Después de varios meses de guarimbas que dejaron agotado el país, salieron a buscar votos, porque se les acabó la oportunidad de llegar al poder por un levantamiento popular que se fraguaba entre conspiraciones de calle, guerra económica y tragedia. Como a esos enfermos que tratan de curar con guarapos de ramas calientes y que la somnolencia les impide beberlos, se les enfrió el guarapo. En la búsqueda de votos consiguieron el resquebrajamiento de una falsa unidad que ahora es una diáspora. Unos se convirtieron en abstencionistas contumaces, otros en rebeldes de su causa única (sacar a Maduro no a los gobernadores), otros que descubrieron que los adecos les aventajaron mientras quemaban todo, autobuses, escuelas, hospitales y hasta gente, y les quitaron la aspiración en al menos 12 gobernaciones; y por eso andan refunfuñando que no regresaran a la adecopatria. Y así sucesivamente se durmieron en los laureles y es posible que no ganen gobernación alguna.
Sobre la acera de un supermercado en Maracay, tres obreros comían al mediodía de hoy, reforzados con pan popular que para conseguirlo hay que calarse la cola de dos horas. Un opositor se les acercó con la propaganda del candidato multicolor (por aquello que no le queda partido donde inscribirse). Los escuche hablando entre ellos. Estos creen que somos pendejos, nos pararon el transporte, nos impidieron trabajar… Y así, hay cientos de anécdotas de gente que sabe que se trata de elegir gobernantes regionales, no de cabezas de la oposición regional. Quien no tiene en la mente proyecto alguno de gobierno regional, no recibirá votos suficientes, quien solo aspira ser el articulador de una escalada güarimbera, menos.
En estados como Mérida, acechados por la violencia durante la mayor parte del primer semestre del año, que vieron como la oposición destruyó la potencialidad turística quemando vehículos en la bella zona andina de páramos y paisajes incomparables, se reniegan a elegir a alguien diferente a quien les ofrece y cumplirá rescatar la potencialidad turística que ligada a la gran obra del elevador más alto del mundo, puede darle para vivir a todo ciudadano merideño. Allá la gente está alborozada con Jheyson Guzmán, un joven que le ha imprimido un dinamismo a la política regional, que en corto tiempo logró superar el acoso de la protesta. Allí, también la oposición saldrá derrotada.
El caso del estado Miranda es patético. Un gobernador que no gobernó, pero si conspiró, señala que no hay ambiente adecuado para las elecciones porque el CNE trabaja en contra corriente a la oposición. Lo que olvida fue el descuido al cual fue sometido el estado Miranda, que tiene muchas potencialidades, hoy desperdiciadas. Perderán Miranda, no hay brebaje, ni conjuro, ni bendiciones de la conferencia episcopal lanzada en campaña las misas de domingo, ni práctica política conocida para levantar el muerto político que hizo de la MUD, Capriles Radonsky.
Y cada espacio que se analiza es prácticamente lo mismo
En pocos días, el mundo se enterará como le cobra un país a la ingratitud y a la violencia güarimbera.
Hágase de la voluntad del Pueblo