Las preguntas contenidas en el plebiscito que adelanta la MUD significan sin duda un nuevo intento de golpe de estado por parte de la derecha tradicional venezolana, la cual ya tiene experiencias recientes cuando el 11 de abril de 2002 desconocieron la constitución que hoy falsamente dicen defender. Eso de preguntar si estás de acuerdo con realizar unas elecciones generales (no previstas constitucionalmente) y conformar un "gobierno de unidad nacional" (vaya usted a saber qué es eso) constituyen una estrategia que busca crear las condiciones para conformar un gobierno paralelo al de Maduro y que probablemente se instalaría en el extranjero, tal vez en un país fronterizo.
Resulta ahora que sobre el golpe de estado que intenta Maduro, el TSJ, el CNE y la cúpula del PSUV al querer realizar una asamblea constituyente y redactar una nueva constitución sin contar con respaldo popular y sin consultar con el pueblo como lo hizo Chávez en 1999, que no hay seguridad de que sea sometida a la aprobación popular mediante referéndum y que no tendrá tiempo de duración, la derecha tradicional responde con su propia estratagema de golpe de estado, convocando un plebiscito que también busca justificar un gobierno ilegítimo, tan ilegítimo como lo es la constituyente de Maduro.
La derecha tradicional continúa en su objetivo de generar un caos permanente en el país, buscando escenarios de guerra civil similares a los generados en Libia y en Siria a partir del 2011. Una guerra civil que lamentablemente el madurismo también propicia al colocarse al margen de la constitución y avasallar todos los escenarios democráticos contemplados en las leyes revolucionarias aprobadas en el período del comandante Chávez.
Hemos dicho en documentos anteriores que "el Madurismo se dio cuenta desde diciembre de 2015 que estaba derrotado políticamente y que no podía ganar ninguna otra elección en Venezuela. No obstante, en vez de rectificar su política económica, que implicaba combatir de verdad a las decenas de corruptos que forman parte de su equipo del alto gobierno (y combatir en serio a la gran burguesía criolla y extranjera, permanente saboteadora de la economía nacional), Maduro y el resto de la cúpula pesuvista optaron por mantenerse en el poder "como sea", así tuvieran que violentar de manera descarada la propia Constitución Bolivariana. Para ello intentaron en el mes de marzo las sentencias del TSJ que buscaban concentrar todo el poder legislativo en el propio tribunal supremo y en la presidencia de la República, anulando la Asamblea Nacional y asumiendo sus funciones. Al no poder avanzar por ese camino, Maduro convoca en mayo a la constituyente, como instrumento que le puede permitir reordenar todo el aparato del estado venezolano y asumir un control total de todas las instituciones existentes o por crear" (artículo en aporrea del 16/06/2017: Katz, otro intelectual que se cuadra con el baño de sangre).
Ahora la MUD aprovecha la extrema debilidad del madurismo, su enorme pérdida de respaldo popular, no por los tres meses de guarimba continua opositora, sino por la salvaje crisis económica que mantiene hundido el salario de los trabajadores y las condiciones generales de vida de todo el pueblo venezolano, y riposta con una iniciativa tan golpista como la constituyente: el pretendido plebiscito del 16 de julio.
El bárbaro paquete neoliberal que ejecuta el madurismo contra el pueblo está surtiendo su efecto en toda la estructura del estado bolivariano, el cual cada día que pasa cruje por todos lados y amenaza con desmoronarse de un momento a otro. Junto a esa política económica neoliberal, expresada en la inflación sin control, en la constante devaluación del dólar dicom mientras se mantiene absurdamente el dólar preferencial a 10, en la desaparición de la sundde de la faz de la república, en la entrega total al gran capital criollo y extranjero (Arco Minero, Faja Petrolifera, venta de bonos de Goldman Sachs, financiamiento de Citgo a la campaña de Trump, etc), el gobierno comete errores garrafales como el asalto violento contra la Asamblea Nacional el pasado 5 de julio, totalmente injustificado porque reproduce el mismo barbarismo que el gobierno venía achacándole a la oposición en las guarimbas y trata de hacer justicia de facto a pesar de que el gobierno controla totalmente las decisiones de los tribunales y bien pudiera adelantar procesos judiciales contra los principales dirigentes de los partidos de oposición.
