Desde aquel 05 de julio de 1.811, 206 años después de la firma del Acta de la Independencia, conmemoramos la libertad de Venezuela del yugo del imperio español, de la falsa creencia de que por mandato divino solo al rey de España se le debía obediencia, lealtad y respeto, cuando en realidad fue la representación del despotismo, del abuso, de las violaciones contra nuestras mujeres, de los recursos minerales, además únicos responsables de nuestra ignorancia, atraso, esclavitudes, miserias y sometimiento. Es oportuno recordar la lectura de esta acta libertaria, que dice "…declaramos solemnemente al mundo que sus Provincias unidas son, y de hecho deben ser desde hoy, de derecho, Estados libres, soberanos e independientes y que están absueltos de toda sumisión y dependencia de la Corona de España o de los que se dicen o dijeren sus apoderados o representantes…" Gracias a la gesta de Miranda, Bolívar y Sucre, el país se erigió como el primero de Iberoamérica que declaró su independencia. Vale la pena destacar este hecho histórico para todas las fuerzas políticas del país, especialmente a aquellos que se autodenominan libertadores, a los que defienden ahora la Constitución cuando otrora la pisotearon en nombre de la libertad, a otros que degradan nuestros símbolos patrios en nombre de la libertad y comparan la patria con un papel higiénico, y a todo aquel que ose traicionar la libertad que costó conquistarla de manos de aquellos protectores y que Chávez rescató. La gran mayoría de los venezolanos expresa que necesitamos un cambio. Los opositores dicen que luchan por una Venezuela libre. ¿Cuál es la Venezuela libre que todos queremos? Cada quien en su estilo aboga por un cambio y un país libre, pero ¿libre de qué, para qué y de quién? Es importante definir el objetivo porque de ello dependerá la metodología y estrategia a emplear para lograr el anhelado cambio, aunque para conseguir una mejor Venezuela debe cambiar el hombre y así se transformará la sociedad; es decir, ese cambio debe comenzar por nosotros mismos.
Los políticos "demócratas pacíficos" de la derecha quieren un país libre de Maduro, esto implica sacarlo por la fuerza, y si para ello necesitan entregarle el país a otro imperio no importa, el fin justifica los medios; son los mismos que entregaron a Venezuela al rey de España por unos cuantos piedritas de oro; el precio ahora es el petróleo y el potencial de minerales en esta tierra de los orígenes, se lo entregarán en bandeja de plata. Ser libre para ellos es salir de nuestros hermanos negros como Aristóbulo, porque para ellos los afrodescendientes se parecen a los simios, por lo tanto no son seres humanos y no son inteligentes. Ser libres para que la educación solo sea accesible para la clase alta y ésta tome las riendas de las empresas y ocupen los más altos cargos de la administración pública, mientras los que por su origen están en desventajas por su situación socioeconómica, deben ser educados en el respeto hacia la autoridad, como lo expresó Jorge Urosa Savino. Libres para que la salud esté al alcance de los que puedan pagarla privatizando los servicios públicos de salud. Libre para que puedan pactar con los bancos internacionales y cumplir con las políticas neoliberales que significa plagar al país de pobreza y miseria. Libre para que entreguen nuestras riquezas y privaticen las empresas del Estado para que no estén al servicio del pueblo. Libre de la octava estrella en nuestra bandera tricolor, que reconoció a Guayana como la otra Provincia liberada, ordenada por Decreto por Bolívar. Pero, lo más curioso es que este sistema tan opresor les da libertad para que ejerzan sus "manifestaciones pacíficas" con extrema violencia, al tiempo de convocarlas públicamente en los medios nacionales e internacionales y por las redes sociales, haciendo llamados a la intervención extranjera, para destruir infraestructuras públicas, asesinar a chavistas, o todo aquel que se les parezca, o que sea de piel negra o pata en el suelo; libres para tomar un avión y bombardear cualquier Poder Público del Estado. La derecha venezolana tiene más derechos y es más libre que cualquier sector del país, puesto que se les permite todo. Sus acciones justificarán una intervención porque ellos nos sometieron a una guerra no convencional sin cuartel al estilo ucraniano, estamos viviendo un terrorismo diariamente gracias al libertinaje o exceso de democracia que se les ha ofrecido a estos fascistas, porque cuentan con el apoyo financiero del imperio que nos robó en la IV República el petróleo.
Es imperativo insistir en que para que haya libertad, para que Venezuela sea libre (como lo señala y desea la derecha), debe haber justicia. Nuestro país no podrá ser libre mientras exista impunidad y este exceso de libertinaje al que ha recurrido la oposición debe ser castigado, porque la mayoría de los venezolanos queremos ser libres para transitar sin que nadie le obstruya este derecho a otro, sin el peligro de que una guaya o bomba, lo mate. Exigimos que Venezuela sea libre de funcionarios que representan un Poder Público (diputados, fiscales, ministros, gobernadores), que promuevan una intervención extranjera, ya que somos soberanos e independientes, libres de toda sumisión y dependencia de cualquier imperio; o que actúen como promotores de un Golpe de Estado, que se presten para la ruptura del hilo constitucional y apoyen a asesinos tarifados para tumbar a gobiernos legítimamente electo. Queremos ser libres e independientes de una vez, porque no nos da la gana de ser colonia yanqui, para que la paz, el diálogo, el respeto a reconocer al otro como ser humano, sea el camino para la reconciliación y que la nueva constituyente sea el arma que blinde el bienestar y la felicidad como herederos de la Patria libertaria. Yo quiero esta Venezuela libre, porque siendo libres la verdad será la luz y el camino.