Investigación recoge el análisis de la geopolítica imperial entre Bolívar y Chávez, lo que permite la comprensión ante el ataque feroz de potencias actuales contra Venezuela
Cuando el 6 de septiembre de 1815 apareció publicada en Kingston la carta dirigida al comerciante inglés Henry Cullen firmada por el Libertador Simón Bolívar, los designios de América parecían volverse al control absolutista de la Corona española. La pérdida de la 2da República en Venezuela producto de la indisciplina en la línea de mando de los ejércitos patriotas a no reconocer una autoridad única en Bolívar, además de la lucha que se trasladó a otros escenarios como los llanos y, por consiguiente, la aparición de nuevos caudillos, amén de la llegada del mayor y mejor ejército de hombres con pertrechos, armaduras y municiones bajo el mando del general Pablo Morillo –nombre muy ligado a Valencia- provenientes de la península ibérica a principios de ese año, pintaba un escenario poco optimista para el bando patriota, cuya inmediata salida fue ponerse a salvo fuera de los límites de los dominios de España.
Por tal razón, la intención de reanimar fuerzas desde una parte del continente y el Caribe se hacía necesaria para la causa libertaria, pues se entraba en una nueva fase de lucha. Cabría decir, en el mejor de los casos, se daba un reimpulso en el proyecto de emancipación por efectos de reagrupación no sólo vistas en el campo de batalla sino en la maduración de la lucha de clase que a partir de entonces correría bajo la figura del ideario bolivariano.
Lo que hoy conocemos como Carta de Jamaica no es sólo un documento que merece ser recordado por tratarse de un profundo análisis reflexivo sobre la situación de la América hispana ante las potencias emergentes de su época. Desde luego en estas líneas se reporta una América para ser tomada en cuenta no conforme por su exuberante belleza natural ni por la variedad de sus riquezas sino por tratarse de un continente esperanzador y capaz de redimensionar la geopolítica de inicios del siglo XIX que ya veía inclinar la balanza hacia un imperialismo atroz o coloquialmente de gobiernos depredadores procedentes de Europa.
Por tal razón muchos historiadores con el devenir de los tiempos la han calificado como carta profética y es que, con esa intención, valoramos el discurso que de sus líneas brotan cuando ya son 202 años de antigüedad las que suma para hacernos sentir en campaña frente a una nueva forma de independizarnos: la económica.
JAMAICA 200
De esta manera un cuarteto de académicos ligados a las letras, a la historia, al arte, a la investigación pero cargados de una gran sensibilidad social producto de las enseñanzas recogidas en el ideario bolivariano y que precisamente fueron contagiadas por ese verbo didáctico del comandante supremo Hugo Chávez se inspira la obra Jamaica 200, cuya autoría recae en José Jesús Rodríguez Núñez, José Rafael Otazo Martínez, Enrique Antonio Acuña Mendoza y quien gustosamente hace esta entrega para poner a disposición del público en general una verdadera recopilación de los que son las cartas de Jamaica contra la geopolítica imperial: entre Bolívar y Chávez.
Es de destacar que esta investigación lleva implícito el estudio desde una perspectiva contemporánea en medio de situaciones muy adversas para la ocasión.
Desde la capital de esta isla caribeña, luego de la debacle de la 2da República a finales de 1814, es cuando se trata de uno de los momentos más duros y difíciles de la guerra de independencia y de su principal líder: Simón Bolívar. Ante tal situación el Libertador en el documento se esfuerza por restaurar y restablecer la lucha contra el imperio hegemónico de la España imperial. Ante tal panorama citamos al historiador Félix Ojeda, quien dice de Bolívar "entendió que esa unión generaría la fuerza necesaria para combatir al imperio más poderoso de ese período".
Está explicado en buena parte del libro -de 183 páginas- cómo fueron esos acercamientos que tuvo que hacer el Padre de la Patria con Alejandro Petión, presidente de Haití y las solicitudes de unión latinoamericana y caribeña en vez de un "pedido de socorro" a Inglaterra o Estados Unidos. Y fue tal el impacto que muchas personas en el mundo solicitaron incorporarse a la causa, a la lucha armada, por la independencia del Nuevo Mundo.
El estudio se divide en tres partes: la primera es un resumen y la génesis de la Carta de Jamaica, que es una mirada a la América meridional de aquel siglo por el Libertador; la segunda: es un estudio entre el ideario de Bolívar y el de Chávez hasta el día de hoy; la tercera trata sobre los documentos que han servido a conformar la visión de la América que tenemos, como la Agenda Alternativa Bolivariana, el Primer Plan Socialista de la Nación (2007-2013) y el Plan de la Patria (2013-2019). Estos tres últimos documentos, así como la arquitectura diplomática regional, latinoamericana y caribeña se deben al Comandante Supremo Hugo Chávez.
Asimismo ocho apéndices irán brindando al lector el complemento de la obra para que la discusión dentro de los círculos de lectores, las escuelas de cuadro, la dramatización de algunas escenas llevadas al teatro o convertidas en guiones para radio sirvan como referentes de lo que actualmente acontece en nuestro país y que no es más que el recrudecimiento del imperialismo en tiempos modernos cuya profecía más exacta no pudo ser mejor anunciada por nuestro Libertador Simón Bolívar el 5 de agosto de 1829 en Guayaquil cuando dijo que "Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad", pero que ahora nos toca combatir con las mismas anchas a un enemigo superior no sólo militarmente sino con el control financiero global jamás visto antes. (Interesados en adquirir esta obra comunicarse por el 0426 2450368)
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