En Venezuela hay tres tendencias políticas fundamentales. En este artículo se discute el sentido que tendría, para las personas adscritas en cada una de estas tendencias, la participación en las dos consultas que se avecinan: el "plebiscito" y la elección de miembros a la "ANC".
En cuanto a las tendencias políticas, por un lado está un sector importante del chavismo que respalda rotundamente al Gobierno Nacional y que denominaremos aquí Maduristas. Por otro lado está un sector que se opone de manera rotunda al Gobierno Nacional, que denominaremos Mudistas, y que tiene como principal objetivo la conquista del poder político nacional. Por último hay un sector, quizás mayoritario, que se opone a las prácticas de los Maduristas y de los Mudistas y que lo único que buscan es el restablecimiento de la institucionalidad, respeto a la voluntad popular y buen funcionamiento del Estado y la sociedad, con el propósito de procurar la máxima felicidad de los venezolanos. Dentro de este sector confluyen los denominados chavistas críticos y una amplia variedad de orientaciones ideológicas con posturas críticas. A este sector lo denominaremos simplemente como No Polarizados.
Antes de adentrarme a la discusión de los sentidos, es necesario precisar porqué he colocado entre comillas las dos formas de consulta que se avecinan. Un plebiscito puede plantearse para realizar cualquier tipo de consulta al pueblo sobre temas relevantes que implican un procedimiento debidamente regulado por las leyes. En nuestra constitución no existe la figura del plebiscito sino que se incluye el muy parecido referendo consultivo. El simple hecho de que se utilice esa denominación ajena a nuestra legislación representa una torpeza. Pero más allá de ese detalle, los plebiscitos (o referendos consultivos) son controlados por los Estados con los mecanismos establecidos. En Venezuela, absolutamente todos los procesos electorales son monitoreados por el CNE y sin ese respaldo el procedimiento electoral pierde legalidad, independientemente de que se pretenda o no que la referida consulta tenga un carácter vinculante. Aun cuando el "plebiscito" haya sido convocado por la AN (por iniciativa de la MUD), su legalidad está en duda. Sin el respaldo del árbitro electoral y sin el resguardo del ejército nacional, siempre habrá suspicacias acerca de la transparencia y validez del procedimiento electoral. No obstante, esta consulta puede ser considerada como una gran encuesta que de alguna manera revele la posición del pueblo venezolano.
De manera semejante podemos colocar entre comillas a esta "convocatoria a ANC". Es una maniobra leguyera atroz el soslayar el carácter de poder constituyente originario que le corresponde de manera exclusiva al pueblo mediante la asimilación de la palabra "iniciativa" con la palabra "convocatoria". Con esta maniobra iniciada por el Presidente de la República, y respaldada (de manera contraria a la ética profesional y general) por los miembros del TSJ, se está llevando adelante un proceso con carácter legal, pero absolutamente ilegítimo. Tal como lo he expresado en artículos anteriores, esta ANC en la forma que fue convocada representa un terrible acto de traición al pueblo y a la patria. De modo que resumo las razones de las comillas así: una es legítima pero ilegal y la otra es legal pero ilegitima.
Ahora analizamos el sentido de la participación para los distintos sectores, comenzando por el Madurismo. Nótese que se habla de Madurismo y no de Chavismo ya que es claro que la población chavista está dividida. Por un lado están los que piensan que es necesario defender al Gobierno Nacional actual a como dé lugar y se justifica o se ignora cualquier desviación de la práctica en relación con los referentes ideológicos planteados por Chávez. Por otro lado, el chavismo crítico señala que los ideales originales han sido apartados y que se ha traicionado el Plan de la Patria, la orientación socialista, la democracia participativa, la soberanía popular y hasta la CRBV.