Maduro ha tenido como línea el negociar con la burguesía mientras se pelea con la MUD, que vienen siendo unos empleados de esa burguesía criolla y extranjera que se ha hecho más poderosa gracias al "socialismo" madurista. En ese orden de cosas se inscribe el otorgamiento de casa por cárcel a Leopoldo López hoy 8 de julio en horas de la madrugada. Toda una negociación de espaldas al pueblo y que nuevamente desenmascara el falso antiimperialismo y anticapitalismo del discurso de Maduro. Liberan a Leopoldo, es decir, negocian abiertamente con la derecha más extrema, y preparan todas sus medidas represivas contra el chavismo crítico, particularmente la amenaza inmediata de destitución de la Fiscal General y la publicación de documentos falsos contra generales bolivarianos.
Tan falso como un billete de siete. Hoy aparecen líderes del madurismo como Iris Varela indignada por la medida a favor de Leopoldo López. Pero nunca se ha indignado cuando Maduro contrató de nuevo con la empresa minera Gold Reserve, expulsada del país por el presidente Chávez. Nunca se indignaron por el asesinato del cacique Yukpa Sabino Romero. Nunca se han indignado por la desaparición del camarada Alcedo Mora. No se indignó cuando se le otorgaron centenares de millones de dólares a una empresa de la burguesía más rancia del país como los Vollmer. No se indignó cuando Maduro contrato con Cisneros, empresario golpista cerebro del 11 de abril de 2002, para que participara en la Faja Petrolífera. No se indignó cuando se enteró de que la Citgo, empresa del estado venezolano, financió la campaña electoral del ultraderechista, racista y misógino Trump. Ese socialismo, ese antiimperialismo del madurismo es totalmente falso. Pura hipocresía de quienes se han enriquecido a nombre del socialismo y han cometido el desfalco más bestial de la historia de Venezuela y que se equipara con los grandes saqueos financieros ocurridos durante las guerras mundiales.
Tenemos entonces en pleno desarrollo dos estrategias golpistas que convergen hacia la segunda quincena del mes de julio. La alternativa para los revolucionarios chavistas que mantenemos de manera consecuente el legado del presidente Chávez es llamar a la abstención y la denuncia de ambas estrategias golpistas.
Para quienes intentamos salvar lo que queda de proceso bolivariano, es evidente que eso sólo se puede lograr con la salida del poder de Maduro por mecanismos constitucionales evitando al mismo tiempo que la derecha tradicional se monte en el poder y termine de aplastar al movimiento popular. La renuncia de Maduro previa designación de un vicepresidente de consenso entre todos los factores políticos bolivarianos, incluyendo aquí al llamado Chavismo Crítico; la suspensión de la convocatoria a constituyente y la ejecución inmediata de un plan económico de emergencia (del cual Marea Socialista ha propuesto sus líneas básicas en documentos recientes); la realización de los procesos electorales previstos en la constitución, como los de gobernadores y alcaldes, y prepararse para enfrentar la arremetida imperialista que seguramente está preparada por medio de un ejército paramilitar que puede penetrar por espacios fronterizos, muy seguramente desde Colombia.
Es de prever que la violencia en Venezuela se va a exacerbar a partir del 30 de julio, sobre todo si logra instalarse la farsa anticonstitucional de la constituyente. La burocracia madurista le sirve en bandeja de plata el escenario de la guerra civil que tanto desean los neocons republicanos y el uribismo colombiano.
Una vez más, el espacio del chavismo crítico y la plataforma en defensa de la constitución del 99 es la única opción democrática y pacífica que puede asumir una estrategia que detenga la guerra civil en Venezuela. Las próximas semanas determinarán el futuro de las próximas décadas en Venezuela.
Maracaibo, Tierra del Sol Amada. 8 de julio de 2017.