Resulta destruida por la prensa mundial toda actitud, alcance, beneficio, triunfo, convenios, disposiciones nacionales o internacionales respetuosas de la soberanía, demostraciones públicas o privadas, y pare de contar, si son de apoyo a la revolución socialista venezolana inspirada en el pensamiento de Simón Bolívar. Se orquestan ataques permanentes e inclementes contra los gobiernos bolivarianos electos por obvia mayoría impecable, constatada bajo observadores o veedores internacionales.
Aun así no han logrado convocar una mayoría palpable contra el chavismo bolivariano socialista, que se confundió en Diciembre 2015 y no salió a votar, al creer que la guerra económica, desaparición, escasez y acaparamiento de alimentos, los precios insostenibles y el despelote, eran responsabilidad del gobierno de Nicolás Maduro. No valoraron la campaña descarada por agenda internacional capitalista salvaje, para derruir nuestro modelo de gobierno, lo que si entendieron perfectamente los chavistas.
El ejemplo revolucionario mundial del socialismo venezolano siglo XXI cumplió dos domingos de resurrección los días 16 y 30 de Julio 2017, cuando la población no engatusada por el torrente de desinformación que vierten medios pro capitalistas, anhelantes de la democracia representativa, recibieron el susto mayúsculo en las convocatorias al voto universal, directo y secreto, emitido por el bravo pueblo de nuestro himno nacional
No volverán a Miraflores politiqueros junto a dueños de medios que dominaban lectores, oyentes y televidentes comprometiéndose con gobiernos corruptos a negocios millardarios. Entretanto a los periodistas los “arreglaban” cada diciembre con cestas de navidad, o en saraos periódicos “p´a que beban whisky…”, estratagemas de corrupción material y mental, salvo honrosas excepciones de comunicadores incólumes.