Diosdado: Dictador “Constitucional” de Venezuela

El momento cumbre fue aquel 30 de julio de 2017. A pesar de que la consulta para seleccionar a los miembros de la ANC contó a duras penas con un 10% del electorado, con mucho rechazo, muertes, heridos y presos, la ANC se instaló sin mayores problemas. Sus primeras medidas fueron las de conformar un equipo directivo que tenía como Presidente a Diosdado Cabello y determinar las normas internas de funcionamiento. Llamó mucho la atención que dentro de las normas no se dijese nada acerca de la posibilidad de someter a referendo sus dictámenes y que tampoco hubiere un plazo para su ejercicio. Lo único que se afirmaba al respecto fue que esos asuntos había que discutirlos y definirlos "oportunamente". A los pocos días se tomaron dos decisiones contundentes: la destitución y sustitución de la Fiscala y el cese "provisional" de funciones de la AN, la cual era sustituida en su integridad por la ANC. Esta medida fue contundentemente aplaudida por quienes apoyaban al Gobierno Nacional, GN, y eran repudiadas por la inmensa mayoría del pueblo, aún por ese sector que tampoco simpatizaba con la MUD.

Poco a poco, la ANC comenzó a establecerse como el núcleo de un Estado parlamentarista. Fueron destituyendo y sustituyendo funcionarios de distinto rango con cualquier argumento, sobre todo ese de juzgarlos sin juicio por "traidores a la patria". La lista de dependencias estatales intervenidas incluía gobernaciones, alcaldías y hasta divisiones ministeriales e instituciones autónomas. Además, fueron suspendidos "temporalmente" todos los procesos electorales y en algunos lugares del país hubo suspensión "provisional" de garantías constitucionales. Esto también fue aplaudido por quienes apoyaban al GN.

Sin embargo, ese respaldo cambio cuando anunciaron la destitución de Maduro como Presidente de la República. Maduro fue acusado implacablemente por el propio Cabello de haber hecho fracasar el proyecto chavista y lo acusaba de traidor por su negligencia e incompetencia. Se le permitió a Maduro y a muchos de sus allegados irse "tranquilamente" del país, después de que la ANC elaborara una "Ley de Perdón y Olvido". Como Presidente de la República fue designado "provisionalmente" al Presidente de la AN, como lo establece la CRBV. En otras palabras, el Presidente de la AN y de la ANC asumía la condición de Jefe de Gobierno en un Estado parlamentario absolutamente ajeno a la CRBV y sin ninguna legitimidad popular originaria.

A los pocos días de la entronización de Cabello como Jefe de Gobierno, se hizo el anuncio de que la ANC cesaría sus funciones el diciembre del año 2018 y que los resultados de las modificaciones constitucionales serían sometidos a consulta popular. Sin embargo, ninguna decisión relacionada con cambios efectuados sobre la configuración presente del Estado serían sometidas a consulta: "Lo hecho, hecho está." Es más, una de las normas de la ANC establecía que si la propuesta de cambio constitucional era rechazada por el pueblo, entonces la ANC reasumiría sus funciones hasta que alguna propuesta constitucional fuese aprobada. Esto representó un terrible chantaje al propio pueblo quien tenía que escoger entre una constitución que realmente rechazaba y mantenerse con esta forma de gobierno.

Lo peor del caso es que se decía que todas las medidas que se estaban ejecutando estaban amparadas por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y que el Dictador, perdón el Jefe de Gobierno, tenía el respaldo del poder originario que le fue dado aquel 30 de julio de 2017.

Lo descrito hasta acá es evidentemente ficción. Esto lo estoy escribiendo un mes antes del proceso para elegir a los miembros de la ANC. Sin embargo el escenario presentado, o alguno parecido, es muy factible bajo las condiciones históricas presentes. Es interesante ver cómo aparecen documentos de muy dudoso origen donde se señala que lo que se va a hacer con la ANC es aplicar medidas "comunistas" de quitarles la patria potestad a los padres, nacionalizar la banca y abolir la propiedad privada, entre otras. Pienso que la verdadera intención de esos documentos es la de ridiculizar la crítica en relación con la verdadera gravedad de la actual convocatoria a la ANC. Lo verdaderamente grave es que se está TRANSFIRIENDO por TIEMPO INDEFINIDO la CONDICIÓN SOBERANA y de PODER CONSTITUYENTE ORIGINARIO del PUEBLO VENEZOLANO.