Para el Madurismo, es claro que deben oponerse de manera rotunda al plebiscito y apoyar con la misma fuerza la ANC en los términos planteados. La oposición al plebiscito puede llegar al punto del uso de sus grupos de choque para intimidar a los votantes, aparte de negar el respaldo institucional del CNE y de declarar de antemano que desconocerán los resultados de ese proceso. El apoyo a la ANC puede llegar al punto de que la misma se efectúe aún a sabiendas de que un vasto sector de la población manifieste su rechazo a la misma. Hay Maduristas que plantean la necesidad de radicalizar las luchas y eso implica el convertir a la ANC en un supra-Estado que de manera indefinida controle todo dentro de la sociedad y hasta plantear que lo que no llegaren a conseguir con los votos, lo conseguirían con lar armas.
Para los Mudistas el análisis también es sencillo. Durante muchos años los Mudistas (antes vinculados a otras denominaciones como Coordinadora Democrática) han mostrado que no tienen ningún tipo de escrúpulos para colocar los fines por encima de los medios. Es así como han protagonizado eventos como el Paro Patronal-Petrolero que produjo severos daños a la economía nacional y estuvo muy cerca de generar terribles daños ecológicos y verdaderas catástrofes; como el Golpe de Estado que preparó todo un montaje para hacer creer que el Gobierno Nacional estaba asesinando a los manifestantes cuando en realidad los asesinos pertenecían a las fuerzas policiales Mudistas; o las distintas formas de guerra económica que ha representado entre muchas otras consecuencias la muerte de un grupo muy significativo de seres humanos, electrocutados tratando de sabotear el sistema eléctrico nacional; o las distintas formas de guarimba "respaldadas" por grupos de choque; o pare usted de contar. El fin de la MUD es preciso, asumir el control del Estado venezolano, y uno de los medios es precisamente este plebiscito. Asimismo es claro que ya tomaron la decisión de no participar en esta ANC y eso será cumplido cabalmente por el pueblo Mudista.
Antes de analizar el sentido de participación para los No Polarizados, parece oportuno examinar las razones por las cuales la MUD decidió no participar en esta convocatoria a ANC. Es interesante destacar la manera con la cual los Maduristas insisten en que los Mudistas decidieron no participar en la postulación de miembros a la ANC porque es falso que la mayor parte de la población se oponga al Gobierno Nacional. Justamente, parte de esa jugada maestra (y asquerosa) de los Maduristas fue la de colocar a los opositores en una situación de perder-perder. Si participaban, le iban a dar al Madurismo una fuerza dentro de la ANC que no se correspondía con la correlación de fuerzas a nivel popular; si no participaban, iban a mostrarse como cobardes, electoralmente hablando. Más allá de las cuentas que puede haber sacado la MUD y de las trampas e inconsistencias naturales de un proceso tan complejo como el que se avecina, yo agradezco sinceramente a la MUD por no sumarse a ese terrible acto de traición al pueblo y a la patria.
Pasamos entonces a analizar la posición que debemos tener los que pertenecemos al sector de los No Polarizados. Para ello, es bueno comenzar por reafirmar que quienes creemos en la democracia participativa y quienes creemos en el carácter soberano de los pueblos debemos respaldar cualquier forma refrendaria donde se le consulte al pueblo temas de alta relevancia. Por lo tanto hay que reconocer la legitimidad del proceso de consulta, independientemente de su legalidad.
Luego, es conveniente analizar con detalle las preguntas que se están planteando en el "plebiscito". La primera pregunta es: "¿RECHAZA Y DESCONOCE la realización de una asamblea nacional constituyente propuesta por Nicolás Maduro sin la aprobación previa del pueblo venezolano?" Esta es una pregunta perfectamente válida y necesaria. La convocatoria a una ANC es una potestad exclusiva del pueblo, no sólo porque así lo señala nuestra Constitución, sino porque es la única forma de evitar que quienes asuman el control de la ANC hagan lo que se le venga en gana con las características presentes y futuras del Estado. El único que tiene potestad de ponerle límites al accionar de la ANC es el propio pueblo quien es el único poder constituyente originario. Si la convocatoria no la hace el pueblo, entonces el pueblo debe rechazarla y desconocerla.
