Comenzaron haciendo críticas al gobierno y señalando errores y equivocaciones que también el pueblo chavista de la base identificaba y compartía. Especialmente denuncias de corrupción y casos de ineficiencia relacionados con instituciones que afectaban la imagen del gobierno.
A medida que pasó el tiempo se cohesionaron en torno a lo que se autodenominó "chavismo crítico". Una especie de plataforma política desde la cual se estaba contra el gobierno y contra la oposición. Pero cada vez los ataques fueron decantándose hacia el gobierno y al presidente Nicolás Maduro, especialmente en su condición de máximo dirigente del chavismo.
Cuando comenzaron las guarimbas, marzo de 2017, resonaron algunos de sus connotados voceros en los medios de la derecha y sus versiones coincidían con que el gobierno de Maduro es una tiranía.
Ahora, después que la Fiscal comenzó a plantarse contra el "estado policial" que amenaza al estado de Derecho, los "críticos" dicen que apoyan a Luisa ortega Díaz en su "rol reinstitucionalizador" del país.
Cada vez son menos comprendidos por el chavismo de base que al principio llegó a aplaudirlos. Ahora la gente no entiende como quienes fueron chavistas "cacha rajá" en tiempos de Chávez hoy, cuando el chavismo atraviesa una dura crisis, se colocan en la acera del frente y hacen causa común con los enemigos históricos de la revolución bolivariana.
Ahora la mayor parte de estos chavistas críticos denuncian la Constituyente de Maduro como el demonio que amenaza la paz, la estabilidad y el futuro del país. Pero no dicen ni pío de la violencia que en estos tres meses han promovido la confrontación, la muerte, la destrucción, y el odio entre venezolanos.
En nombre de la supuesta defensa de la Constitución de Chávez, ahora los "chavistas críticos" aliados a los enemigos históricos de Chávez y de la Revolución, atacan ferozmente a Maduro, al gobierno y a cualquiera que opte por la vía de la Constituyente para superar la crisis que atravesamos como sociedad en estos días.
