"Los vente tu", y, "El vete tu", en la Res Pública

Se cuenta que en una oportunidad el Presidente Cipriano Castro, en el ejercicio de sus funciones hizo una visita a Margarita, con tal motivo las autoridades se desbordaron en atenciones, alguien a última hora se le ocurrió que el evento se podría realzar con un concierto de música popular para recibir a tan alto dignatario.

En ese sentido le fue asignada esa tarea al director musical de la localidad sagaz músico oriental, que dada la premura de la solicitud organizó un "Vente Tú" y allí estaba en el puerto con sus músicos, que al terminar los saludos protocolares del caso, arrancaron con un sabroso Vals, festejado con entusiasmo por el Presidente, preguntando a su vez, ¿Caramba, señor Director cómo se llama ese Vals? Sorprendido el músico, pues aquella pieza había sido una improvisación, y como buen oriental sin inmutarse, respondió ¡¡Castro en Margarita!!

Pero la verdad verdadera, es que detrás de esas improvisaciones de los "Vente Tú" hay un universo de experiencias, de sabiduría, de sensibilidades, de claves y habilidades gestuales, de relaciones que se emparentan y asimilan en un ambiente que dominan y donde los músicos se dan con todo, se crecen y cuyos resultados siempre será una pieza festiva, sabrosona, integradora y orgánica...

Pero en la gestión gubernamental, la improvisación no es buena consejera, eso lo hemos observado y conversado personas afines al pensamiento socialista e incluso lo hemos expuesto en artículos en algunos portales, donde hemos tocado el tema de los equipos de trabajo, su necesaria armonía y consonancia, talento y probidad. Al opinar en grupo y además hacerlo por esta vía, en ningún momento nos hace dueño de la verdad, reconocemos nuestra medianía política, aunque algo leemos y, no dejamos de informarnos sobre las opiniones, discursos y acciones de los hombres y mujeres que están al frente de este proceso.

Pero en lo fundamental, somos ciudadanos, personas comunes, es verdad, pero atentos, además somos críticos duros entre nosotros, y estamos en permanente comunión con el prójimo, vamos al mercado, abordamos transportes públicos, hacemos colas, es decir, a pesar de los años, somos activos en la vida cotidiana.

A la angustia de la amenaza capitalista-imperial, y la conspiración interna, se suma la poca claridad y direccionalidad en el actual proceso político venezolano, expresado en "EL VENTE TU" burocrático gubernamental, el cual en nuestra percepción, es una mala copia del "Vente tú" musical, pues a aquel se le agrega el VETE TU, comportamiento un poco extraño y confuso por cierto, pues, importantes funcionarios de gestiones poco gloriosas, los cambian de lugar dándole otras responsabilidades, sin que se conozcan datos sobre los logros en las anteriores, y así marchan a: ministerios, diputaciones embajadas o cualquier otro destino.

Un contertulio, sobre las rendiciones de cuentas en las gestiones del funcionariado opinaba tajantemente, que eso no hacía falta pues los resultados están allí, que las comunidades, y la justicia deben juzgar, de no ser así, será entonces el tiempo, la conciencia y la historia… Atajaba otro contertulio,-- eso es cierto, lo que pasa es que nosotros hemos "normalizado" lo "anormal". Los recursos públicos, no pueden ir a los bolsillos personales, o ser lanzados en sacos rotos, malversarlos, destruirlos e incurrir en la incuria, por cuanto los bienes y recursos son entregados a los funcionarios para su uso eficiente, resguardo, cuido, defensa y protección, a fin de evitar que el mal ejercicio gubernamental haga que todo ello naufrague en el estercolero de los vicios y la impunidad.

Otro anciano argumentaba--La improvisación se cobija en el amiguismo, el nepotismo, el promocionalismo, clientelismo político, por ello los equipos burocráticos conformados a lo largo del largo ejercicio gubernamental (salvo las excepciones) lo que están dejando como saldo ético- político- económico-administrativo, no es precisamente para festejarlo.

Un viejo docente reflexivo, decía, --el asunto es grueso, tiene que ver con la educación, tanto en la casa como en la escuela, antes, recibíamos Formación Social Moral y Cívica, que era una verdadera cátedra de ciudadanía para formar gente de bien, como aspiraba Simón Rodríguez y el Libertador, quienes manejaban la idea de que una República, sólo se podría construir con ciudadanos-- El profesor agregaba-- fíjense ustedes, lo que sucede con la República (Res Pública) en cuanto a sus recursos (Hacienda Pública) que no se ha entendido que esto forma parte indeclinable, de la Esfera Pública para propiciar el bien común y, que además son normas éticas, de vida, que nos vienen del mundo antiguo. Sin embargo en nuestro país no ha sido buena la experiencia en ese sentido, desde el establecimiento de la República hasta nuestros días.

De pronto, se irguió un callado contertulio y con voz fuerte dijo:--Aquí, en nuestro país, hay un asunto de confusión sobre la hacienda pública, al no diferenciar ésta del bolsillo del circunstancial funcionario, y esto viene arropando peligrosamente a muchos servidores públicos.

Varias observaciones y ejemplos sobre estos asuntos y particularmente sobre la percepción de la improvisación y cuestionados resultados devenidos en nuestro proceso político, los expondremos en otros textos.

Nota: Los diálogos no son textuales, pero recogen las ideas esenciales.



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Rafael Castro

Especializado en Gestión Cultural. Colaborador y Fundador de Instituciones de la Cultura, en el Sector Público y Privado.

 racasce@gmail.com      @racas42

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