminar cualquier forma de sectorización de la población.