Igual que ocurre a millones de habitantes del mundo transitando la tercera edad, eran las 2 y 50 de la madrugada cuando se presentó la infaltable ida a micciones madrugadoras…, se va el sueño y mientras retorna Morfeo, buscamos si leer, meditar, orar, escribir o ver la televisión, esta vez opté por la “caja boba”, bautizada así en Venezuela a mediados del siglo pasado, por un psiquiatra.
Invasora en el hogar, “pequeña pantalla” por diferencia del séptimo arte con su gran pantalla cinematográfica, me daría una sorpresa Siglo XXI, centuria que sucede al relajadísimo y guerrero Siglo XX mortal de obvios avances, en contraste con la falta de preparación política en la juventud, salvo excepciones ideológicas: Comunismo, Mayo Francés, Revolución China y la Revolución Cubana.
Grata sorpresa política es el ejemplo venezolano antiimperialista bolivariano, una ANC orgullosamente participativa. Idea socialista a la cual se oponen bobolongos dirigentes de logroño, discapacitados para conducir seguidores, quienes aunque compitan como únicos corredores llegan segundos vencidos por la estupidez de sus jefes. Volvieron a jugar sucio trampeando firmas, en el mayúsculo ridículo de la historia política nacional.
Por el contrario, millones de venezolanos y especialmente valientes venezolanas, hastiados del terrorismo asesino de la MUD, bendecido por curas fascistas, dan apoyo decidido a la paz, perfeccionando la Carta Magna, para defender las misiones de salud, vivienda, educación, protección social a gente de toda edad y condición, sueldos y pensiones. La ANC es combate constitucional a especuladores, vende patria, y delincuentes de toda laya.
