Hace algunas décadas era normal aceptar que lo que se publicaba, especialmente en los medios de comunicación impresos, era la verdad relacionada con un acontecimiento determinado. Incluso a los niños en las escuelas los mandaban a recortar el periódico del día como parte de las tareas. Después las personas fueron enterándose y aprendiendo que los medios impresos, radiales y televisivos no eran tan neutrales como aparentaban, sino que eran entes organizacionales que tenían sus propios intereses, y que, en ocasiones, formaban parte de conglomerados empresariales.
Algo similar ha venido ocurriendo con las encuestadoras, es decir, con las empresas dedicadas a realizar y publicar estudios de opinión pública. Las personas, especialmente durante los meses y días previos a la realización de elecciones de carácter político, están muy pendientes de lo que las encuestadoras van publicando, a tal punto que, evidenciando su carácter de jugadores, apuestan al probable ganador. Incluso, ya es normal escuchar decir que hay una guerra de encuestas.
En la actualidad, en el caso de Venezuela, hay dos propietarios y voceros principales de encuestadoras, que se han venido convirtiendo en formadores de opinión pública, ya que no sólo se limitan a publicar los datos, sino que los analizan, los interpretan y, en algunos casos, los manipulan. Se trata de Oscar Schemel, propietario de Hinterlaces, y Luis Vicente de León, dueño de Datanálisis.
Ambos personajes, como es notorio, han venido posicionando su opinión personal relacionada con la situación política y económica de Venezuela. Primero Hinterlaces y Datanálisis dan a conocer los resultados de las encuestas realizadas. Luego Oscar Schemel y Luis Vicente de León, cada quien por su lado, pasan a opinar a través de una amplia plataforma de medios. Utilizan la tribuna de programas de televisión y radio, declaran para los medios escritos impresos y digitales, dictan conferencias, participan en foros, etc. Se podría decir que estos personajes son el medio y el mensaje al mismo tiempo. La gente tiende a aceptar alguna de las dos opiniones. Uno de ellos con inclinación pro-chavista, el otro, con una tendencia pro-oposición. Ambos con vocación de protagonismo político. El primero ya es candidato a la constituyente, el segundo, por lo menos aspira a ser candidato a alcalde de Tovar, su pueblo natal.