La segunda pregunta ya muestra algunas torpezas en su redacción: "¿DEMANDA a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y a todo funcionario público obedecer y defender la Constitución del año 1999 y respaldar las decisiones de la Asamblea Nacional?" Pregunto, ¿Por qué destacar a la FANB por encima del resto de dependencias públicas? ¿Qué necesidad hay de demandar de los funcionarios que defiendan la constitución? ¿Acaso no van a decir, comenzando por el propio Presidente de la República que lo están haciendo? ¿Por qué mezclar la defensa de la CRBV con el apoyo a la AN? Como se ve, esto es un cúmulo de contrasentidos en una sola pregunta. Hubiese sido mejor discriminar las preguntas de manera precisa: ¿Está usted satisfecho con el papel de la Asamblea Nacional en relación con la obediencia y defensa de la CRBV? Y repetir la misma pregunta para el TSJ, el Presidente de la República, etc.
La tercera pregunta también muestra contradicciones: "¿APRUEBA que se proceda a la renovación de los Poderes Públicos de acuerdo con lo establecido en la Constitución y a la realización de elecciones libres y transparentes, así como a la conformación de un Gobierno de Unidad Nacional para restituir el orden constitucional?" Si vamos a lo que dice la CRBV, esa figura de Gobierno de Unidad Nacional no aparece y la única elección que tenemos pendiente para renovar poderes públicos es la de Gobernadores. Por otro lado, el título de Gobierno de Unidad Nacional no se corresponde a una propuesta concreta que sea del dominio del pueblo venezolano como para que haya la información necesaria para pronunciarse.
Más allá de la legitimidad de este proceso y de la pertinencia de las preguntas está el trasfondo de la consulta y la seguridad que se brinda. Pienso que la AN, en su carácter de convocante oficial, debe ser muy enfática en difundir que la participación de la ciudadanía en este proceso no representa la vinculación de los votantes con la MUD. De no ser así, buena parte de los No Polarizados preferiríamos no participar. Por otro lado, todos debemos cuidarnos de los grupos de choque de ambos lados; de los reales y los simulados. No podemos olvidar que en esta guerra participan estas dos bandas con altos niveles de crueldad e hipocresía, y que siempre termina pagando el más pendejo. Por lo tanto es necesario dar evidencias de que se va a velar por la seguridad personal aún sin contar con el Plan República. Por otro lado, también hay que ofrecer confianza de que los resultados de este proceso serán manejados con pulcritud y transparencia.
En cuanto a la participación en la elección de miembros de la ANC, es claro a partir de mi discurso previo que considero que el pueblo No Polarizado debe abstenerse. Sin embargo, no creo que debamos participar en ninguna forma de sabotaje a este proceso más allá de utilizar nuestro derecho a no votar y nuestro derecho a opinar para convencer a otros que no vayan a votar. Pienso que el mayor éxito que podemos tener en ese proceso electoral es que haya muy poca participación, sin que haya impedimento alguno para que quien quiera votar lo haga. Sin embargo, mucho me temo que los grupos de choque de los Mudistas (o los propios grupos Maduristas haciéndose pasar por Mudistas), estarán haciendo de las suyas.
En conclusión, pienso que el pueblo No Polarizado sí debe participar en el proceso del 16 de julio manifestando su rechazo a esta "convocatoria a ANC" y debe abstenerse de ir a los centros de votación el día 30 de julio. De cualquier modo, es mi mayor deseo que el proceso del 30 de julio sea suspendido por la propia decisión del Presidente Maduro. Ojalá que de alguna manera le hagamos darse cuenta que está cometiendo un error histórico imperdonable. Ojalá que ni siquiera se haga la consulta del 16 de julio producto de un acuerdo nacional que involucre un verdadero golpe de timón.
Con todo respeto y compromiso revolucionario.