Han bastado unos diiítas de campaña electoral, escasos diiítas -como suele decir nuestra población en lenguaje coloquial-, para que narcisistas acomplejados del politiquero truculento período "demócrata representativo", asomen de nuevo su acostumbrado proceder electorero de campañas sucias, recuerdos de un pasado cargado de engañifas, inventos malsanos e irrespeto a las reglas de la democracia. Típica acción de "tartufos" babeados ante la Casa Blanca, Washington.
Hijos de padrotes que nos desgobernaron hasta 1999, acceden ahora a las universidades por méritos y oportunidad, ausentes las infelices listas de "población flotante de bachilleres" aspirantes a la educación superior en la era adecopeyeca. Algunos reviven cualquier vil manera de descalificar al adversario en campaña electoral, creyendo sus mentores, padres y representantes de la fracasada y antipopular gestión administrativa derrotada en 1998, que habitan la misma Venezuela imbecilócrata bipartidista blanquiverde, bajo la bota del amo gringo.
Regidores de vicioso pasado, aspiran que el CNE apruebe sumar todo lo que no sean votos hacia el Polo Patriótico socialista, y considerar "legales" en el 2018, desde votos nulos hasta la abstención, cual sufragios contra el candidato bolivariano a la Presidencia. Maniobras destinadas a embarrar el juego limpio eleccionario, urdidas por quienes no han logrado derrotar a Maduro, ni con brujería, son trampa anunciada en lenguaje confuso, que se le "chispoteó" a Henry Ramos el 2 de Octubre 2017, a una quincena de los comicios para Gobernadores.
En su momento fue la frase "Chávez los tiene looocos", a la vista está que de la mano de un presidente obrero, a pesar de quienes le echan "la burra p´al monte al socialismo" desde la revolución, los dirigentes adversarios al proceso siguen chiflados. Venezuela pide respeto, somos número uno en reservas petroleras en el mundo, tenemos riquezas naturales en sobreabundancia: agua, coltán, oro, uranio, gas, y tierra fértil. Joya de la corona Siglo XXI, cuidemos la patria evitando entregarla como antes de 1999, al capitalismo depredador salvaje.