¿Qué hice mal…?

¿Qué hice mal para que el enemigo me aplauda, me dé las gracias, me colme de elogios? Pregunta que debe hacerse la cúpula de la MUD, ante la cascada de gratitud y alabanzas que recibe del gobierno chavista por la decisión de participar en la elección de gobernadores. Elección dubitativa, por cuanto el CNE ni siquiera le ha fijado fecha de realización. Inexplicable demora, ante la diligente actitud asumida para la elección del 30 de julio ¡Falta un mes y no hay fecha de realización!

La ausencia de electores el 30 de julio en las mesas de votación, no fue fruto de una conspiración ni de manifestaciones terroristas y desestabilizadoras ni mucho menos, golpe de Estado organizado en la manzana de la City o el Pentágono. Todos sabemos que la ausencia de electores fue real porque lo presenciamos en cada población y ciudad, porque lo registró la prensa nacional e internacional, porque lo ratificó Smarmatic, porque nadie tiene que decírnoslo, por cuanto fuimos testigos presenciales. El gobierno sabe, mejor que nadie, que la cifra de los ocho millones tuvo que inventarla ¡Es falsa! Y sólo le sirve para avanzar con su proyecto dictatorial sustentado en los poderes plenipotenciarios que le confiere la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). El gobierno publicita la cifra de los ocho millones y pretende sustentarla con infantilismos. Sabe que la cifra es falsa, que la abstención fue masiva, que no hubo colas y lo sabe porque los militares del Plan República lo presenciaron, lo corroboraron en cada mesa de votación y a escala nacional. Son testigos de excepción. Ante esta realidad la decisión electorera de la MUD la recibe el chavismo como caída del cielo. Es por ello que los elogios de gratitud del gobierno a la MUD son tan elocuentes.

El anuncio de la MUD de participar en la elección de gobernadores, debía haber provocado rechazo del chavismo por "terroristas", "conspiradores", "vende patria", "indignos de aspira a cargos públicos", lo cual corresponde a la política de rechazo a todo lo que provenga de esa oposición "apátrida", "pitiyanqui", "terrorista" para utilizar el lenguaje que los distingue y les resulta tan grato. Pero la decisión de la MUD unida al anuncio del presidente Trump de agresión militar, es el salvavidas que, de una parte, le devuelve al gobierno la apariencia democrática ante la comunidad internacional y, de otra parte, concita a las mayorías nacionales a la defensa de la soberanía nacional amenazada por el imperio, lo cual no debe confundirse como respaldo al gobierno militar/chavista/entreguista. Una cosa es Venezuela y otra el chavismo circunstancial. Las bravuconadas del Imperio no pasan de ser eso, por cuanto en los últimos 18 años, Estados Unidos ha sido el primer socio comercial de Venezuela (60% de intercambio); por cuanto durante 18 años se le han enviado 700 mil barriles diarios de petróleo; por cuanto con el chavismo las transnacionales gringas han recibido, por las empresas mixtas, la propiedad del subsuelo; por cuanto las transnacionales mineras han recibido la explotación del Arco Minero (112 mil kilómetros cuadrados). Que alguien me diga ¿Existe algún motivo en Estados Unidos para la agresión militar contra su mejor socio comercial en Sudamérica? Para qué agresión si nunca se han ido y siguen disfrutando las mimas prerrogativas económicas de la llamada Cuarta República. Lo hemos dicho, el imperialismo, igual que dios, sirve para justificar fracasos, huir de la realidad y suplicar misericordia. La izquierda, a escala mundial, tiene 170 años culpando al imperialismo de sus fracasos, en lugar de corregir los errores y emprender formas diferentes de lucha para derrotarlo. El chavismo tiene 18 años gritando –"Ahí viene el lobo". Pero, ya nadie le cree porque el lobo resultó muy amigo de la caperucita roja, al planificarle el golpe de Estado del 4 de febrero, origen del chavismo.

Desde años atrás, pero, con mayor insistencia durante los cuatro meses de protestas pacíficas, la MUD gritó ¡Dictadura! reclamó ¡Libertad! exigió ¡Democracia! De la noche a la mañana, esas consignas las echa en el pote de la basura por el anuncio de participar en las dubitativas elecciones de octubre próximo. ¿Dónde quedan los señalamientos de Dictadura y el reclamo de Libertad y Democracia? Si la renuncia de la MUD a la lucha en las calles, no es la razón ¿Qué otra explicación tiene los elogios del gobierno a la MUD? Cuando el enemigo me aplaude, me alaba, me felicita, debo preguntarme ¿Qué hice mal?