En días recientes lancé un reto abierto a quienes defendían la actual convocatoria a ANC. El reto era el de proporcionar evidencia documental de que había garantías de que las resoluciones de la ANC, incluyendo la propuesta de cambio constitucional, iban a ser sometidas a referendo consultivo. Lamentablemente parece que tenía razón y nadie se atrevió a asumir el desafío. Hoy por hoy lanzo un nuevo reto: "Ofrecería mis más sinceras disculpas públicas al pueblo venezolano si alguien suministra argumentos sólidos de que el escenario planteado en este documento no es factible."

Mucho más allá del desafío planteado, este documento está dirigido al pueblo venezolano y en especial al pueblo chavista para que entre todos abortemos la actual convocatoria a ANC. Ojalá que el propio Presidente Maduro se dé cuenta del terrible error que está cometiendo y de las amenazas que esta ANC representa para el país desde todo punto de vista.

Tal como lo he planteado en documentos previos, es absolutamente inaceptable que un conjunto de 545 ciudadanos, en su supuesta condición de poder constituyente originario, tenga las siguientes potestades sin necesidad de someter sus resoluciones o propuestas a consulta popular:

    • Destituir a cualquier funcionario público del país, aun en el caso de que haya sido elegido por el soberano pueblo.
    • Decretar estados de excepción.
    • Suspender procesos electorales y cualquier forma de consulta popular.
    • Ejercer de manera indefinida.
    • Modificar la Constitución, o crear o modificar modificar cualquier Ley.
    • Asumir los roles de la AN o de cualquier instancia del Estado

Permitir que la ANC tenga esas potestades representa una traición al pueblo, a la CRBV, al ideario chavista y a la patria. La esencia de la CRBV radica en la condición soberana del pueblo, misma que está siendo vulnerada con este llamado a ANC.

La única forma de evitar que una ANC llegue a tener estas potestades es sometiendo a consulta refrendaria las bases comiciales. Es bien cierto que quien tenga la iniciativa, sea el Presidente o la AN o cualquier instancia perteneciente al poder constituido, no puede imponerle nada al poder constituyente. El pueblo, en su condición de soberano, de único ente con poder originario verdadero, tiene la potestad exclusiva de someter a la ANC a sus designios. Para ello es obviamente necesario que el pueblo sea el convocante, como realmente establece la CRBV, tras una iniciativa que puede venir del Presidente de la República y tras la debida presentación de unas propuestas de bases comiciales.

Todavía tengo la esperanza que antes del 30 de julio se suspenda la elección improcedente de miembros de la ANC. Ojalá que Maduro reflexione. Ojalá que el pueblo venezolano lo haga reflexionar. Es más, se pueden aprovechar los preparativos electorales para realizar un referendo consultivo para que el pueblo decida si está de acuerdo con la realización de un proyecto constituyente en los términos planteados. O, si quieren tener mayores posibilidades de que la iniciativa sea respaldada, corregir las bases comiciales y términos generales de acuerdo con la percepción que se tenga de la voluntad del soberano.

En forma muy precisa señalo que es imposible que una ANC llegue a tener poder constitucional originario. El único poder que tiene una ANC es el de cumplir de manera precisa con el mandato popular para ejecutar determinadas funciones en un lapso establecido por el pueblo mismo. Ese pequeño y perentorio poder solo se puede derivar de la voluntad expresa del pueblo mediante una convocatoria popular inicial y solo se convalida mediante una consulta popular final. No tendrá validez acto alguno que implique la modificación de las características presentes o futuras del Estado, si no es producto de la voluntad del soberano.

Con todo respeto y compromiso revolucionario.



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Felipe Pachano Azuaje

Profesor de la Universidad de los Andes

 pachano@gmail.com

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