No tengo dudas que la oposición niega los encuentros con el Gobierno nacional en República Dominicana, para que el presidente norteamericano, Donald Trump, no se entere de que andan en algo con la revolución, porque esos terroristas venezolanos agresivos, que queman gente, lanzan explosivos contra preescolares y maternos, hacen de francotiradores, colocan guayas para degollar motorizados, mataron más de cien inocentes en Venezuela, cuando se trata del mandatario estadounidense se les pone la piel de gallina.

Sí, estoy seguro que tan solo escuchando al jefe del imperio gringo con sus hostilidades en contra del pueblo de Bolívar, salen corriendo a decir que ni siquiera han visto por la cuadra a un funcionario del presidente Nicolás Maduro. Se cumple ese conocido proverbio que dice: "todo malo es cobarde". Son guapos aquí en Venezuela engañando y matando jóvenes, pero se mojan los pantalones delante del inquilino de la Casa Blanca y más cuando da una orden. El miedo tiene esas particularidades.

Tal situación enreda todavía más a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en el remate de este proceso electoral, al desmotivar a sus electores y no es para menos, por un lado dicen que no han viajado a Santo Domingo y por otro insisten en un llamado desesperado a participar en los comicios. Y no se puede ser terrorista un día y político otro, como dicen algunos en las redes sociales que les reclaman su actitud criminal, y su falta de disposición para colaborar en la búsqueda de soluciones de esta crisis que agobia a la mayoría.

Aunque ya el pueblo les conoce el proceder y sabe que esos terroristas que pretenden ser gobernadores, hoy dicen una cosa, mañana otra; hoy denuncian que el CNE es fraudulento y al siguiente llaman a toda su gente a votar, en fin… y así en esas condiciones quieren conducir los estados del país.

Por eso no me preocupan como contrincantes de los candidatos revolucionarios de la paz, el pueblo venezolano es un pueblo maduro que sabrá darle el puesto que cada quien merece el día de las votaciones.

Lo que si me preocupa es la condición de terrorista de esos cabecillas de los grupos que fungen como partidos políticos; a esa gente le gusta arrebatar al verse perdidos, son impredecibles, más apoyados por Trump, a veces se les ve intenciones de continuar la matanza que venían ejecutando en el país. Ya comenzaron a desacreditar al CNE, para cantar fraude en la derrota del 15-O. Los conocemos de sobra.

La perversidad que han demostrado organizaciones violentas como PJ, VP y UNT me obliga a ser así de pesimista; porque esa gente derrotada -si es que se puede llamar gente- , desarticulada y dividida es más peligrosos todavía, por eso insisto en que terroristas como Julio Borges, Freddy Guevara, Manuel Rosales, Eveling de Rosales, Ramos Allup y los hermano Guanipa, entre otros, ya han debido ser encarcelados, ellos representan la violencia, la destrucción, la muerte, con ellos un país de paz como Venezuela conoció el terrorismo, además la prisión para estos violentos la pide la mayoría, lo exigen los dolientes de los inocentes que asesinaron, la exige todo aquel que quiere la patria de Bolívar. Los terroristas de la MUD son enemigos del pueblo, odian a los pobres. Apuestan a la aventura, al hambre de los más necesitados.

No es posible que en esta grave situación económica sean capaces hasta de negar las conversaciones con el Gobierno, encuentros que podrían sentar las bases de acuerdos que permitan enfrentar esta crisis que devasta al pueblo, y uno viendo eso se pregunta ¿qué más daño del que ya han hecho querrán seguir haciendo? ¿Será que pretenden continuar la matanza?

¡Basta de tanto rencor y tanta locura! Deberían tenerle al pueblo un poquito del miedo que le tienen a Donald Trump, y el domingo se van a dar cuenta que tengo razón, cuando sus mismos adeptos o no van a votar o sufragan por los candidatos de la paz y la dignidad. No van a ser capaces de sufragar por el terrorismo y la violencia. Nadie en Venezuela quiere más sangre, más dolor, todos queremos vivir tranquilos en hermandad, sin desasosiego y sin zozobra.

El Pueblo Constituyente hace justicia ¡Venceremos!