En este momento la continuidad de la lucha está en mantener las consignas de ¡Dictadura, Libertad, Democracia! y por encima de todas ellas ¡Hambre! como contradicción mayor. Consignas y lucha que pierden la fortaleza de su objetividad por el anuncio de participar en la elección de gobernadores. La continuidad de la lucha está en agudizar las contradicciones, no en soslayarlas. La continuidad de la lucha está en mantener y fortalecer las consignas por la acentuación de la protesta y para ello, el instrumento idóneo es la ABSTENCION, el boicot o el voto nulo. La abstención tiene similitud con la huelga de hambre. Declarar la abstención electoral es como declararse en huelga de hambre.

Es necesario que la comunidad internacional conozca la realidad de la ¡Atroz Dictadura! ¡Falsa Libertad! ¡Negación de la Democracia! ¡y el fantasma del Hambre! Objetivos de la lucha, para los cuales la MUD, no está ganada, por su concepción burguesa, ajena a la lucha de masas.

El argumento de la MUD de participación electoral es baladí, responde a la interpretación mecanicista de hechos y circunstancias. Se pretende comparar dos situaciones muy disimiles: la situación del 2005 que era de bonanza política, económica y convivencia social y la situación actual de crisis extrema: económica, social, política, institucional, internacional. La actitud de lobos solitarios de la MUD en el 2005, no tiene nada que ver con el rechazo multitudinario de las mayorías nacionales a las políticas antipopulares del gobierno. La MUD no ha comprendido que esas multitudes que protestan, lo hacen porque tienen hambre, no tienen medicinas, carecen de servicios hospitalarios, son víctimas de la inseguridad (delincuencia), no tienen trabajo. Esas multitudes no actúan por el llamamiento de la MUD, lo hacen por iniciativa propia y porque lamentablemente es el único botalón que encontraron para amarrar la soga, por cuanto la izquierda revolucionaria, proletaria y clasista está saliendo del tremedal al que la lanzó el chavismo/militarista/anticomunista al apoderarse de sus banderas de lucha y arrastrarlas por el lodo de la ignominia.

Elegir gobernadores ¿Para qué? ¿Lo ocurrido con la Asamblea Nacional y con los alcaldes enjuiciado por el Tribunal Supremo de Justicia acaso no es argumento suficiente para saber lo que va a acontecer con los gobernadores electos al quedar sometidos a la dictadura de la ANC? La experiencia de lo ocurrido con la Asamblea Nacional está la vista. Si con la Asamblea Nacional cuyas funciones son legislativas, la desconocieron ¿Que puede ocurrir con los gobernadores cuyas funciones son administrativas y en consecuencia estarán más sometidos a la dictadura de los poderes plenipotenciarios de la ANC? ¿Cómo descartar que lo ocurrido con la Asamblea Nacional no sucederá con los gobernadores electos? Participar en esa elección es desvirtuar el objetivo de la lucha, desviar el cauce normal que había tomado por las protestas pacíficas y masivas, es distraer a las mayorías nacionales de su objetivo fundamental ¡Hambre! Es permitir que el gobierno agónico se recupere, en lugar de empujarlo al abismo de su inoperancia. Es por ello que el gobierno le dirige a la MUD ditirámbicos elogios. La pregunta que debe responder la MUD "¿Que hice mal para que el enemigo me aplauda, me sonría, me rinda agradecimientos"?



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León Moraria

Nativo de Bailadores, Mérida, Venezuela (1936). Ha participado en la lucha social en sus diversas formas: Pionero en la transformación agrícola del Valle de Bailadores y en el rechazo a la explotación minera. Participó en la Guerrilla de La Azulita. Fundó y mantuvo durante trece años el periódico gremialista Rescate. Como secretario ejecutivo de FECCAVEN, organizó la movilización nacional de caficultores que coincidió con el estallido social conocido como "el caracazo". Periodista de opinión en la prensa regional y nacional. Autor entre otros libros: Estatuas de la Infamia, El Fantasma del Valle, Camonina, Creencia y Barbarie, EL TRIANGULO NEGRO, La Revolución Villorra, los poemarios Chao Tierra y Golongías. Librepensador y materialista de formación marxista.

 leonmoraria@gmail.com

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