Difíciles los momentos que se vivían cuando el Presidente Obrero, Nicolás Maduro echó manos al Congreso de la Patria (23/01/16): una derrota importante ante la MUD que marcó una diferencia de dos millones de votos, una ofensiva envalentonada y desaforada que se paseaba por 5 formas para salir de Maduro en seis meses ( Nacionalidad, Referendo, Marchazo, Carta Democrática,…) y el despliegue de una Guerra de IV Generación, donde lo económico marcaba la pauta en el martirio al pueblo pero, también, lo sicológico y comunicacional.
Tres años antes (2013, 2014 y 2015), con una Asamblea Nacional a su favor, pudo soportar los embates criminales de la “arrechera” del “malperdedor” Capriles, con sus Guayas, “Guarimba” y “Salida” que dejaron a su paso más de 50 muertos y a Lepoldo López preso, como indiscutible responsable de dichas muertes.
El Presidente, acatando el mensaje de Chávez del 8 de diciembre de 2012 y su método, se aferra a gobernar con el pueblo y lo convoca, siempre en movimiento, a reflexionar sobre lo actuado por nosotros (la Gestión Gubernamental y del Partido, llamándola R1: RECTIFICACIÓN) y sobre lo ejecutado, y en ejecución a instancias del enemigo Imperial (sus iniciativas y procesos criminales, conjuntamente con los apátridas que aquí le sirven), a lo que llamó, R2: REBELIÓN. Una R3, sería el RENACIMIENTO, el Plan.
A todos y a todas nos convocó a esa gran Jornada Nacional, permanente y hasta en constituyente, para dar respuesta como pueblo a la ofensiva Imperial; a esos fines, juramentó un Equipo Coordinador Nacional, conformado por 100 distinguidos venezolanos, estructura que se replicó a nivel de los Estados, Municipios y, hasta, Parroquias. Estos Equipos, tuvieron sus altibajos que no es el momento de tratarlos; particularmente en Sucre durante los primeros meses hicimos un sostenido esfuerzo colectivo que nos llevó a presentar mas de mil propuestas al Congreso de la Patria Nacional realizado durante los días 11 y 12 de abril, en medio de grandes movilizaciones que se fueron levantando con el Chavismo activándose.
Justo es reconocer al Presidente, su confianza y claridad en cuanto a la implementación de esa iniciativa (Congreso de la Patria); por ello, lo vimos durante todo el año convocando a Concentraciones de Congreso de la Patria Nacionales que se fueron organizando en 29 Columnas con sus naturales capítulos. Permanente fue su ejercicio, su esfuerzo tesonero; producto de lo cual iba recogiendo ideas, iniciativas y propuestas para, en un proceso de sistematización colectiva, madurarlas y dar las respuestas pertinentes, esas que magistralmente fue dando en el transcurso del años 2016 y que le permitieron entrar de pie, firme al año 2017. Y allí está, el Presidente Obrero, con su pueblo al lado, soportando el tremedal y avanzando; cosa que hoy hace, en medio de un entrampamiento imperial, nacional e internacional, con su magistral propuesta de la CONSTITUYENTE.
Con él, aquí estamos, modestamente, generando propuestas como lo hicimos el año pasado, viviendo los acontecimientos, viviendo nuestra angustia y circunstancia, para no dejarnos quitar la Patria. Nadie está excluido de dar su aporte, en este momento donde la Patria reclama nuestro concurso. Qué bueno fuera, que no sólo dejemos en manos de los Constituyentistas que podamos elegir (ojalá sean los mejores y con el Perfil adecuado), la responsabilidad de “parir” propuestas; sino que, también, individualmente, colectivamente, lo hagamos desde múltiples espacios. Los Equipos Nacionales deben tener propuestas, así los Estadales, Municipales, Parroquiales, Comunales, Comunitarios; tanto los destinados a la promoción de la Constituyente, como los destinados a otra misiones dentro del marco de hacer la revolución socialista y bolivariana en Venezuela.
¡ VIVA EL CONGRESO DE LA PATRIA Y VIVA LA CONSTITUYENTE, INSTRUMENTO DE PAZ PARA LA CONSOLIDACIÓN DE TODOS NUESTROS DERECHOS, FUNDAMENTALMENTE DEL DERECHO A LA VIDA!
